Pega fuerte al PRI renuncia de Clara Luz
Ramón Zurita Sahagún martes 11, Feb 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Se veía venir desde hace varios meses que Clara Luz Flores, la alcaldesa de General Escobedo, Nuevo León, renunciaría al PRI, partido al que tendría pocas posibilidades de abanderar en los comicios para gobernador del año próximo.
Clara Luz que militó por 22 años en el PRI cuenta con amplios reconocimientos sobre su desempeño como alcaldesa de esa población, colindante a la capital del estado, en la que su esposo, Abel Guerra construyó su emporio político.
Ella como Abel, han sido varias veces alcaldes y siempre obteniendo el respaldo ciudadano, conforme con la forma de gobernar, que les ha permitido ganar en las urnas con el apoyo popular, además de representar al distrito en el Congreso local y de la Unión.
Clara Luz y Abel desarrollaron un modelo conjunto para intentar alcanzar los mejores rangos de la actividad política en el estado, aunque hasta ahora no han conseguido ninguno de los dos convertirse en candidato a gobernador.
Abel ha sido vencido en dos ocasiones que intentó rebasar el ámbito del municipio que han gobernado, sufriendo sendas derrotas en su aspiración para ser alcalde de la capital estatal.
Con todo y ello, ha sido dos veces diputado federal, dirigente estatal del PRI, diputado local y compitió una ocasión para convertirse en candidato del tricolor al gobierno estatal, ganándole la partida José Natividad González Parás.
Ante las derrotas sufridas, Abel cristalizó su proyecto en la persona de su hoy esposa, Clara Luz Flores, la que en 2009 fue electa como alcaldesa de General Escobedo y en 2018 repitió la hazaña.
La vida de ambos no ha sido sencilla en su recorrido político, ya que Clara Luz ha sido víctima de atentados hasta en 13 ocasiones y el hijo mayor de Abel (del mismo nombre) fue secuestrado.
Sin embargo, Clara Luz ha mostrado fortaleza ante estos embates y en los tiempos recientes se le consideró como uno de los mejores prospectos políticos para competir por el gobierno estatal, aunque en el PRI no la veían de esa forma, ya que analizan sobre la posibilidad de que el candidato surja de la dupla que forman Cristina Díaz, la alcaldesa de Guadalupe o Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey, ambos repetidores, de esos cargos.
En contraparte, Clara Luz es vista con simpatías dentro del actual gobierno federal, ya que ha recibido elogios por parte de la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y hasta de la diputada federal Tatiana Clouthier, mientras que Yeidckol Polevnsky considera que sería bien recibida en Morena.
La cuestión es que Clara Luz encajaría perfectamente en la estructura morenista, ya que fuera de Tatiana, la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional no cuenta con cartas fuertes para competir por el gobierno estatal con posibilidades de éxito.
En la carta renuncia al PRI de Clara Luz establece que ya concuerda con los fines que está llevando el partido. “Hoy mi convicción de servidora pública no es compatible con la evolución que ha tenido el PRI”, precisa.
La renuncia de Clara Luz y su grupo debilita más al PRI en Nuevo León y pegará en los proyectos del dirigente nacional del partido, Alejandro Moreno Cárdenas, encaminados a obtener el repunte del partido en 2021.
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Uf, para descanso de muchos, la rechifla para el Presidente López Obrador en su natal Tabasco no fue obra de sus paisanos, sino de padres de familia provenientes de todo el país, reunidos en Villahermosa durante una asamblea de las escuelas de Legionarios de Cristo.