Circo, maroma y teatro siembra en la niñez la semilla del teatro
* Especiales, Espectáculos jueves 3, Mar 2011- El Pabellón de Alta Tecnología inicia su temporada 2011 con un espectáculo novedoso, un cuento donde se reúne el teatro, el circo, la música y los valores, ¡sí!, los valores
Gloria Carpio
En Circo, maroma y teatro nos adentramos en un cuento donde un inquieto niño emprende un viaje a un mundo de sueños e imaginación de la mano del mítico Maestro de Ceremonias. Juntos descubrirán un mundo lleno de magia y comedia, de proezas y habilidades increíbles y sobre todo de valores. ¡Sí!, esto es parte de lo que sucede en la puesta en escena Circo, maroma y teatro que se presenta en el Pabellón de Alta Tecnología de la Plaza Inbursa de Cuicuilco.Se trata de un nuevo concepto que pretende ser una semilla para que los niños aprendan a ver y amar al teatro, a valorar los actos de acrobacia y malabarismos, que son el ingrediente fundamental del circo.
Y se pretende que sea una semilla que germine, cuya cosecha no verán las actuales generaciones, sino las futuras. Se trata de formar las audiencias de teatro de la década de los “veintes” (2020) y para quienes concibieron la idea, los frutos se verán hasta entonces.
Y esta es la apuesta que hicieron Xavier López Miranda (hijo de Javier López Chabelo y Edgardo Lar, para quienes quieran apostarle a largo plazo a la educación de sus hijos, pues son las primeras letras de lo que sería el teatro, con un anzuelo muy sugestivo, que es el teatro musical, digerido por cualquier persona y de cualquier edad.
Como todas las obras experimentales, este espectáculo sólo hará una temporada de ocho semanas y los niños que asistan serán privilegiados con este montaje, que por ser de capital semilla, no pretende ser ni siquiera taquillero, ya que es para inculcar en los niños el amor por el teatro y no hizo cuentas alegres acerca de la recuperación de la producción.
López Miranda partió de la premisa de que en nuestro país el teatro está dañado y es preciso comenzar a inculcar valores entre la niñez a través de una historia escénica, por lo cual hay 20 actores jóvenes, que seguramente dentro de diez años, serán los consagrados que cosechen los frutos de esta siembra.
Para ello se hicieron audiciones no sólo entre los actores jóvenes, sino entre quienes dominan acrobacias y malabarismos, aprovechando que en México existe demasiado talento para estas actividades (lo prueban los jóvenes que practican el uso de la patineta en los parques y jardines).
El montaje se estrenó el 19 de febrero para reemplazar lo que fue La Villa de Santa Claus y es un reto, en razón de que se tiene que garantizar al mismo tiempo la diversión de los infantes y de toda la familia en general.
A lo largo del montaje se presenta un cuento, donde un inquieto niño emprende un viaje al mundo de los sueños y la imaginación, de la mano de un mítico maestro de ceremonias de un circo de barrio, con quien descubre la magia circense y que en la vida es fácil y subyugante fantasear.
Entre los 20 actores que participan en este montaje sobresalen Diego Tovar, Mauricio de Montellano y Rulo.
Los productores informaron que de tener éxito este montaje ya se prepara otro, que incorporará el tema de la autoestima de los niños, bajo el mismo concepto, tomando como herramienta las artes escénicas para dar una narrativa a los pequeños.