En salud, oposición fuera
Eleazar Flores miércoles 5, Feb 2020Espacio Electoral
Eleazar Flores
¿SERÁ CASUALIDAD?- Comprobándose una vez más que la cuarta transformación hace las cosas cómo quiere, cuándo quiere y contra quiénes quiere, el lunes determinó sacar de todos los apoyos del Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, a cinco estados gobernados por la oposición.
Esto significa que los servicios de salud no tendrán el apoyo del famoso Insabi, ni siquiera los concurrentes que podría dar el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS.
De hecho son 23 entidades federativas las que sufrirán merma en los apoyos médicos para mexicanos de población abierta no derechohabiente ni del Seguro Social ni del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores, ISSSTE, cuya población la integra la numerosa burocracia federal bautizada como “elefante reumático”, por ya sabe quién.
SIN NADA.- Pero las entidades que se quedarán sin apoyo alguno en cuanto a servicios médicos son los de Aguascalientes, Nuevo León, Baja California Sur, y Guanajuato (Jalisco llegó a un acuerdo este martes), según anuncio del propio gobierno federal, y todo debido a que los gobernadores no aceptaron las reglas del juego que impone la federación en cuanto a la compra de medicamentos y demás insumos.
Aguascalientes es una entidad gobernada por el Partido Acción Nacional igual que Guanajuato, donde la vida no vale nada, según el cantautor José Alfredo Jiménez; Baja California Sur la gobierna el PRI, Jalisco el partido Movimiento Social y el industrioso Nuevo León sigue en manos del primer y único gobernador independiente, de los 32 que hay en el país, el famoso “Bronco”.
La pregunta obligada que se hacen los habitantes de las cinco entidades federativas es que ellos no son culpables de tener como gobernadores a personas ajenas al Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, si acaso la democracia que da distintas opciones para escoger, además de que los mandatarios llegaron a esos cargos mucho antes del ungimiento de AMLO en el poder.
Otra interrogante más es la opinión que darían los habitantes de esos lugares si la discriminación política en materia de servicios de salud saliera de otro presidente que no fuera López Obrador. Apueste y ganará a que las críticas serían abundantes e inmediatas. Hacerlo hoy sería exponerse a ser etiquetado como “fifí” o miembro de la prensa conservadora, adversario de ya sabe quién.
Aun así, resulta imposible omitir opiniones así no sean del agrado de los integrantes de la cuarta transformación, tan acostumbrados a que todo se les aplauda, hasta las ocurrencias como la de rifar un avión presidencial cuya factura ni siquiera la tiene en sus manos el gobierno, según conclusión de analistas económicos de los mismos medios de comunicación.
Alguien miente y alguien dice la verdad.