El futuro de Morena
¬ Augusto Corro viernes 21, Feb 2020Punto por punto
Augusto Corro
En 2021 el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) enfrentará su primer examen como institución política tras su triunfo en las elecciones presidenciales del 2018.
En esa contienda electoral resultó ganador absoluto. Ahora tendrá que refrendar ese triunfo al continuar con la mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados.
Solo que será diferente la situación en el escenario político. Los electores ya sabrán que es lo que se espera realmente de Morena.
Además, habrá nuevos organizaciones políticas con proyectos quizá más atractivos que los ofrecidos por el partido guinda.
En el presente el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se atoró en la solución de problemas que agobian a la sociedad.
Uno de ellos es la violencia desatada que no disminuye. Claro, en este renglón va incluida la ola de feminicidios.
A la hora de votar, el ciudadano tendrá que analizar qué resultados muestran las autoridades en la lucha contra la delincuencia organizada.
También se tendrá que examinar la situación en que se encuentre la economía, que a la fecha está paralizada.
Serán, pues, varios los factores que influirán en las elecciones intermedias del 2021, que incluirán las contiendas electorales para renovar gubernaturas en 15 estados. Los morenistas aseguran su triunfo en 12 entidades.
En términos generales en el escenario político a Morena le irá bien. Seguirá con cargos de representación popular para gobernar. Lo que no cuadra es la lucha interna que se libra en el interior del partido.
Precisamente, la pugna interna cada vez se agudiza ante la ambición de sus dirigentes para mantenerse en el poder. La secretaria general, que se presenta como presidenta interina, Yeidckol Polevnsky no quiere dejar el liderazgo.
Como se informó en este espacio, en un congreso extraordinario de morenistas se eligió a Alfonso Ramírez Cuellar como presidente interino de Morena. Yeidckol Polevnsky impugnó esa decisión.
Llevó el caso ante los tribunales electorales, que pospusieron la discusión sobre quien de los dos dirigirá al partido. Poco a poco se fueron perdieron los buenos modales en la política y poco les interesa guardar la formas.
Y es precisamente en estas fechas cuando se agudiza la guerra interna, porque los dirigentes manejan las listas de los aspirantes a legisladores, gobernadores, etc.
La división en el partido no extraña a nadie. Esa conducta es propia de las organizaciones llamadas de izquierda, cuyos líderes, como cualquier ser humano, siempre buscan satisfacer sus ambiciones personales.
Los contrapesos
Como señalamos arriba, el partido Morena no tiene adversarios políticos importantes, por ahora. Sus propios contrincantes son el gobierno en funciones y las pugnas internas.
Si se logra avanzar en la guerra contra la delincuencia organizada y reducir el número de asesinatos y desaparecidos, los candidatos de Morena ganarán votos.
De registrarse lo contrario, los morenistas se verán en apuro. Ellos mismos tienen en sus manos la suerte de su partido.
La oposición se encuentra pasiva, aunque le apuesta a los errores del gobierno de López Obrador para atacarlo y denostarlo. Esa es la función de los llamados contrapesos.
Sin embargo, hay organizaciones políticas que posiblemente participen en las elecciones del 2021. Tal vez, el partido llamado México Libre sea uno de los que más ruido provoquen.
Se trata de una organización política en formación encabezada por los esposos Felipe Calderón y Margarita Zavala. El fue uno de los peores presidentes de México y ella una luchadora política sin suerte.
Calderón, cuando fungió como presidente de México, decidió declarar la guerra a la delincuencia organizada sin ninguna estrategia. Los resultados fueron desastrosos. Miles de personas perdieron la vida y el tejido social sufrió daños irreparables.
En fechas anteriores, un grupo de mexicanos presentó en tribunales internacionales una denuncia para que el michoacano sea juzgado por delitos de lesa humanidad, derivados de su lucha fallida contra los cárteles de droga, principalmente.
La guerra fallida dejó un sinnúmero de hechos criminales que tendrá que aclarar el expresidente. Uno de estos es la participación del hombre de sus “confianzas”, Genaro García Luna, en acciones para proteger al Cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En el juicio al capo sinaloense, uno de los testigos declaró que le entregaba bolsas con millones de dólares a García Luna para proteger al Cártel de Sinaloa.
Por otra parte, aún falta la respuesta de los panistas a Calderón y su partido. El expresidente llegó al poder apoyado por los blanquiazules. Después los dividió y ahora el PAN se encuentra en la lona política.
¿Cuántos de los blanquiazules seguirán a Calderón y a su esposa Margarita a quien le negaron una diputación plurinominal?
Feliz fin de semana.