Cancelar “puentes”, asunto económico, no político
Miguel Ángel Rivera martes 11, Feb 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
La propuesta presidencial de terminar con los “fines de semana largos” provocará más perjuicios y daños a la industria turística nacional, que ya de por si se encuentra deteriorada por la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México y la falta de apoyo al sector.
Lo anterior fue expuesto por el presidente (CEO, es su título, como se acostumbra en el inglés) de una empresa privada dedicada al turismo. Es decir, en sus palabras no hay elementos de política, se trata, podemos decir, de un punto de vista técnico.
“Esa idea (terminar con los “puentes” o fines de semana largos) afectará la economía de las poblaciones y personas que viven del turismo y pegará principalmente a los prestadores de servicios turísticos de destinos cercanos a la Ciudad de México: Hidalgo, Veracruz, Morelos, Querétaro, Puebla, México, Guerrero, entre otros”, aseguró Carlos Fresán, CEO de la Agencia #GoätTravel,
Sus declaraciones se relacionan con el reciente anuncio del primer mandatario de poner fin a los fines de semana largos con el fin de los niños y jóvenes conozcan mejor la historia nacional, al saber lo que se celebra en esas fechas.
Fresán recordó asimismo que en cuanto se conoció la intención del presidente, de inmediato, la Unión de Secretarios de Turismo (ASETUR) quien reúne a las 32 entidades federales del país, manifestó su oposición a su propuesta.
Lo que es un hecho y está demostrado, señalaron, que los fines de semana largos generan una fuerte derrama económica para todos los destinos turísticos.
Carlos Fresán comentó que lamentablemente, esa iniciativa, desde el punto de vista del turismo nacional, va a afectar a todos los prestadores de servicios turísticos.
Hay que tomar en cuenta, dijo, que la mayoría de los paseantes que salen de sus lugares de origen en los fines de semana largos, lo hacen por carretera y visitan poblaciones cercanas, la mayoría Pueblos Mágicos, muchos de ellos habitados por gente de escasos recursos que ven en este tipo de turismo una fuente importante de ingresos.
Además destacó que, en todos los destinos turísticos del país, más del 75 por ciento de los hoteles son propiedad de particulares o sociedades, no de grandes cadenas hoteleras. Además, estos fines de semana largos proveen a los restauranteros, guía de turistas, artesanos, grandes y pequeños comercios, de un importante beneficio por la derrama que generan los visitantes en estos períodos de descanso”, añadió.
Basta recordar, indicó, lo dicho por el secretario de turismo, Miguel Torruco Márquez, que de acuerdo con la información confirmada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR) el fin de semana largo del pasado 5 de febrero, el primero de este año, se generó una derrama de cuatro mil millones de pesos.
Además, los empresarios del sector estiman que en los tres fines de semana largos de este año se logrará una derrama de 13 mil 626 millones de pesos.
Por ello, Carlos Fresan se manifestó a favor de que continúen esos tres “puentes”, no sólo en beneficio de los mexicanos, sino para seguir impulsando la economía de diversas poblaciones de nuestro país que, día a día, viven de la llamada industria sin chimeneas.
Una historia de amor
con final casi trágico.
“Cometí el error de relacionar lo personal con lo político”, escribió Rosario Robles en su libro autobiográfico titulado Con todo el corazón, publicado en el año 2005.
Con esas palabras hace referencia a su relación profesional y privada con el empresario de origen argentino, naturalizado mexicano, Carlos Ahumada Kurtz, con quien vivió episodios románticos que ahora le van costar su patrimonio entero, además de largos episodios de desprestigio personal.
La vida profesional y política de Rosario Robles Berlanga es uno de esos notables ejemplos de que la vida real supera a la imaginación más fértil de un escritor de novelas o de guiones cinematográficos.
