¡Al abordaje mis cosacos!
Freddy Sánchez martes 28, Ene 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Lo que hay que ver y oír en torno a las ásperas lides de la política.
Y es que bien podría decirse que donde “la caballada está flaca”, sencillamente: “se armó la gorda”.
Quizás la razón que explicaría porque en Morena donde todo debería ser “amor y paz”, ahora existe una guerra sin cuartel.
A falta de un liderazgo fuerte en una sola persona, ( y ante la escasez de figuras de gran peso político individual como es el caso de Andrés Manuel), sus discípulos francamente escuálidos en lo que se refiere a dimensiones propias para emular “al jefe máximo” , simplemente optaron por echar a pelear a sus mujeres.
Las que, definitivamente, entre los aspirantes al liderazgo de Morena, son las mejor posicionadas en cuanto a relevancia e influencia entre los “morenistas”, actualmente “rasgándose las vestiduras” como sucedió en el PRD con las famosas “tribus”, por lo visto heredadas por el Partido del Movimiento de la Renovación Nacional.
Así que las dos damas con mayor notoriedad en el manejo del partido decidieron confrontarse abiertamente en un tú por tú, en una clara muestra de acaparamiento de poder.
La señora Luján y Yeidckol parecen estar asumiendo la postura de las dos reinas en un tablero de ajedrez, que como si un cerebro las manipulara estuvieran en franca confrontación hasta ver cual de ambas se elimina, después de haber desconocido a su rey y sin importar cuantas de sus piezas estratégicas se pierdan en esta “guerra fratricida”.
Y en este caso entonces, más que justificada estaría la expresión aquella de: ¡pero, qué necesidad!.
Donde todo debería ser “miel sobre hojuelas”, se apersonó la “mano negra” de la discordia y corrupción del poder por el poder.
Y ante esa lucha entre mujeres y grupos “morenistas”, lo que no deja de causar asombro es que el fundador del partido, ni suda ni se “acongonja”.
Porque a juzgar por lo que ha dicho del conflicto en el partido que él llevó al poder, ( y no al revés), lo que está sucediendo entre sus correligionarios al Presidente López obrador, lo tiene sin cuidado.
Bueno, también hay que recordar que Andrés Manuel manifestó hace tiempo, que si prosiguiera cayendo en descomposición interna el partido de Morena, optaría por renunciar.
Algo que de suceder, sería el equivalente a “escarbar una tumba”, a donde se estaría “enterrando” al Partido hoy por hoy más influyente de México.
Y quizás entonces, Andrés Manuel, con “una mano en la cintura”, podría darse el lujo de crear un nuevo partido político que si bien, no estaría presente para las elecciones intermedias, en las nuevas presidenciales, de seguir manteniendo para entonces su popularidad, ese nuevo partido del presidente, seguramente, volvería a quedar en el mando presidencial.
Claro que todo eso, obviamente, sería una auténtico trajín, absurdo e innecesario, pudiéndose simplemente “dar un buen manotazo” sobre la mesa para aplacar las disputas en “Morena” para reafirmar su conducción con un sólido liderazgo que logre buenos resultados electorales, de apoyo para Andrés Manuel, en las elecciones a realizarse el próximo año, en que se renovará la Cámara de Diputados, la cual de no seguir siendo virtualmente “gobernada” por los morenistas, eso se traduciría en una grave pérdida para el gobierno en turno.
Y por lo mismo, es de vaticinar que los pleitos en el partido de Andrés Manuel se disolverán “mágicamente”.
De modo que la disputa por el poder partidista concluya sin mayores daños al quedar subsanados todos los conflictos en Morena. Lo que de momento dibuja un panorama tétrico para el futuro de “La Cuarta Transformación”.
Y es que al menos en apariencia los conflictos actuales se pretenden resolver al estilo de la piratería como si se tratara de asaltar un barco después de escuchar una voz diciendo con estruendo: ¡al abordaje mis cosacos!