Político impugnado
¬ Augusto Corro jueves 3, Mar 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- Piden la cabeza de Camacho Solís
- En busca de partido izquierdoso
- Tortilla, sin control de precios
Las tribus perredistas siguen agitadas, no se dan un solo momento de reposo. Ahora van tras la cabeza de Manuel Camacho Solís (MCS), mentor de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, y coordinador nacional de Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA) agrupación formada por el PRD, PT y Convergencia.
Específicamente, los seguidores de Andrés Manuel López Obrador ampliaron su campo de acción y llegaron hasta las dirigencias de las mencionadas organizaciones políticas para denunciar que MCS utiliza el bloque de izquierda para pactar coaliciones y alianzas con el Partido Acción Nacional, que sólo legitiman al presidente Felipe Calderón.
Grupos de perredistas, afines a AMLO, nunca estuvieron de acuerdo con la participación de MCS en las decisiones de su partido. Esto no le preocupa al ex priísta, ex jefe del DDF y ex aspirante a candidato presidencial y su participación en la campaña lopezobradorista fue importante.
Sin embargo, los tiempos cambiaron y ahora MCS es señalado como uno de los principales colaboracionistas del gobierno panista que encabeza Felipe Calderón. En concreto, el ex aspirante presidencial es un activista convencido de las alianzas partidistas. Por el momento, su mayor ilusión es participar con la coalición PRD (chucho)-PAN en las elecciones para elegir gobernador mexiquense.
Los líderes del denominado G8, entre los que se encuentran Dolores Padierna, David Cervantes y Horacio Duarte, exhortaron a las dirigencias del PT y Convergencia a “buscar” la sustitución de MCS al frente del DIA para frenar el debilitamiento de la izquierda, ya que ha pasado por encima de los órganos de la dirección del sol azteca.
Ocurre, pues, que la unidad de la izquierda mexicana cada día se ve más afectada por los múltiples problemas de las tribus perredistas. Se trata de una lucha de todos contra todos en busca de sus intereses personales. El PRD refleja una imagen de divisionismo que se acentuará con la búsqueda de la alianza amarilla-azul, que con tanto empeño promueve MCS, un político de medio pelo que siempre se queda en el ya merito. Así lo demuestra su historial político.
OTRA DE TRANSAS
A río revuelto, ganancia de pescadores. Seguramente, en eso piensa el dirigente político Rafael Aguilar Talamantes que dio los primeros pasos para crear una nueva organización: el Partido Socialista de México (PSM), que iniciará como una fuerza local en el Distrito Federal. En su biografía política, el mencionado líder aparece como fundador del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN) -el ferrocarril- como se le conocía. Esas organizaciones políticas, cada una a su tiempo, servían como instrumentos para satisfacer las ambiciones personales de Aguilar Talamantes. Esos dizque partidos políticos se ofrecían al mejor postor. La fama del dirigente en cuestión siempre estuvo por los suelos. Estuvo al lado del luchador social, Heberto Castillo, pero no pudieron trabajar en equipo.
Con la visión del oportunista, sabe que la izquierda se encuentra de capa caída y es el momento para fundar otra organización política “patito” para afiliar a los incautos que se alejan del PRD de los chuchos; de crear un partido que haga las veces de tabla de salvación para aquellos que naufraguen en las confrontaciones partidistas.
Los motivos para crear un nuevo partido, según Aguilar Talamantes, son los siguientes: “Lo cierto es que en el DF solamente actúan los partidos nacionales, y eso limita la participación ciudadana en los asuntos políticos de la ciudad, la mayoría de los cuales se expresa en el elevado abstencionismo. La gente no ve representados sus intereses en los partidos existentes, y está decepcionada, particularmente del PRD, cuyo gobierno aplica política de compra-venta y mediante los programas sociales avasalla a la población y la tiene sometida al control de las gavillas”.
Por cierto, Aguilar Talamantes fue maestro en el arte de la grilla de Jesús Ortega, el “chucho mayor”, un político que logró superar al maestro. Pronto se conocerá, si es que llega a aprobarse el registro del PSM, quién o quiénes serán los dueños verdaderos de la franquicia. No olvidar la relación Aguilar Talamantes-Jesús Ortega.
PRECIOS DE TORTILLA, SIN CONTROL
La Secretaría de Economía (¿existe?) se ve impotente para controlar el precio de la tortilla. En los diferentes establecimientos, su valor va de los 12 a los 16 pesos. La gente de escasos recursos vive situaciones difíciles, porque ese incremento afecta severamente sus bolsillos.
El problema se agrava porque no hay autoridades capaces que frenen el alza de ese alimento básico de los mexicanos. En la Cámara de Diputados, los legisladores priístas denunciaron la voracidad de quienes participan en el incremento de los costos. Se dijo que los productores venden la tonelada del grano en 2 mil 500 pesos y los intermediarios la colocan en el mercado a 5 mil pesos la tonelada.
Lo anterior, es parte de la especulación que siempre ha existido en la comercialización del maíz, que actualmente sufre daños que sirven de pretexto para que se instale la anarquía en el precio de la tortilla. Por ejemplo, las sequías en el norte del país y la escasez de alimentos a nivel mundial. Todo junto nos ofrece un panorama desolador en algo tan importante que afecta nuestro alimento básico: la tortilla.
A las autoridades de todos los niveles no les preocupa la crisis y los conflictos que se derivarán por la falta de previsiones, como sería el abastecimiento de maíz para evitar la especulación y el abuso. Autoridades, productores e intermediarios se avientan la pelota y han dejado crecer el problema. Falta una acción determinante, precisa, de la Secretaría de Economía, que informe si realmente existen problemas para satisfacer la demanda del grano. No se vale jugar con los precios en un país donde millones padecen pobreza extrema.