El Guasón está aquí. ¡Hay que detenerlo!
Francisco Rodríguez viernes 17, Ene 2020Índice político
Francisco Rodríguez
El Guasón, una película sobre el descenso de un hombre a la locura, se ha convertido en la producción cinematográfica más taquillera de los últimos tiempos. A pesar de la advertencia a los espectadores de que el caos ficticio de la cinta generaría imitadores en el mundo real, la gente ha acudido frenéticamente a las salas de proyección.
Joker, como se le conoce en el mundo sajón, revela la cara del intérprete, Joaquín Phoenix, galardonado en cuantos festivales cinematográficos se ha presentado, representando a un destructor nato y a la ideología del destruccionismo, demostrando que la realidad siempre puede superar a la ficción.
El temor de que alguien imite al Guasón ignora que la película es la que calca la historia de quienes, al no poder crear, tapan sus fracasos destruyendo lo existente. Es como la rebelión de la impotencia ante la crueldad dura de la realidad. El mejor crítico cinematográfico de la película es el propio espectador.
El Guasón no sólo es el enemigo eterno de Batman. También es uno de los villanos más conocidos de los cómics, que ha aparecido en producciones memorables tanto en la pantalla grande como en la televisión. Treinta años después de que Jack Nicholson interpretara magistralmente al payaso malvado, Phoenix se presenta con una historia más reveladora.
Phoenix interpreta a Arthur Fleck, un hombre «ignorado por la sociedad», que finalmente se convierte en uno de los villanos más grandes de Ciudad Gótica. La película ha polarizado a los críticos, pues la partitura y los valores de producción son elogiados, mientras que el tono oscuro, la descripción de la enfermedad mental y el manejo de la violencia han dividido las respuestas entre la grey cinematográfica.
Las preocupaciones de generar violencia en el mundo real son evidentes. El cine donde se produjo el tiroteo masivo del 2012 en Aurora, Colorado, durante una proyección de The Dark Knight Rises se negó a proyectarla. A pesar de esto, el Guasón ha recaudado más de mil millones de dólares.
En la cinta se relata que Arthur Fleck, Joaquín Phoenix, trabaja como payaso a sueldo y vive con su madre enferma en una Ciudad Gótica que se derrumba bajo el desempleo, el crimen y la ruina financiera, dejando a la población empobrecida y privada de sus derechos elementales. Hasta ahí el Guasón es una víctima.
El Guasón sufre de un trastorno neurológico que lo hace reír en momentos inapropiados y obtiene su medicación subrepticiamente en una clínica reservada. Después de que un grupo de jóvenes lo atacan en un callejón, alguien le presta un arma para defenderse. No tardan en presentarse las oportunidades de desaguisados.
Los asesinatos en masa comienzan involuntariamente un movimiento de protesta contra los ricos de Ciudad Gótica, con manifestantes portando máscaras de payasos imitando la imagen del asesino no identificado. Algo que ya fue replicado en España en la popular serie proyectada por Netflix La Casa de Papel.
En su larga vida criminal, una pesadilla para Batman, el héroe central de la Ciudad, el Guasón se convierte en una auténtico perdona vidas, alguien que está tocado para repartir dones y desgracias, para ser ubérrimo o letal, según se presente el caso para las aspiraciones electorales de Bruno Díaz, el antagónico.
La cinta cinematográfica ha emparentado brutalmente con el hecho político real, pues mientras en Estados Unidos, Donald Trump esquiva a base de mentiras y falsedades el juicio político, en México nos extrañamos de que la clase política sirva como el ejemplo vivo para la masacre de Torreón e insistimos en culpar a los abuelitos. Esos ascendientes que tienen siempre la culpa de las conductas contestatarias de los nietos, como en todo rancho grande que se respete. ¡Hágame usted el refabrón cavor!
Los seguidores voluntarios o no del Guasón forman legiones. Y están en todos lados, en todas las desgracias civiles, militares y políticas. Desafortunadamente, el estilo del villano se ha adueñado de las carpas políticas a través de las encuestas amañadas y de otros datos que nadie puede comprobar, pues el peso del chayote entregado a los grandes medios radioeléctricos y empresas patito es francamente demasiado pesado.
La sociedad vive engañada, al menos en esa parte, influenciada por el pensamiento chairo que no se basa en las ideas del Caudillo, sino en las simples calcomanías que maneja desde el pódium de donde sale también el dinero para difundir las zarandajas. Son cinco millones de votos duros, pero se empeñan en dar lata lo que resta del sexenio, si antes no pasa otra cosa.
