La paz temporal de Morena
¬ Augusto Corro viernes 28, Feb 2020Punto por punto
Augusto Corro
El tribunal electoral reconoció el nombramiento de Alfonso Ramírez Cuéllar como nuevo presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Con esa decisión la presidenta interina Yeidckol Polevnsky vuelve a su cargo de secretaria general de esa institución política.
Terminó, pues, la disputa de ambos dirigentes que ostentaban la representación de presidentes interinos, que no contemplan sus estatutos.
En el fondo, lo que se disputaba era el liderazgo de los mencionados personajes en el partido perdido en el escenario político tras su triunfo en las elecciones presidenciales recientes.
Como organización joven, Morena no supo cómo continuar su actividad política al obtener el triunfo electoral.
De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador careció del apoyo de su partido en los últimos meses de su administración.
En el interior de Morena le dieron más importancia a las pugnas internas que a la trayectoria o rumbo del partido.
Lo que se suponía una elección tranquila de su dirigencia, se convirtió, con el tiempo, en una guerra interna, en la que sobresalieron las figuras de Yeidckol Polevnsky, Bertha Luján y Mario Delgado.
Los tres personajes aspiraban a la presidencia nacional de Morena como paso importante para continuar con sus ambiciones políticas.
El proceso electoral se complicó. Las asambleas para designar delegados sirvieron para desatar la violencia. No se respetaron fechas de congresos y se surgieron irregularidades electorales.
Total que no se eligió al nuevo líder. Será hasta dentro de cuatro meses cuando los morenistas voten por su dirigente nacional. Durante este tiempo, Alfonso Ramírez Cuéllar será el presidente interino.
Sobre Ramírez Cuéllar, diputado con licencia, recaerá la responsabilidad de recuperar la paz interna para Morena.
No será fácil porque en esa organización se refugiaron políticos de diferentes corrientes, como expanistas, ex priistas, ex perredistas, etc., en busca de chamba.
Con su nueva imagen de morenistas obtuvieron cargos unos como funcionarios y otros como legisladores.
Y para las elecciones intermedias del próximo año se repartirán cientos de candidaturas: 500 para los competidores que buscarán un asiento en la Cámara de Diputados, 15 a la renovación de gubernaturas y Congresos estatales.
Una lluvia de chambas para aquellos que ven en la política la manera de satisfacer sus ambiciones personales y el camino para enriquecerse.
Según los politólogos, el presidente López Obrador debe ganar la mayoría de los cargos populares en juego en las elecciones intermedias, para reconfirmar los logros de su administración y de su liderazgo.
Será muy importante el papel de Morena en esa contienda electoral, aunque es casi seguro que el mandatario buscará la manera de obtener el apoyo de los diferentes partidos políticos.
No estará incluido Acción Nacional, pero en las condiciones actuales en las que se encuentra no merece tomarse en cuenta.
Una vez que el tribunal electoral reconoció la autoridad de Ramírez Cuellar se espera que regrese la paz a la filas morenistas.
¿Será posible? No tardaremos en saberlo. A Polevnsky no le gustó el falló. Seguramente alguien tratará de convencerla de que es importante la unidad de los morenistas.
Por su parte, Ramírez Cuéllar dijo, tras el reconocimiento del tribunal electoral, que su compromiso es consolidar “nuestro partido como el gran motor de la transformación de México”.
Desde el inicio de la pugna en el interior de Morena se predijo que la dirigente Polevnsky no continuaría al frente del partido.
Si bien es cierto que luchó al lado de López Obrador su trayectoria política no le favorecía como a otros aspirantes a dirigir esa institución política.
Entre otras cosas, porque no ocultaba sus deseos de utilizar el liderazgo de Morena como trampolín para alcanzar la candidatura a la presidencia de la República.
En fin, se cerró el ciclo de Polevnsky en Morena, ahora cabe preguntar si el corto liderazgo de Ramírez Cuellar será benéfico a esa organización política. ¿Usted, amable lector, que opina?
Feliz fin de semana.