Trump tunde a AMLO con lo del muro, pero lo apapacha firmando el T-MEC
Roberto Vizcaíno jueves 30, Ene 2020Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Pégame, pero no me dejes. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? O aquella otra, esa de: usted no se meta, si me pega, es porque me ama…
Así es la muy fructífera pero muy insana y muy, muy denigrante relación entre Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump.
Y en medio estamos todos los mexicanos, los chairos y “antilopezobradoristas”, todos. Nada qué hacer con este par. Ni para qué recordar lo que decían uno y otro no hace mucho sobre la relación México-Estados Unidos.
– Trump: “van a pagar el muro”.
– AMLO, le responderé todas, no dejaré pasar ni uno sólo de sus insultos.
Hoy el ganador absoluto es Trump, porque desde que doblegó y sometió a López Obrador con lo de imponerle a México aranceles si no paraba el flujo migratorio de centroamericanos, todo es entre ambos miel y hojuelas.
Ambos se aman. Uno, el de EU, le pega, y el otro, el de México, le lanza besos y abrazos.
“Aunque me cuquen no me voy a pelear con él”, se disculpa López Obrador cuantas veces Trump agrede, amenaza e injuria a México. Y la amplia base que lo apoya, le aplaude. “No hay mejor presidente que este”, afirman sus amlovers. Los mismos que denostaban a Enrique Peña Nieto cuando el mismo Trump afirmaba que México pagaría el muro.
Hoy AMLO y su base chaira enmudecen cuando Trump afirma que los mexicanos ya estamos pagando el muro de contención de migrantes centroamericanos a través del despliegue de la Guardia Nacional.
Ni modo, no miente, es cierto, porque los mexicanos somos los que le pagamos a la Guardia Nacional. Y la Guardia Nacional es en los hechos el muro de contención de Trump contra la migración centroamericana como lo pactó López Obrador vía Marcelo Ebrard.
Trump, como dijo el clásico Paco Ignacio Taibo II, se la… a AMLO. A quien no le queda más que sonreír y pedir el aplauso chairo.
Y, bueno, el apapacho de Trump vino ayer, después del madrazo, cuando el presidente norteamericano firmó el documento final del T-MEC en un acto en la Casa Blanca con la asistencia del secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, no de AMLO, porque ustedes ya saben, el presidente de México no viaja fuera del país.
“Victoria colosal”
La frase es de Trump, quien agregó:
“Por fin estamos terminando con la pesadilla del TLCAN”, indicó.
Y es que, como acá López Obrador, allá Trump prometió a sus votantes que cancelaría el TLC.
Ese TLC construido y firmado contra la oposición de muchos, entre ellos López Obrador, en 1994 por los presidentes de México Carlos Salinas, de EU George Bush y el primer ministro de Canadá Brian Mulron.
Reconocido como el instrumento más neoliberal del mundo en su momento y a lo largo de sus 25 años de vida.
Trump, sonriente, jocoso –como acá López Obrador-, convirtió la firma de la extensión del TLC, ahora nombrado T-MEC, pero que en esencia es más de lo mismo en un triunfo personal.
Ni lo canceló ni modificó radicalmente. El T-MEC seguirá como el instrumento más eficaz de la relación comercial bilateral entre México-Canadá-EU que representa más de 500 mil billones de dólares anuales.
“Por primera vez en la historia de Estados Unidos, hemos reemplazado un acuerdo comercial desastroso que recompensaba el outsourcing con un acuerdo comercial verdaderamente justo y recíproco que mantendrá empleos, riqueza y crecimiento aquí en los Estados Unidos”, resumió Trump.
Y agradeció a AMLO por su “increíble amistad”.
Pos como no si todo le cumple.
Ahí, más sonrientes y felices estuvieron: Marcelo Ebrard junto a Jesús Seade, la titular de Economía Graciela Márquez; la subsecretaria Luz María de la Mora y la embajadora Martha Bárcena.
Ebrard consideró que con esta firma, “la etapa de incertidumbre para nuestra economía va concluyendo”.
Nadie por supuesto recordó que esta negociación la iniciaron hace 2 años dentro de los peores augurios y amenazas de Trump, quien salía un día y otro también, a decir que cancelaría de inmediato el TLC, el presidente Enrique Peña Nieto y sus secretarios de Hacienda y Economía, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo a quienes incluso se llegó a calificar de traidores, porque utilizaron su relación personal con Kuchner, el esposo de la hija de Trump para evitar que el nuevo presidente hiciera una locura.
Ahora falta que Canadá termine el trámite para su aprobación completa.
Va outsourcing y reforma judicial
Y mientras esto ocurría en Washington y en Palacio Nacional, en el Senado la parlamentaria de Morena ratificaba los 17 proyectos legislativos dados a conocer hace 15 días por Ricardo Monreal.
Entre ellos dos muy complicados: la reforma del outsourcing y la reforma judicial que advierte una fuerte sacudida a la Suprema Corte, al Consejo de la Judicatura y a la red de ministros y magistrados, jueces y sus círculos en el país.
Monreal no desechó tampoco entrarle de lleno al tema de la despenalización de la marihuana y adelantó que lo del outsourcing se va a iniciar a tramitar el 12 de febrero cuando se instale la sesión correspondiente de parlamento abierto para escuchar a todos los que quieran expresarse.
Napoleón Gómez Urrutia, líder minero y presidente de la Comisión del Trabajo será quien presida a su vez los trabajos de ese parlamento abierto.
Al inaugurar la parlamentaria, el coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política dio la bienvenida a Higinio Martínez, quien se reintegró después de una breve licencia.
Luego los senadores de Morena se echaron el rollo del secretario de Seguridad, el sonorense reconocido como una de las viudas de Colosio, Alfonso Durazo quien repitió que los mexicanos tendrán que esperar ahora hasta diciembre para ver un avance en la lucha contra la ola de ejecuciones y la inseguridad en el país.
Durazo aprovechó para informar que se enviarán once iniciativas “para fortalecer la lucha contra la violencia”.
Conociéndolo, Monreal le pidió señalar la fecha precisa en que se presentarán dichas iniciativas al legislativo para su análisis y tramitación.
Durazo hizo como la virgen le hablaba y no respondió nada.
Previamente la senadora Mónica Fernández, presidenta del Senado abrió los trabajos de los senadores de Morena a quienes se sumaron los legisladores del Partido del Trabajo, el desaparecido Encuentro Social y Verde Ecologista.
Durante la plenaria morenista se informó que luego de la instalación del periodo ordinario prevista para el sábado 1 de febrero, la primera sesión del Senado será el miércoles 5 a las 16.00 horas, porque los senadores irán primero al acto del 5 de Febrero en Querétaro.
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