“Con promesas alcanzaron el poder, pero nos mintieron”
Opinión lunes 27, Ene 2020De la carpa a las letras
Arturo Arellano
La semana pasada platicábamos sobre la organización “Payasos sin fronteras”, encargados de llevar risas y alegría a las personas en medio de zonas de conflictos bélicos y prometí que esta semana ahondaríamos en la vida y trayectoria de su artífice, el maestro Tortell Poltrona, payaso español, no obstante tendremos que postergarlo, puesto que hoy quiero aprovechar este espacio para invitarlos a la reflexión, sobre algunos hechos que acontecen en nuestro país: La entrada de migrantes por la frontera sur, el armamiento de niños en Guerrero y la falta de medicamentos para niños con cáncer.
Esta semana tres acontecimientos me hicieron vibrar con tristeza, el primero los intentos de ingreso por la fuerza a nuestro país, de parte de migrantes centroamericanos, entre los que había bastantes menores de edad, todos bajo el argumento de estar huyendo de la violencia y la pobreza en sus respectivos países, no saben quizá que en México la cosa tampoco va del todo bien y en lugar de recibir el abrazo fraterno de los mexicanos, se encontraron con el tolete y los gases lacrimógenos de la Guardia Nacional en la frontera.
“Con promesas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron. No han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres, sólo ellos. Pero esclavizan al pueblo”, y así mismo sucede alrededor del mundo en este momento a pesar de que estas líneas fueron dichas por Chaplin hace más de 50 años. Particularmente en México hemos sido engañados, deslumbrados por una promesa de cambio real a favor del pueblo y ahora quienes más padecen las consecuencias de esta treta, son nuestros niños.
El segundo hecho fue ver (aunque no es la primera vez) a niños portando rifles para defenderse junto con sus familias del crimen organizado en Guerrero, particularmente del grupo delincuencial “Los Ardillos”. Y mientras tanto, en las butacas del circo se respira cada vez más la ausencia de sus risas, de su ilusión y alegría, han cambiado obligadamente los libros, los balones de futbol, las caricaturas y sus sueños por las balas.
El tercer hecho fue ver a padres de familia desesperados ante la falta de medicamentos para sus hijos enfermos de cáncer, ¡Qué vergüenza!, las autoridades mexicanas no deberían tener cara para plantarse frente a la prensa todos los días a las seis de la mañana y sonreír, hacer bromas y salirse por la tangente como si nada de esto estuviera sucediendo.
Me sorprendió ver el hashtag #ElMejorComedianteDelMundo en Twitter la semana pasada, ingenuamente pensé que algo extraordinario en materia humorística estaba sucediendo y me apresuré a entrar, para toparme con la sorpresa de que el comediante a quien se referían era al presidente de nuestro país. No señor, no es usted un payaso, ni un comediante, ni nada que se le parezca, porque cuando se declara que un país ha tenido el año más violento en su historia y que quienes resultan mayormente afectados son los niños, no hay motivos para reírse, ninguno.
“En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres trabajo. Y dé a la juventud un futuro. Y a la vejez, seguridad. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar barreras nacionales. Para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad”: Chaplin.