De las palabras a los hechos
¬ Augusto Corro viernes 14, Feb 2020Punto por punto
Augusto Corro
La captura de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) es un punto positivo para las autoridades mexicanas en la lucha contra la corrupción.
¿Se inicia la etapa de investigar y encarcelar a todos aquellos funcionarios corruptos que utilizaron sus cargos para saquear los bienes de la nación?
¿Se llevará ante la justicia a aquellos del círculo del poder para realizar negocios que sangraron la economía del país?
¿Ante esas situaciones hasta donde llegará el castigo al exfuncionario Lozoya?
¿Podrá la Fiscalía recuperar el dinero mal habido de las transacciones del exdirector con la empresa Odebrecht, dedicada a sobornar a funcionarios de varios países, para conseguir contratos?
¿O en la turbia negociación con Altos Hornos que propició sobornos?
¿Alguien sabe del tamaño de la fortuna de Lozoya? ¿Quedará intacta la riqueza del exdirector de Pemex una vez que termine el juicio?
El hecho real es que la captura del exdirector de la petrolera nacional abre el camino para investigar a funcionarios de alto nivel en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El mismo exmandatario podría ser llamado a cuentas toda vez que las autoridades se refieren a una estructura de poder.
Es decir que Lozoya cumplió las órdenes de su jefe el presidente de la República. Como se ve, el exfuncionario de Pemex no era autónomo. Cualquier decisión tendría que ser consultada.
¿Quiénes integraban esa estructura de poder? Lozoya y todos los relacionados con la industria petrolera mexicana. ¿Qué papel jugó Luis Videgaray, uno de los hombres poderosos en el sexenio calderonista?
El propio Fiscal, Alejandro Gertz Manero, dijo que el asunto de Lozoya se encuentra vinculado a toda una estructura de poder.
En fin la captura del exdirector de Pemex mejora la imagen del gobierno lópezobradorista que pronunciaba discursos contra la corrupción, sin peces gordos encarcelados.
Con el arresto de Lozoya las cosas cambiarán; los discursos anticorrupción tendrán de dónde agarrarse.
Y ya que estamos en materia de corrupción y prófugos de la justicia, ¿cuándo capturarán al exgobernador de Chihuahua, César Duarte, que se da una vida de rey en Estados Unidos?
Asalto y muerte en la carretera
Las autoridades no se cansarán en su lucha contra la delincuencia, porque nada hacen por erradicarla. Ni sudan ni se acongojan, como se dice coloquialmente.
Los asaltos, secuestros y asesinatos son hechos cotidianos en el Estado de México. Los primeros son cada vez más violentos.
Por ejemplo, las carreteras carecen de vigilancia para evitar los atracos en los autobuses de pasajeros y en las combis.
En la autopista México-Pachuca las acciones criminales diariamente cobran nuevas víctimas.
El miércoles pasado, una mujer pereció y otra más resultó lesionada al arrojarse desde un autobús en movimiento para evitar ser asaltadas.
Al darse cuenta que los delincuentes iban armados las dos pasajeras decidieron saltar del vehículo. Una de ellas, de 50 años, murió. La otra, identificada como Alejandra, de 19 años, resultó lesionada y trasladada a un hospital.
La autopista México Pachuca es una de las más peligrosas de México. Diariamente se registran acciones violentas.
Cuando no son los accidentes de tránsito, los viajeros que usan esa ruta son expuestos a asaltos y a acciones criminales.
De nada sirven los reclamos de la sociedad para exigir mayor presencia de la policía en la autopista. Nadie hace caso.
¿Sabrá el gobernador Alfredo del Mazo lo que ocurre en la zona de Ecatepec, Tecámac, etc., donde la población se siente olvidada?
Por su parte, las autoridades de Tecámac informaron que las dos mujeres no se lanzaron de la unidad en marcha, sino que fueron atropelladas.
¿A quién le cree usted más, amable lector, a la policía o a los testigos? Le dejo en sus manos la reflexión.
Feliz fin de semana.