Fustiga magistrado Elías Azar a justicia alejada del sentimiento social y cercana a los intereses del poder
* Especiales, Cd. de México jueves 3, Mar 2011- En sesión pública del Pleno, subrayó que la justicia no satisface, porque aún hay jueces que dicen: yo no tengo la culpa de esa resolución, la culpa es de la ley
- Durante el acto, rindieron protesta 10 nuevos magistrados, tres jueces, y se dio posesión a dos magistrados ratificados
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), magistrado Edgar Elías Azar, fustigó a la justicia que el ciudadano siente y resiente, que no se cumple, tan alejada del sentimiento social y tan cercana a los intereses del poder; aquella, añadió, que no satisface porque muchos jueces aún dicen: yo no tengo culpa de esa resolución, la culpa es de la ley.
En sesión pública del Pleno de magistrados, consideró que lograr una justicia confiable no es fácil, tras décadas de abuso, burocracia e indiferencia, y de mirar los expedientes de lo justiciable como un número y no un nombre.
Ante dos magistrados ratificados y 10 nuevos magistrados y tres jueces, los cuales rindieron protesta, enfatizó que los instrumentos requeridos para alcanzar el anhelo de una justicia confiable son: presupuesto adecuado; leyes actuales; un palacio de justicia –no visto como ostentación sino de dignidad judicial; jueces talentosos y justicia especializada.
Asimismo, el magistrado Elías Azar advirtió que ser juzgador implica mano firme y mente diestra. “No puede temblar esa mano que firma una resolución ni titubear el intelecto”, añadió al dar la bienvenida a los impartidores de justicia.
Se refirió al anhelo de una justicia confiable, como el proyecto más importante de la institución.
“Nuestro proyecto más importante es lograr que el anhelo de una justicia confiable en el Distrito Federal se convierta en un acto de justicia que se suma a la vida cotidiana tersamente, como algo más, que siempre ahí está, para resolver en ella y con ella nuestros eventuales conflictos de intereses”, recalcó.
Comentó que, actualmente, el TSJDF se ha posicionado en una mejor y más fuerte condición de cara a la opinión pública, y subrayó que no se cejará en la responsabilidad de mantener incólume la autonomía y el prestigio de la judicatura.
Se refirió a las medidas y mejoras en el Poder Judicial capitalino. Dijo que los casi ya 40 meses de su gestión, los ha dedicado a diagnosticarlas, diseñarlas, consensuarlas e impulsarlas, a fin de introducirlas sin tregua, sin pausa, y con perseverancia.
Expresó que las mejoras exigen audacia y valor bien entendido, además de estrategia calibrada y un programa definido que dé rumbo y sentido de la oportunidad.
“El tiempo es hoy mismo y lo aprovecharé hasta su último minuto, aunque crujan algunas conciencias rancias y algunos abolengos sin sustento”, aseveró.
Hizo un llamado a la unidad y a privilegiar el diálogo, porque consideró que la interlocución es la mejor manera de despejar posibles desencuentros o simplemente para aclarar puntos de vista diversos y hacerlos converger en un propósito común.
“Para caminar con celeridad y seguridad, es necesario atender sólo trincheras que nos protejan del exterior, pero es absurdo e inútil abrir frentes de confrontación en la vida interna de las instituciones públicas. Eso desgasta y demerita no a los hombres, que somos transitorios, sino a las instituciones que nos trascienden”, advirtió.
En el acto, se dio posesión a los magistrados ratificados Elsa del Carmen Arzola Muñoz y Rogelio Antolín Magos Morales.
Asimismo, se tomó protesta a los magistrados Elfego Bautista Juárez, Irma Guadalupe García Mendoza, Rafael Guerra Álvarez, María del Carmen Loredo Abdalá, María Rosario Marenco Ortega, Celía Marín Sasaki, Álvaro Augusto Pérez Juárez, Edilia Rivera Bahena, Martha Patricia Tarinda Azuara y Mónica Venegas Hernández.
Al igual que a los jueces Fernando Serrano García, Georgina Ramírez Paredes y Francisco Neri Rosales.