“Sin salida”, miles de centroamericanos en México
Nacional miércoles 12, Feb 2020
Los miles de migrantes centroamericanos que salen de su país de origen y llegan a México para intentar alcanzar “el sueño americano” en Estados Unidos se encuentran sin salida. Y es que los hechos de violencia se han incrementado en su paso por territorio mexicano.
Así lo documentó la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) que presentó el informe “Sin Salida. La crisis humanitaria de la población migrante y solicitante de asilo atrapada entre Estados Unidos, México y el Triángulo Norte de Centroamérica”.
La causa de la emigración, indicó Sergio Martín, de MSF, sigue siendo la violencia que se genera en naciones como Honduras o El Salvador. Pero el problema, de ha incrementado al llegar a México, que hoy día es un país más inseguro. “México no es un país más seguro, hoy, no es más amigable además de que la política migratoria es más dura”, indicó.
El informe se dio a conocer en conferencia de prensa en la cual se indicó que los datos obtenidos fueron a través de consultas que Médicos Sin Fronteras da en distintas partes de México.
Los secuestros, las extorsiones, ataques sexuales y las redadas son los principales hechos de violencia que tienen que enfrentar los migrantes.
Pero los hechos, indicó Sergio Martín, se agravan con la política migratoria implementada por Estados Unidos y aceptada por México Centroamérica.
La organización civil cuestionó el hecho de que el gobierno de Estados Unidos, a través del programa Quédate en México, deje a migrantes en Tamaulipas, una entidad con altos niveles de violencia que la misma administración de Donald Trump califica como peligrosa.
Néstor Rubiano destacó que un enorme porcentaje de la población migrante, que es atendida por Médicos Sin Fronteras, presentan altos niveles de estrés post traumático, debido a las situaciones de violencia que viven desde su país de origen hasta llegar a México.
“Viven una real crisis humanitaria en México”, declaró.
Lo que Médicos Sin Fronteras pide es que los gobiernos de Estados Unidos, México y Centroamérica apliquen políticas migratorias dirigidas a atender a las personas, respetarles sus derechos humanos.