Otra amenaza de Trump
¬ Augusto Corro lunes 2, Mar 2020Punto por punto
Augusto Corro
Al presidente Donald Trump le sobran razones para mantener a México en amenaza constante, permanente.
Ahora resulta que analiza la posibilidad de cerrar su frontera con nuestro país por el coronavirus.
El asunto le cae muy bien al mandatario estadounidense, por se encuentra en plena campaña electoral para continuar en el poder.
Seguramente piensa que el puro anuncio de la amenaza contra México le podría llevar a ganar votos.
De entrada se ve que lo único que le interesa al magnate de la construcción es ganar las elecciones de noviembre.
Hace a un lado los graves problemas que surgirían en caso de cerrar la frontera. Para empezar, el comercio entre ambos países, uno de los más importantes del mundo, afectaría a propios y extraños.
Poco parece importarle al mandatario naranja, pues el coronavirus no respeta fronteras. Además, hay personas afectadas por esa enfermedad en EU y México.
Está claro, que la amenaza de Trump cae dentro del terreno de la política. No es extraño en el modo de ser del presidente estadounidense.
Desde su primera campaña presidencial el candidato republicano se encargó de apoyarse en sus ataques a los mexicanos al acusarlos de criminales y violadores.
Esos adjetivos denigrantes más la construcción del muro beneficiaron a Trump que ganó la presidencia de su país. Ya en el poder continuó con la idea de construir el muro fronterizo.
También amenazó a México con aplicarle aranceles a los productos mexicanos sino frenaba el flujo migratorio que pasa por nuestro territorio.
El gobierno mexicano no tuvo otra disyuntiva. Optó por apoyarse en la Guardia Nacional (GN) y se cumplieron los deseos de Trump.
Se evitaron los aranceles y México hizo la labor de policía estadounidense en su frontera sur.
Pero como la forma de gobernar de Trump es impredecible quedó en el aire la posibilidad de otras amenazas.
No paso mucho tiempo para que el magnate de la construcción amenazara con declarar terroristas a los narcotraficantes mexicanos.
Una organización terrorista es aquella que amenaza a los ciudadanos estadounidenses o a la seguridad nacional.
Por el momento, esa idea de Trump quedó en el aire. ¿Se aplicará algún día a los narcotraficantes mexicanos?
No olvidar que nuestro país vive uno de los peores momentos de la historia en materia de violencia, seguridad e impunidad.
Cuando Trump habló de calificar a los narcos como terroristas estaba recién ocurrida la masacre de la familia LeBarón, en la que perdieron la vida tres mujeres y seis niños, en los límites de Sonora y Chihuahua.
Las personas sacrificadas tenían la doble nacionalidad mexicano-estadounidense.
Así pues, con el coronavirus o sin él, Trump ya sabe que atacar a México le lleva a ganar votos.
Mientras, el magnate de la construcción escribió en su cuenta de Twitter que los viajeros procedentes de “ciertos países de alto riesgo” por el coronavirus serán sometidos a controles al embarcar y al llegar a Estados Unidos.
El PRI no cambia
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) estrenó el sábado nuevos dirigentes.
El tricolor capitalino será dirigido por Israel Betanzos, en la presidencia: y Tania Larios en la secretaría general.
Lo interesante de esta dirigencia es del grupo político que encabeza Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien debió renunciar a la presidencia en 2014, acusado de manejar una red de prostitución dentro de ese instituto.
El Revolucionario Institucional al nombrar a sus dirigentes reflejó que quiere continuar con los priistas que hundieron a su partido con posibilidades de desaparecerlo del mapa político.
El nuevo líder priista aseguró que “irán por todo”, es decir que ganará elecciones. ¿Cómo? Se ignara. Quizá se trató de un sueño.
Porque en la Ciudad de México el Revolucionario Institucional se encuentra en calidad de desaparecido desde hace varios sexenios.
Israel Betanzos reconoció que el partido les falló a sus militantes y al país, “pero que aún están a tiempo de reinventarse”.
Los nuevos dirigentes rindieron su protesta en el Teatro Metropólitan. Entre los presentes estaba el expresidente Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, la líder de ambulantes Diana Sánchez Barrios la exlíder Mariana Moguel, hija de Rosario Robles.
En el Revolucionario Institucional no entienden que la población rechaza a los dirigentes corruptos. En el tricolor capitalino seguirán con su grupo encabezado por Gutiérrez de la Torre y sus cuates, con una imagen negativa que en nada favorece a su instituto político.