Las mentiras de AMLO
Freddy Sánchez jueves 5, Mar 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Pues otra vez, Andrés Manuel “se calentó”.
No le gustó que sus paisanos de Macuspana “decoraran” su discurso de visita con incisivas rechiflas y quejas por el incumplimiento con la entrega de los apoyos ofrecidos por su gobierno.
Les pidió no mentir y les dijo: “Las mentiras son del demonio”.
Y amenazó con retirarse del auditorio donde había sido recibido, si los asistentes no guardaban orden. Por un buen rato continuó el alboroto de las inconformidades y quejas, en contra básicamente del gobernador del estado y el presidente municipal al que a coro se le acusó de ser “un ratero”.
De modo que en menudo lío se metió Andrés Manuel al tratar de callar las quejas ciudadanas, entre sus paisanos, que no se doblegaron y continuaron reclamando por largo rato. En especial después de que tácitamente los tildó de mentirosos y les dijo aquello de que “las mentiras son del demonio”.
Eso se prestó a diversas críticas contra el presidente. En primer lugar, por las protestas airadas de sus paisanos, y naturalmente, ante la virtual sentencia de una virtual condena a los infiernos para los que mienten.
Andrés Manuel no lo dijo así, textualmente, pero lo dio a entender fustigando con severidad la mentira.
Y eh ahí donde surge una obligada interrogante.
¿Miente el Presidente o mienten los quejosos?.
Para desentrañar este misterio, posiblemente ayude lo que en alguna ocasión escuché decir a un distinguido personaje de la práctica legal, quien me pidió distinguir entre quién miente y quién falta a la verdad.
Después explicó: “el que divulga una mentira a sabiendas de que lo que dice es falso, sin duda es un mentiroso, que procura evitarse un daño o quiere causar mal a otros”.
Y puntualizó: “en cambio el que falta a la verdad, por lo regular es víctima de un engaño que lo lleva a divulgar como verdadero lo que no lo es”.
Volvamos pues a preguntar: ¿es Andrés Manuel o los que se quejaron en Macuspana los que están mintiendo?.
Seamos bien pensados y digamos que no miente el Presidente ni mienten los quejosos que afirman no estar recibiendo con puntualidad los apoyos ofrecidos por el gobierno.
Claro que en ese caso, los mentirosos necesariamente son funcionarios de “la Cuarta Trasformación”, que engañan a Andrés Manuel y no le confiesan que hay deficiencias y retrasos en la entrega de beneficios sociales.
Así que el Presidente, sólo estaría faltando a la verdad y no mintiendo.
Y suponiendo que eso esté sucediendo, justo será que Andrés Manuel se enoje menos y se ponga a investigar por distintos medios qué tan ciertas son las quejas que recibe en sus giras de trabajo, con el propósito lógicamente de remediar lo que se está haciendo mal.
Pero, sobre todo para castigar a los que lo engañen con el consabido cuento de que “todo está bien”.
Es preciso pues que a los que engañan al presidente y a la gente reclamante de apoyo, se le imponga enérgica sanción, porque de no hacerlo como lo exigen las circunstancias, el gobierno de Andrés Manuel se desprestigiará irremisiblemente y él también.
Y lo peor será que los mentirosos de su gobierno como antes en otras administraciones sexenales seguirán actuando con cinismo e impunidad.
Algo que se traduciría en una nueva infamia contra lo sociedad y tal cosa será tristemente lamentable.
Vale la pena entonces darles un trato distinto del que han tenido hasta ahora las quejas por incumplimiento en las promesas del gobierno, porque hay que saber quiénes son los verdaderos responsables de las mentiras de AMLO.