Un virus, más mortal que un ataque terrorista
Luis Muñoz miércoles 22, Ene 2020Segunda vuelta
Luis Muñoz
Hace unos días la Organización Mundial de la Salud dio a conocer una lista de 13 desafíos que amenazan la sanidad en el planeta para la nueva década.
La lista refleja la profunda preocupación por el hecho de que los líderes mundiales no están invirtiendo suficientes recursos en las prioridades sanitarias ni en los sistemas básicos de salud, lo que pone vidas, medios de subsistencia y economías en peligro.
Para la OMS, aunque ninguno de esos problemas es fácil de abordar, la salud pública es, en última instancia, “una elección política” como demuestra el hecho de que la diferencia de la esperanza de vida es según uno viva en un país rico o en uno pobre.
Por tanto, señala, “tenemos que darnos cuenta de que la salud es una inversión en el futuro; los países invierten mucho en proteger a su gente de los ataques terroristas, pero no contra el ataque de un virus, que podría ser mucho más mortal y mucho más dañino, económica y socialmente; una pandemia podría poner de rodillas a la economía y a las naciones”.
Por todo eso es importante tomar en cuenta que con la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 acercándose rápidamente, la Asamblea General de la ONU ha subrayado que los próximos 10 años deben ser una década dedicada a la acción. No hay más.
EN 2052 HABRÁ 2 MIL MILLONES DE ANCIANOS…Sabía usted que la proporción de personas mayores está aumentando rápidamente en todo el mundo?
Según se calcula, entre 2015 y 2050 dicha proporción casi se duplicará, al pasar de 12% a 22%, lo que significa que en números absolutos el aumento previsto es de 900 millones a 2 000 millones de personas mayores de 60 años.
Lo peor es que los adultos mayores pueden sufrir problemas físicos y mentales que es preciso reconocer, diagnosticar y atender.
Organismos de salud sostienen que más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural, sin contar los que se manifiestan por cefalea (dolor de cabeza) y el 6.6% de la discapacidad en ese grupo etario (de edad) se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. Estos trastornos, afirman, representan en la población anciana un 17.4% de los años vividos con discapacidad; la demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad. De acuerdo con la OMS, los trastornos de ansiedad afectan al 3.8% de la población de edad mayor y los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas, casi al 1%; asimismo, aproximadamente una cuarta parte de las muertes por daños auto-infligidos corresponden a personas de 60 años de edad o mayores. Es frecuente que los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas en los ancianos se pasen por alto o se diagnostiquen erróneamente.
Personal sanitario y los propios ancianos no reconocen los problemas de salud mental en su verdadera dimensión, y el estigma de las enfermedades mentales propicia que las personas sean aún más reacias a buscar ayuda.
LOS FACTORES DE RIESGO…Se ha dicho que a lo largo de la vida son muchos los factores sociales, psíquicos y biológicos que determinan la salud mental de las personas. Además de las causas generales de tensión con que se enfrenta todo el mundo, muchos adultos mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo.
También, entre la población adulta, son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, o la discapacidad. Todos estos factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia.
Para los especialistas, la salud mental influye en la salud del cuerpo, y a la inversa. Por ejemplo, los adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas más elevadas de depresión que quienes no padecen problemas médicos. Por el contrario, la coexistencia de depresión no tratada y cardiopatía en una persona mayor puede empeorar esta última.
Los adultos mayores también son vulnerables al maltrato, sea físico, sexual, psicológico, emocional, económico o material; al abandono; a la falta de atención y a graves pérdidas de dignidad y respeto. Los datos actuales indican que una de cada 10 personas mayores sufre maltrato. Por cierto, el maltrato de las personas mayores no se limita a causar lesiones físicas sino también graves problemas psíquicos de carácter crónico, como la depresión y la ansiedad.
En cuanto a la pérdida de memoria es un síndrome que se caracteriza por la mengua de la capacidad de pensar, trastornos del comportamiento e incapacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana; afecta principalmente a los ancianos, pero no es una parte normal de la vejez. Se calcula que en el mundo hay unos 47.5 millones de personas aquejadas de demencia. Se prevé que el número de estas personas aumentará a 75.6 millones en 2030 y a 135.5 millones en 2050; además, la mayoría de esos pacientes vivirán en países de ingresos bajos y medianos.