Todo el conflicto en Morena es por dinero
Miguel Ángel Rivera lunes 3, Feb 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Mira, la realidad tiene que ver con dinero… ahí ha habido muchos malos entendidos”.
De esta manera resumió la secretaria general en funciones presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, la causa de la crisis interna de ese instituto político que le ha llevado a intensa división, al grado que tiene dos presidentes, pues el diputado con licencia Alfonso Ramírez Cuéllar fue “elegido” en un congreso nacional cuya legalidad está en duda.
En una amplia entrevista concedida a la agencia oficial Notimex, Polevnsky dijo que está muy claro que la campaña de odio y desprestigio en su contra es motivada por el dinero del partido que anhelan manejar sus detractores, quienes, dijo, intentaron un golpe de Estado.
Pero no sólo eso, la ex candidata a gobernadora del estado de México advirtió que el interés de algunos de sus adversarios internos es el de utilizar el dinero que recibe Morena mediante el financiamiento público para fundar otro partido.
También denunció que algunos de esos inconformes recurren al corporativismo y al engaño utilizando el nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Ahora hay quien dice que lo que quieren hacer es otro partido, por eso querían este dinero. Efectivamente, mira, usan el nombre del presidente, se cuelgan del presidente, para hacer sindicatos, partidos, de todo, y dicen que por instrucción del presidente.
“Y estos partidos que ya están planteando ya hay unos que ya se han formado, pero hay otro que se llama ahorita Fuerza Social por México… y otro Frente por la Cuarta Transformación… hasta el nombre nos vuelan. No, es una cosa de locos… ¿no?”, expresó la secretaria general en funciones de presidenta de Morena.
En la larga entrevista, dividida en tres partes, Polvensky refiere que en su afán por hacerse del partido y del dinero que representa, pese a que la dirigencia renunció al 75 por ciento de sus prerrogativas – lo que enfadó a sus detractores – la presidenta del Consejo Nacional ( y aspirante al cargo de presidenta), Bertha Luján, y otros “morenistas” han maquilado durante un año un proceso para tomar el partido “en forma ilegal” y mediante “aberraciones jurídicas”, al grado de la “celada” que, sostuvo, protagonizaron en la reunión del 26 de enero.
Agregó que en ese esfuerzo, Luján ha tenido el respaldo de su esposo, el abogado laboral Arturo Alcalde (ambos padres de la secretaria federal del Trabajo, Luisa María Alcalde).
En cuestión de peticiones de dinero citó el caso del Instituto de Formación Política del propio partido y mencionó en particular a dos colaboradores del diario La Jornada, Pedro Miguel y Rafael Barajas El Fisgón, y los “rapaces” que hay dentro del partido.
Más allá de las denuncias concretas de Polevnsky, que se explican por su intento de mantenerse al frente del partido, pues es candidata para (re) elegirse para un periodo completo, hay muchos aspectos para analizar en estas extensas declaraciones, luego de que procuró mantenerse alejada de los medios de comunicación a raíz de la mencionada asamblea del pasado 26 de enero, en la cual fue ¿electo? Ramírez Cuéllar.
Primero, cabe mencionar que en la entrevista, su autor, Alejandro Salas, aclara que se realizó en la “casona de Chihuahua 216, que fue oficina y luego sede de transición del presidente López Obrador”, mientras que el todavía no confirmado presidente Ramírez Cuéllar, ha utilizado las oficinas de la sede de la dirigencia nacional de Morena.
Al respecto, se debe recordar una nota informativa que aparece en el portal de Expansión, con fecha 27 de agosto del año anterior, firmada por Héctor Gutiérrez Trejo, en donde se da cuenta de que desde esos días Polevnsky empezó a usar como oficina la casona que había utilizado el presidente electo López Obrador.
“La dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, pasó de una humilde oficina en Santa Anita, Iztacalco, donde está localizada la sede nacional del partido, a despachar en una famosa casona de la colonia Roma, por la cual el partido paga 1.9 millones de pesos de renta anual”, dice el informe de Expansión.
