Payasos, en medio de soldados
Opinión lunes 20, Ene 2020De la carpa a las letras
Arturo Arellano
“¡Soldados, no os rindáis a esos hombres! que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, qué pensar y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado. Y como a carne de cañón”, son las palabras parte del discurso de Chaplin en su cinta “El gran dictador”, de la que platicábamos en la entrega pasada de esta columna, hoy las retomo para compartirles el resto de su discurso, pero también para celebrar y destacar que aún existen en la actualidad personajes que defienden este tipo de ideales, payasos que se infiltran entre los soldados para llevar un poco de paz en forma de sonrisas, un poco de olvido en medio de su ridículo caminar y expresarse.
De entre todas las organizaciones o colectivos dedicados a llevar la nariz roja a los lugares menos pensados, destacaré hoy el trabajo de Payasos sin fronteras, cuyos orígenes se remontan al año de 1992 y cuya misión, dicen, es mejorar la situación emocional de la infancia que padece las consecuencias de conflictos armados, guerras o catástrofes naturales; mediante espectáculos cómicos realizados por payasos y payasas profesionales voluntarios.
Según estiman, son más de un millar de artistas profesionales de las artes escénicas los que han pasado por las filas de este ejército, que se ha dedicado a llevar el humor a zonas de conflicto. 1993, de la mano de Tortell Poltrona, se funda la organización y se realizan 8 acciones en Croacia, en lugares como la capital, Zagreb, Península de Ístria, Split en la costa dálmata, y otras localidades en las que vivían niños afectados por el conflicto bélico de la ex-Yugoslavia.
Posteriormente, en 1994 se da continuidad a las acciones a Croacia en el contexto de la guerra que se vive en la ex Yugoslavia. Se hacen 9 acciones más en Croacia, 4 en Bosnia y dos combinadas en ambos territorios. También se inician actividades con la infancia saharaui refugiada en Tindouf (Argelia) y en Gaza (Palestina). Mientras que en Brasil se realizan actividades de pasacalles en barrios afectados por la exclusión social.
“No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y corazones de máquinas. Vosotros no sois máquinas; no sois ganado. Sois hombres. Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones. No el odio. Sólo los que no aman, odian. Los que no aman y los inhumanos”. Es la invitación de Chaplin a los soldados armados en medio de las guerras, petición que lamentablemente no han escuchado a pesar de que gente como los Payasos sin Fronteras han hecho resonar a través de los años.
“¡Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad! En el capítulo XVII de San Lucas se lee: el reino de Dios está dentro del hombre. No de un hombre ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. En vosotros. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa. De convertirla en una maravillosa aventura”, dice con potencia Chaplin ataviado en un vestuario que se mofaba del entonces líder nazi Adolfo Hitler y vaya que hizo eco, vaya que muchos aún guardamos la esperanza de que las cosas en algún momento cambien para bien, pero sumado a la esperanza hay que tomar acciones, como las que aquí les platico, en este caso de parte de Payasos sin frontera y de quienes les seguiré contando en la siguiente “Carpa”, lo mismo que de su fundador, el maestro Tortell Poltrona.