Hombre con suerte
Armando Ríos Ruiz lunes 3, Feb 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Es inaceptable por donde se le vea, que el magistrado Francisco José Húber Olea Contró, de la Sexta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, haya resuelto imponer una multa de 10 millones de pesos al periodista Sergio Aguayo, por relacionar en una columna periodística al ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, con actos de corrupción.
Esta conducta convierte al impartidor de justicia en sospechoso de torcer la ley a voluntad, quizá para pagar a la familia política el favor que su hermano recibió, al aceptar de Rubén Moreira, mandatario del estado del norte y hermano de Humberto, una notaría.
Al negar que hubiera conflicto de intereses, el justiciero magistrado alega que hace más de 20 años no ha visto a su consanguíneo. Eso o más años no cancelan la deuda contraída cuando recibió el favor. La lógica obliga a pensar que Humberto le pidió dictaminar en contra del periodista, en virtud de que estaba obligado a corresponder.
También hace reflexionar en que, ¿por qué no demandó a las autoridades españolas que lo detuvieron en la península cuando tomaba un curso y estuvo varios días recluido en una cárcel, en espera de que se le instruyera juicio por delitos de corrupción, relacionados con su colusión con cárteles de la droga, concretamente con Los Zetas?
Porque allá no contaba con influencias para cobrar a las autoridades españolas la osadía. Con mucha suerte contó con la ayuda de las autoridades mexicanas del momento, específicamente con la del entonces presidente Enrique Peña Nieto, de quien se dijo, movió influencias para que dejaran en libertad a su protegido, actor importante en la presidencia nacional del PRI, cuando el mexiquense era candidato a la Primera Magistratura.
Reiteradamente, autoridades mexicanas han confirmado que existe una investigación en contra del político norteño, por diversos delitos. También existen toneladas de papel que denuncian actividades ilícitas de este personaje, desde Estados Unidos.
Pero tampoco demandó a las autoridades de la Unión Americana cuando, el 25 de mayo de 2012 lo señalaron como uno de los ejemplos de corrupción desde el gobierno. No demandó asimismo, a muchos personajes que lo relacionaron con muchos actos de corrupción, que curiosamente coincidían con su relación con la agrupación Los Zetas.
No es lo mismo demandar en España o en Estados Unidos, que en México, en donde cuenta con el ánimo de amigos de verdad, de esos que pueden hacer cambiar el destino de cualquiera que se atreva a decir exactamente lo mismo que se dice en otros lugares extra fronteras.
Hace muchos años se publicó a diestra y siniestra, la denuncia formulada por la Secretaría de Hacienda, que hablaba de la contratación irregular de créditos, después de que la Procuraduría General de la República comenzó a indagar sobre el endeudamiento desmesurado del estado que gobernaba, que se elevó, de 323 millones de pesos en 2011, a más de 36 mil millones de pesos.
En España no lo detuvieron sólo por sospechas o, como se dijo en el momento, por haber advertido que gastaba de manera inusual. Lo aprehendieron porque tenían conocimiento pleno de las transferencias millonarias que realizaba a cuentas en Europa y por muchas otras investigaciones que ya se habían hecho de sus actos en el gobierno de Coahuila.
Inclusive, coligieron, con base en indagatorias serias, que el hijo del político, José Eduardo Moreira, había sido asesinado por Los Zetas, porque su padre movía dinero sin tomar en cuenta a la organización criminal, con la que estaba muy comprometido en diferentes órdenes delictivos, que iban, desde mover numerario hasta la comisión de asesinatos.