Otro aspecto notable es la participación de Notimex y el amplio espacio que dedicó a la presidenta en funciones de Morena, algo que no es fácil de obtener para personajes de la política nacional.
Aunque el presidente López Obrador ha dicho que no interviene en los asuntos internos de su partido y también a pesar de las protestas de Polevnsky en contra de algunos miembros de su partido que utilizan para sus fines el nombre del primer mandatario, el hecho de que disponer de la misma casa donde despachó el presidente electo y en vista del amplio espacio que le concedió la agencia oficial, llevan a pensar que la conflictiva dirigente de Morena tiene un importante respaldo en los altos niveles del gobierno federal, si no es que directamente del creador y guía moral de ese partido, que responde al nombre de Andrés Manuel López Obrador.
Para apreciar mejor la dimensión del conflicto interno de Morena se deben tener en cuenta declaraciones del influyente diputado Pablo Gómez Álvarez, quien desconoció a Polevnsky como presidenta y aseguró que los militantes nombraron a un presidente provisional, el mencionado Ramírez Cuéllar, su compañero de Cámara.
“No tenemos, en Morena, dos presidentes — un presidente y una presidenta —, porque la compañera Yeidckol fue elegida como secretaria general y, de acuerdo con el estatuto, asumió el despacho de la presidencia. La presidencia del partido correspondía a Andrés Manuel López Obrador. Él ya terminó, pidió licencia, terminó el encargo, y el Congreso ha nombrado, no de manera definitiva, sino provisional, a un presidente”, manifestó el legislador que admitió que Morena tiene un lío, pero no una crisis.
“No creo que sea difícil resolver un lío. Lo que es difícil de resolver es una crisis”, dijo Gómez Álvarez en conferencia de prensa previa a la apertura del segundo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión.
Aseguró que nadie en Morena quiere destituir a Yeidckol Polevnsky, porque nunca fue presidenta, pues más bien estuvo como encargada de la presidencia, lo que no es lo mismo, precisó el exprecandidato al Gobierno de la Ciudad de México.
El ex militante del PRD y ex presidente del PSUM, admitió que no sabe cómo se va a resolver el problema de quién debe estar al frente de Morena, lo que sí sabe, explicó, es que su partido no está en crisis, porque un partido en crisis es un lugar en donde muchos, quizá la mayoría, se quiere ir, y a Morena, enfatizó, muchos quieren ingresar y uno de los temas internos es hasta dónde y cómo admitir a todos los que quieran ingresar.
Los normalistas de Ayozinapa no aprenden de las malas experiencias
Sin otro motivo aparente que allegarse alguna cantidad de dinero, el pasado fin de semana, jóvenes encapuchados que se dijeron alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa trataron de tomar las casetas de cobro a la salida de la Ciudad de México, en la autopista que lleva a Acapulco.
De acuerdo con los reportes oficiales, los jóvenes pretendían “tomar” las casetas de peaje de Tlalpan, para pedir “cooperación” a los numerosos automovilistas que trataban de aprovechar el puente largo, pero el grupo de aproximadamente 100 individuos, fue rechazado por elementos de la Guardia Nacional.
En respuesta, los presuntos normalistas hicieron destrozos y pintas en las instalaciones de Caminos y Puentes Federales.
Los jóvenes, muchos con el rostro cubierto y portando mochilas, llegaron en autobuses de pasajeros que tienen retenidos.
Con anterioridad, otros presuntos normalistas o los mismos, han realizado bloqueos en la misma autopista, en las casetas cercanas a Acapulco y Chilpancingo, igualmente con la finalidad de obtener recursos para financiar sus actividades.
Mientras la comisión especial creada por el actual gobierno con la finalidad de esclarecer la lamentable desaparición de 43 alumnos de la referida Normal de Ayotzinapa, los nuevos alumnos de ese centro educativo repiten los mismos procedimientos que sus perdidos antecesores.
Los jóvenes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, viajaban en autobuses secuestrados y buscaban la forma de obtener recursos para pagar el costo de su traslado a la Ciudad de México, pues supuestamente planeaban participar en la marcha que anualmente se organiza para repudiar los sangrientos sucesos del 2 de octubre de 1968.