Nuestro Guasón particular y de bolsillo aparece a toda hora frente a las cámaras difundiendo un mensaje vulgar y francamente fastidioso, que no sabemos hasta dónde es asimilado o aceptado por la población a la que va dirigido como una especie de veneno electoral. A base de repetirse, como los mensajes nazi fascistas que cumplían su cometido de engaño, éste parece que tiende más a dar “güeva”.
En todo caso, ya falta menos para comprobarlo. Si se para en seco la ofensiva de la secretaria de Gobernación y de los del INE de repartir los noventa millones de credenciales patito, listas para el gran fraude electoral del ratón loco, las elecciones intermedias podrían ser el cedazo para saber que el retintín de la “güeva” ha fallecido o si se puede seguir tratando a este pueblo con razones de locos y de idiotas.
Los obcecados de las ideas de calcomanía se aferran al poder, como si fuera la única razón de ser del ejercicio de un gobierno, eternizarse y no soltar jamás el hueso. Viven y actúan motivados por el afán de reelegirse, mientras la población es despojada, como en Ciudad Gótica, de los derechos fundamentales.
El ridículo internacional de la famosa venta del avión presidencial que acabó regresando al hangar de los mil 500 millones y exponerse a la subasta y a las rentas de agradecidos con favores del sistema, después de ser ofrecido al magnánimo Trump a cambio de lentejas, es un caso de resonancia que alerta sobre una enfermedad crónica real.
La destrucción de un sistema de seguridad popular y de salud pública con atención a todos los niveles para la población abierta carente de mecanismos del IMSS y del ISSSTE, suena a condena a muerte del Caudillo para toda la gente en desventaja que ahora puede morirse de cualquier mal crónico que pudiera tener cura.
Diabetes, hipertensión, sida y cualquiera que se le ocurra de tercer nivel son en México, a partir de ya, un pasaporte seguro a la muerte no asistida, gracias a los resentimientos del prócer tabasqueño. Se trata sólo de destruir y de empobrecer a los demás. Al mismo tiempo, la familia presidencial y los adláteres favorecidos se recuperan o «se alivian» en Médica Sur o, de perdida, en Houston, Texas.
Algo que sólo se ve en las tiranías más emblemáticas de Latinoamérica. En las casas de los Batista, los Trujillo, los Somoza o entre las castas de cualquier Supremo viene a sustituir con vergüenza a aquellas promesas de campaña –apenas hace año y medio– de luchar primero por los pobres. ¡Qué oso tan descarado!
Y aunque a las cifras del empleo ya se las cargó el payaso de Ciudad Gótica, ellos siguen pensando que sus datos son compartidos por esa franja de población que está dispuesta a otorgarle el beneficio o el maleficio de la reelección. Aquí en México alguien tiene que amarrar al Guasón.
El riesgo es que se convierta en tendencia otros seis años.
Y a ningún pueblo se le puede desear tanto daño.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: En círculos políticos llamó la atención el señalamiento público realizado por el corporativo empresarial Grupo México, el cual afirma que existen presuntos vínculos del senador morenista Napoleón Gómez Urrutia, con la organización Poder, que asesora a personas que presentan demandas en contra de esa entidad empresarial. Por medio de un comunicado, Grupo México informó que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), analizó tres solicitudes de amparo promovidas por un grupo de pobladores de la región de Río Sonora, en contra de resoluciones relativas a la remediación del accidente registrado en agosto de 2014. Mencionó que dos de esos recursos fueron sobreseídos, lo que implica que la justicia federal no ampara a los quejosos, a quienes les fue negada la reapertura del Fideicomiso Río Sonora (creado para atender con prontitud las afectaciones ocasionadas por el derrame de sustancias en ese año). El tercero de los amparos fue rechazado parcialmente y sólo se otorgó a 35 pobladores para ciertos efectos, mismos que hoy no se conocen, pues aún no hay sentencia judicial y se ignoran los alcances de la misma. En concreto, dos solicitudes de amparo fueron desechadas y una más se desechó parcialmente. No es la primera vez, que se vincula a la organización Poder con Gómez Urrutia, creada en Nueva York, y operada en México por Benjamín Cokelet, de origen estadounidense y naturalizado mexicano, y que tiene como codirectora ejecutiva a la uruguaya Fernanda Hopenhaym. Los fines de Poder son los de desestabilizar a las empresas nacionales, afirma Ismael Leija Escalante, líder del Sindicato Democrático Minero, agrupado en la Unión Nacional de Sindicatos Minero-Metalúrgicos y Metal-Mecánicos de México, UNASIM, que agrupa a 100 mil obreros.
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