Bogotá y la salida de la crisis
¬ José Antonio López Sosa lunes 9, Mar 2020Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Bogotá, Colombia.- Esta ciudad, era un lugar impensable como destino turístico en los años ochenta e incluso en los años noventa. La gente vivía con miedo y los atentados terroristas perpetrados tanto por los cárteles como por las FARC tenían en vilo a los habitantes de la capital colombiana.
De pronto un proceso complejo llevó a Bogotá y a Colombia en general a salir adelante de una crisis de la cual, había pocas luces para salir. En el año 2006, vine como reportero a hacer una cobertura de la reelección de Álvaro Uribe, para entonces aún había dejos de miedo e inseguridad, no se podía aún viajar por las noches en las carreteras, los autobuses de pasajeros fijaban sus itinerarios de día para evitar deambular por las noches entre una ciudad y otra, la gente tenía miedo de hablar sobre el narco o la guerrilla, porque nos decían, tenían infiltrados en todos los círculos sociales.
Encontré entonces opiniones encontradas con relación a Uribe, personas que aseguraban que había devuelto la tranquilidad a los colombianos y quienes decían que se trataba de un estado autoritario que no buscaba la paz sino la revancha. En fin, el tiempo pasó y Juan Manuel Santos logró el histórico proceso de paz en Colombia, controvertido también porque solo los colombianos, los que vivieron esa terrible etapa y perdieron amigos y familiares, tienen una voz autorizada para opinar al respecto.
El hecho es que, en un par de décadas, Colombia y en particular Bogotá se ha reposicionado como un destino de negocios y turismo. Volamos desde la Ciudad de México con COPA Airlines, haciendo una breve escala en Panamá y aterrizando en el aeropuerto El Dorado, francamente envidiable en su infraestructura y su diseño, en especial si lo comparamos con las terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Fue hasta extraño que no nos cobraran por llevar equipaje documentado, es la tendencia en la aviación, sin embargo COPA aún mantiene la política de dos maletas incluídas y además, dar comida caliente en el vuelo, vaya, como antaño.
Hoy Bogotá es una ciudad distinta a lo que encontré en 2006. Si bien tiene problemas de movilidad con un sistema de transporte público saturado e insuficientes vías de comunicación, el entorno urbano está mejorado. Ciclovías, calles peatonales en el centro, calles limpias con suficientes botes de basura, museos renovados, una oferta gastronómica muy interesante, hotelería de clase internacional, accesibilidad en toda la ciudad para personas discapacitadas, en fin, una serie de cambios muy favorables que lograron lo impensable: que Bogotá sea ahora, un destino turístico y de inversión muy importante en América del Sur.
Hay aún mucho por mejorar en la ciudad, los propios bogotanos lo aseguran, pero vale la pena observar estos casos de éxito, en especial dada la crisis de inseguridad creciente en México, desde la irresponsable decisión del ex presidente Calderón con la guerra contra las drogas y la inanición de los gobiernos de Peña y ahora de López Obrador al respecto.
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