Engrosando la estadística delictiva en París
¬ José Antonio López Sosa jueves 30, Ene 2020Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
París, Francia.- Sucede en todas las ciudades, es parte de la cotidianeidad que haya robos en todo sitio concurrido, así sea la urbe más segura pasa, la diferencia que noté en París es la despreocupación de los servidores públicos tras un robo.
Abordé con mi hijo la línea cuatro del metro en París, en la estación St. Placide, mi destino final era Havre-Caumartin en la línea nueve, por lo que tuvimos que hacer transbordo en la estación Strasbourg Saint-Denis. De una línea a la otra parecía todo normal, ya en la línea nueve muy poca gente, salvo un grupo de afrofranceces que esperaban junto con nosotros abordar.
Llegó el tren, al abordar todos lo hicieron por la misma puerta (la penúltima) y justo cuando las puertas iban a cerrar, otro afrofrancés se levanta de un asiento y corre simulando que debía bajar, en eso todos comienzan a empujarse contra mi y de inmediato siento como sacan mi cartera de la bolsa lateral de mi pantalón, luego entonces tomo la mano de quien la sustrajo y veo como se la pasa a otro que sale corriendo del vagón, jalé la palanca de emergencia y todos corrieron salvo el que tenía tomado por la mano, me hacía señas que él no había sido, que el otro que corrió lo había hecho. La policía nunca llegó, el tren cerró sus puertas y siguió su marcha, vaya un robo con tal fineza y concertación entre los hampones digno de admirarse.
Ni un solo policía dentro o fuera de la estación, nadie que pudiera orientarnos de dónde o cómo solicitar ayuda de la policía, sobre todo por los documentos y tarjetas que se fueron en manos de los amantes de lo ajeno y requieren de un acta para respaldar el robo.
Al preguntar por la oficina de policía donde poder hacer la denuncia, resultó estar a más de cuarenta minutos de distancia y el promedio de espera sería de unas cuatro horas para poder levantar una denuncia. Al conversar con diversas personas que han visitado París esto es muy frecuente, no solo el hecho que roben sino la desatención de las autoridades que, no muestran ninguna preocupación por asistir a las víctimas de la delincuencia.
Así engrosamos las estadísticas delincuenciales en París, esto no quiere decir que se trate de una ciudad peligrosa, más bien una ciudad donde el turismo se ha desbordado de tal forma que no hay voluntad ni infraestructura para asistir al turista en caso de una situación como esta, de un robo.
Por cierto, llevo mi vida entera viajando en el Metro de la Ciudad de México y es por mucho, más seguro que el de París, por aquellos que viajan a Europa y se suben a todos los metros, pero evitan el de México porque lo creen peligroso.
Finalmente, probé también que BBVA en México no sirve en estos casos de emergencia, no hay reemplazos al extranjero. American Express, tarda más de cuatro días en enviar un reemplazo, solo para contrastar sus anuncios frente a la realidad.
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