Marionetas electorales
Freddy Sánchez martes 18, Feb 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Intachables, rectos y apartidistas. Esos son los requisitos que hay que cuidar que efectivamente cumplan los futuros consejeros electorales del INE.
Los cuatro que llegarán de reemplazo y cuyo nombramiento ha despertado una y mil suspicacias sobre un aparente intento gubernamental para “agenciarse” el control del Instituto Nacional Electoral.
En ese sentido, distintas voces aseguran que Andrés Manuel tiene planes para someter a su voluntad las disposiciones y acuerdos por venir en torno a los procesos electorales que se tendrán a lo largo del presente sexenio.
Bajo ese supuesto, se ha creado una aparente estrategia entre políticos de oposición para frenar lo que se cataloga como un intento de “abordaje institucional” en el INE, lo que distintos voceros del gobierno niegan que se esté “cocinando”, ya que a su decir de ninguna manera se pretende imponer consejeros electorales a modo de los intereses políticos de la “Cuarta Transformación”.
De tal suerte que más allá de los dimes y diretes, con el Presidente Consejero en uno de los dos frentes en pugna por el manejo futuro de la institución electoral, surgió la voz de la Secretaria de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero para dar a conocer los requisitos que deberán cumplir los futuros consejeros.
Podría afirmarse que todo está encaminado a efecto de que los cuatro sustitutos de los consejeros electorales que dejarán el puesto al haber cumplido el plazo para el que fueron nombrados, sean lo más cercano a lo irreprochablemente idóneo para garantizar la buena marcha de la democracia electoral.
Por tratarse de personas sin tacha alguna de corrupción, plenos conocimientos en la materia electoral y sin afiliación partidista, (cumpliéndose a cabalidad los requisitos para los aspirantes a los puestos a ocuparse), cualquier duda de que en las intenciones del gobierno existe un propósito de “meter mano negra” en el INE, debería quedar rotunda y absolutamente desechada.
Lo cierto es que no es así.
Los suspicaces que no dejan de visualizar un propósito “obradorista” para contar con incondicionales en el rubro de los procesos electorales, se mantienen en plena contienda con la manifiesta intención de que en el Instituto Nacional Electoral no surjan “boquetes” en los cuales se dé la infiltración de cuatro futuros “paleros” de la 4T.
Así la cosas, será de fundamental importancia que el proceso selectivo de los cuatro consejeros electorales a llegar a la institución, goce de la confianza ciudadana.
Y con ello, que socialmente nadie ponga en “tela” de duda que los elegidos, hayan sido los adecuados, trátese de quien se trate.
Antes que todo y por encima de todo, hombres o mujeres, de probada distancia con los partidos políticos, puesto que ante la desconfianza imperante lo mejor será que todos los partidos “saquen las manos” del obligado cambio de consejeros electorales, a fin de que ninguno de los nombrados tenga la más mínima cercanía con algún instituto político.
Entre más ciudadanos independientes sean los que sustituyan a los que se van del INE, la democracia saldrá ganando al quedar bajo el manejo de quienes podrán actuar con absoluta libertad, pensando básicamente en el interés ciudadano y no de los grupos políticos que suelen apoyar o rechazar las candidaturas de consejeros.
De modo que lo que hace falta en el Instituto Nacional Electoral, es que se fortalezca la ciudadanización que marque la diferencia, a favor de la equidad, imparcialidad y honestidad en el manejo de los asuntos electorales, lo que obviamente, dista de ser lo que quisieran los dirigentes partidistas.
Y es que los mandos en los partidos políticos tratan de imponer a toda costa sus decisiones a la hora de nombrar a los consejeros, por la sencilla razón de que les interesa contar con aliados políticos que obedezcan a sus intereses sin objetar nada como si se tratara de sus “marionetas” electorales.