Tortell Poltrona: El dinero no debe ser el hito máximo en la vida • II
Opinión lunes 10, Feb 2020De la carpa a las letras
Arturo Arellano
(Parte II)
La semana pasada cerramos nuestra columna con la siguiente premisa, palabras de Tortell Poltrona: “Nosotros, los payasos, estamos un poco fuera (de la sociedad). El maquillaje sirve para ‘sacar’ el ser humano del payaso y hacer reflexiones que los humanos no son capaces de encarar, porque su propia existencia los deja muy limitados. Ésta es una de las funciones del payaso: ser un revulsivo frente a las cosas que no somos capaces de comprender y, dentro de nuestra pequeñez universal, podernos reír de nuestra propia situación”.
Ahora yo les pregunto, al paso que vamos, será que ¿los payasos estamos en peligro de extinción? Por que esto sucedería, desde mi percepción, cuando la situación humana de la que habla Tortell, llegue a un punto en el que no podamos reírnos más, de nada… Y ¿Qué tan lejos estamos de ello?
Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta de que las cosas van de mal en peor y si analizamos un poco cuales serían las razones de ello, llegaríamos entre otras conclusiones a que una de las principales es la ambición de los “poderosos”, y va entre comillas porque esos “poderosos” ostentan un poder con cimientos de dinero, en la mayoría de los casos mal habido, podrido y para mal de todos, insuficiente aunque lo tengan prácticamente todo en materia económica.
En alguna entrevista, Poltrona reflexionaba sobre lo anterior “Sí, el dinero no sirve para nada. A ver, no es que desprecie el dinero; yo también lo necesito, como todos, y trabajo para tenerlo, para moverme, porque sí que hay un espacio de libertad que sin dinero es imposible. Pero no es el hito máximo en la vida. En todo caso servirá como medio para hacer las cosas que quiero. Si tienes algo de dinero y la seguridad de que estás obrando correctamente, de que eres ético, entonces todo va bien… Pero esa gente que tiene millones y millones, morirá igual que todos nosotros, no se los podrán llevar. Entonces, ¿para qué les sirve tener tanto dinero?”
¿Cómo mantener la capacidad de reír?, cosa difícil en la actualidad, “Al crecer olvidamos al payaso que tenemos en nuestro interior, su habilidad para exteriorizar las sensaciones más íntimas. Cuando crecemos no nos volvemos adultos, nos adulteramos”, dice el clown, nos corrompemos, “lo que hoy se supone que da la felicidad, como un coche nuevo, por ejemplo, daña a nuestro entorno y es algo que finalmente terminaremos por dejar, ya sea por ganas o por obligación, lamentablemente casi siempre es por lo segundo”.
Con lo anterior, podemos entender que dejamos lo que nos daña hasta que no tenemos otra opción, lo cual es deprimente. Malos hábitos, envidias, egoísmo, flojera, letargo, apatía, todo lo terminamos dejando hasta que no nos queda otro camino por elegir, ojalá reflexionemos en ello y no dejemos morir a ese payaso que todos llevamos dentro, que nos convirtamos en un nuevo ejército que al no encontrar motivos para reír, seamos capaces de generarlos y entender “cuáles son las únicas cosas importantes que hay en la vida, que son amar y sentirse amado”, para finalmente no ser adultos adulterados y hacer de nuestro entorno un lugar donde la obsesión no esté sobre el dinero, sino persiguiendo risas y como predica el maestro payaso, “vivir con sentido del humor y gran sentido común”.