AMLO nos da el avión
¬ Edgar Gómez Flores lunes 20, Ene 2020Con mi mano izquierda…
Edgar Gómez Flores
Empezamos 2020 con nuestra realidad y, en México, parte de ésta son las ocurrencias y frases dicharacheras de nuestro Presidente. Desde el “Eso si calienta” contestado al periodista mexicano de Univisión Jorge Ramos, por cuestionarle sus resultados en materia de seguridad; hasta “la rifa del avión presidencial”, nos hace pensar que no tendremos un cambio en la comunicación de nuestro primer mandatario.
El tema de la comunicación pudiera parecer algo de forma. Sin embargo, la forma se empieza a volver fondo cuando el Presidente estira la liga de su popularidad y esta no se debilita, mucho menos se rompe. ¿Serán estas ocurrencias una estrategia planeada de comunicación social o serán ideas vagas, producto del centralismo del poder y la mala información con la que cuenta el Presidente? En el caso de que fuera la primera opción, creo que él tiene buenos resultados. Lo explico. El Presidente puede decir lo que se le ocurra, sin información, en un tono de broma y burla y sus seguidores no dejan de confiar en él. Esto, es algo que Andrés Manuel ha probado y ya tiene datos. Sus “torpezas” no merman su popularidad. Pudimos ver cómo las fuerzas del orden federales soltaron en octubre 2019 a Ovidio Guzmán y con seis distintas explicaciones y dos conferencias de prensa ríspidas pudo, su equipo, seguir adelante. También escuchamos cómo se evade el debate de la seguridad pública argumentando que, aun cuando 2019 es el año más violento después de la Revolución Mexicana, se ha detenido la pendiente de crecimiento; lo cual podría ser buena noticia si el problema empezara, pero no en los niveles de 36,000 homicidios anuales que parece veremos en las cifras del año anterior.
Estas ocurrencias llegaron a su límite la semana pasada cuando planteó la solución económica para recuperar el costo del avión rechazado como avión presidencial. Y en este punto creo que la decisión de no volar en una aeronave de esas dimensiones físicas y económicas (120 millones de dólares aproximadamente) es entendible, en el contexto de una austeridad republicana. Sin embargo, desconocer que el avión se encuentra en un proceso de arrendamiento financiero lo que implica que su venta generaría un recuperación económica de casi “cero”, o plantear la rifa de un avión es algo que genera enojo, risa y principalmente varios cuestionamientos. ¿El Presidente habla en serio? fue una ocurrencia suya o de su gabinete, platicó este tema con el Director de la Lotería Nacional, con el Director de Banobras (quien coordina la enajenación del avión) o simplemente en el camino venía escuchando a Chava Flores, cantautor popular mexicano, cuando en la canción “a que le tiras cuando sueñas mexicano” se le metió la frase “hacerte rico en loterías con un millón”.
Parece 2020 será un año ocurrente de nueva cuenta. Debemos dar seguimiento puntual a los verdaderos problemas del país; la seguridad pública (con la consolidación de la Guardia Nacional), el crecimiento económico (el cual fue “cero” en 2019), el reparto de los programas sociales y el desempeño de la inversión pública que se concentra (mínimo en el discurso) en el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía.
El concentrarnos y distraernos con las ocurrencias de Andrés Manuel hará que nuestro Primer Mandatario un año más “nos dé el avión” y ahora sí hasta con hangar.