País sin ley
Armando Ríos Ruiz lunes 20, Ene 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Siempre que se habla de lugares en donde la delincuencia actúa por sus fueros y hace labores colaterales a las de las autoridades; se desplaza a sus anchas e impone su peso porque es, sencillamente, dueña de vidas y haciendas, se señala a un “pueblo sin ley”. Pero ahora, esa práctica ocurre en todo el país, a lo largo y ancho. Luego entonces, el calificativo cambió.
La semana pasada se suscitaron diversos hechos altamente delictivos en lugares distantes unos de otros. Llamaron la atención, la emboscada en las cercanías de Chilapa, Guerrero, rumbo a la región denominada La Montaña, en donde 10 indígenas fueron brutalmente asesinados y sus cuerpos incinerados hasta quedar completamente irreconocibles.
Se trataba de indígenas integrantes de la agrupación denominada Sensación Musical, que regresaban de cumplir con un compromiso en una fiesta en un poblado vecino. Cuando pasaban por el poblado de Mezcalcingo fueron emboscados, posiblemente por el grupo delictivo “Los Ardillos”, oriundos de esa zona.
Se ignora el motivo y se asegura que no lo hay. Por eso, minutos más tarde, cientos de indígenas solicitaron el apoyo de la Guardia Nacional, misma que se negó a prestarles auxilio. Aconsejaron que mejor acudieran al Ministerio Público de Chilapa. Luego se asentaron en un cruce importante de la carretera.
Dijeron que no permitirían que nadie los quitara de ahí y que ellos no lo harían por su voluntad, hasta que les entregaran los cuerpos de sus familiares, totalmente calcinados.
“Los Ardillos” conforman la agrupación de narcotraficantes, oriunda de Olinalá y otros poblados cercanos, en donde el Presidente dijo en campaña, que amnistiaría a los malhechores.
El mismo día, en diferentes lugares de la misma entidad, los moradores reportaron que vivían un clima de tensión por las múltiples amenazas recibidas de los grupos delictivos que operan en cada rumbo
Mientras tanto, en un estado distante, en Chihuahua, también se suscitó un hecho que llamó la atención, por la rabia desmesurada utilizada por sus ejecutantes.
En el pueblo Las Pomas, Chihuahua. Municipio de Maderas, un comando formado por más de 100 hombres armados hasta los dientes, se dieron a la tarea de incendiar 22 casas y cuatro vehículos, hasta que las llamas consumieron completamente todo.
Hubo varias denuncias y todas coincidieron en que se trataba de un grupo muy nutrido de narcotraficantes que se movían de un lado para otro incendiando todo lo que estaba a su alcance.
Coincidían asimismo que el grupo se llevó a la fuerza a cinco hombres, a quienes ataron y arrastraron, de quienes a la fecha, se desconoce el paradero y hasta hay sospecha de que ya estén muertos
Si lo anterior no es “narcoterrorismo”, que alguien haga favor de precisar cómo se llaman esos actos llenos de salvajismo atemorizante, que practican grupos sumamente bestiales, que parecen participar en una extraña competencia para establecer quién es el peor.
Por razones como las anteriores, es que la Cámara Nacional de Comercio de Matamoros, Tamaulipas, solicitó permiso para que los comerciantes se armen, a causa de los constantes y cuantiosos robos de que son víctimas todos los días y a todas horas, toda vez que las autoridades son más que incompetentes.
Abel Morón Guzmán, presidente de la Cámara, asegura que los mismos delincuentes saben que pueden actuar a placer, ya que nadie les hará frente. Esa es la nueva incultura.