Ella estudió Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y luego de realizó estudios de maestría en Desarrollo Rural en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Estuvo vinculada con organizaciones de izquierda y en su matrimonio con Julio Moguel (de quien luego se divorció), procreó a su única hija, Mariana Moguel.
Inició su despegue político en la UNAM, concretamente en la dirigencia femenil del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM). De 1988 a 1993 formó parte del Comité Ejecutivo del mismo sindicato.
De allí todo fue hacia arriba, especialmente cuando se integró al PRD, del cual es fundadora y fue diputada a partir de 1994.
Al terminar su periodo como legisladora, vino el gran salto, pues el primer jefe Gobierno elegido del entonces Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, la nombró secretaria general de Gobierno. Destacó por su exiguo patrimonio, una casa en Coyoacán y un auto, como una modesta cuenta bancaria.
Al acercarse la lucha por la sucesión presidencial del 2000, Cárdenas se postuló y dejó a Robles a cargo del despacho.
Aquí empezó a conocerse su relación sentimental con el rico empresario Ahumada Kurtz, que entre sus negocios tenía concesiones del gobierno capitalino y que ponía a disposición de la influyente funcionaria aviones, helicópteros y otros lujos.
Desde sus posiciones, Robles trabajó para que Andrés Manuel López Obrador fuese el siguiente jefe de Gobierno, mientras que ella buscó y obtuvo la presidencia del PRD.
Ese cargo, que inclusive la proyectaba como potencial candidata al gobierno capitalino o inclusive a la Presidencia de la República, fue el que la llevó casi al precipicio. En las elecciones federales de 2003 no logró que su partido alcanzara al menos el 20 por ciento de los votos y la disidencia interna la acusó de haber endeudado excesivamente a su organización.
La presión fue tanta que se vio obligada a renunciar anticipadamente y su sitio lo dejó a Leonel Godoy Rangel.
Lo que no era tan sabido es que el principal patrocinador (y acreedor) del PRD era el galán Ahumada Kurtz.
Los detalles se empezaron a conocer en 2004, cuando se filtraron a la televisión en los que aparecían destacados militantes del PRD recibiendo grandes cantidades de dinero de Ahumada , quien – luego se sabría – pretendía encontrar la forma de recuperar el dinero que había invertido en la política.
El objetivo de las filtraciones era el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien intentaba por primera ocasión convertirse en candidato presidencial, pero la directamente afectada fue Robles, porque se evidenció su inclinación sentimental y, en lo material, era la responsable de la deuda con su “pareja sentimental”, pues ella firmó los recibos del dinero aportado por el empresario argentino-mexicano.
La tragedia no termina allí. Después de su malogrado paso por el PRD y la izquierda Robles Berlanga reapareció en primera fila de la política nacional, al lado del que parecía joven triunfador Enrique Peña Nieto, quien recuperó para el PRI la Presidencia de la República y le confirió a la ex sindicalista universitaria dos importantes cargos, como secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y luego de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu).
Pero, otra vez, esos elevados cargos la pusieron al borde del precipicio. Desde fines del sexenio anterior, la oposición, principalmente perredistas y otros militante de izquierda que se incorporaban al naciente Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la denunciaron como pieza central de lo que llamaron la “estafa maestra”, que era el desvío de grandes cantidades de dinero federal a particulares, con universidades públicas de varios estados como “pantalla” para ocultar el engaño.
Al llegar el nuevo gobierno, Robles terminó en la cárcel, aunque ella alega inocencia y su patrimonio aparentemente no ha aumentado.
Pero si algo hiciera falta, ayer se conoció la sentencia del Segundo Tribunal Unitario en Materia Penal, con sede en la Ciudad de México, que confirmó un fallo anterior de un juez penal por el cual se condena a Robles Berlanga a pagar a su ex “pareja sentimental” 400 millones de pesos, que el empresario reclama por los préstamos al PRD.
En su libro, Rosario Robles escribió lo que puede resultar el remate de esta historia: “el amor y la vida privada son cosa de dos”.