¡Hay que parar en seco el fraudulento plan del INE!
Francisco Rodríguez martes 14, Ene 2020Índice político
Francisco Rodríguez
¿De veras no habrá en el equipo de asesores estrategas y expertos que le digan la verdad al titular del Ejecutivo? Por lo visto, no. El responsable del Estado y del gobierno, de alguna manera hay que llamarle, actúa como si estuviera cobijado por la Cabellera de Berenice, protegido por una línea impenetrable, apoyado por la inmensa mayoría de mexicanos.
Creen que existe una inmensa mayoría que en el papel está arrobada, rendida a los pies del Caudillo, según se desprende de las mediciones pagadas en el domicilio presidencial, a cargo de empresas encuestadoras adversas hasta hace muy poco, denostadas por el actual beneficiario de las mediciones interesadas . Una inmensa mayoría que hoy, desfondada, no alcanza para cubrir los atrevimientos.
Las percepciones sobre las muestras de la opinión pública andan extraviadas, al ritmo de un conjuro falso, no corresponden a la terca realidad. Es muy dañino tomar decisiones basadas en mediciones equivocadas. Es propio de las dictaduras, jamás de las democracias.
De otra forma no pueden explicarse a la luz de la razón una serie de decisiones atropelladas e inconexas, que en lugar de buscar la reconciliación con los más necesitados, provoca la confrontación, la incertidumbre, el reino de la necedad, en momentos particularmente graves para la paz y la convivencia.
El Estado actúa hoy como si de veras fuera el portaestandarte de la realidad, cuando en los hechos todos sabemos que está siendo el hazmerreír y la decepción de una opinión pública inconforme y definitivamente crítica. Produce todos los días pasto para el ridículo. Alimento para los adversarios. Argumentos para alejarse cada día más de la aprobación sensata y militante. ¡Y faltan cinco años!
¿Puede un sistema de gobierno que suma un promedio diario de ciento catorce asesinados, ejecutados con violencia por cipayos y sicarios, darse el lujo de ignorarlo? Porque no es otra cosa haber desarmado al Ejército para pasar la capacidad de fuego a una Guardia Nacional aún inservible, puesta al objetivo de amedrentar y combatir a migrantes heroicos.
Si no fuera por los 35 mil millones de dólares que los esforzados migrantes depositan a sus familias en nuestro territorio, éstas no tuvieran un peso para comprar los alimentos de la subsistencia, y serían presas de la hambruna de otros sectores de la población. Así de sencillo. La resequedad económica y la falta de empleo serían devastadoras.
Y en lugar de ponerse del lado de los esforzados migrantes, México se hizo el occiso, fingió demencia, recurrió el bulto y les negó protección civil y diplomática. Esas acciones han servido únicamente para apoyar la campaña reeleccionista de Donald Trump, un enemigo jurado de cualquier gobierno popular y quien abiertamente dice haber “usado” a nuestro país.
El Estado mexicano, inconsciente, celebra como un triunfo mundial inyectar millones de pesos al inicio de la exploración de insistentes depósitos de combustibles fósiles que Peña Nieto aseguró eran magníficos, sólo para cubrir las apariencias de su entreguismo. En la realidad, se trata de pocitos infames que tardarán más de diez años en producir migajas petroleras, no las que la pobre plataforma de producción exige.
Recuperar los estándares de producción que el sistema financiero local y extranjero reclama, no cuesta nada. El dinero podría emplearse en obras y en gasto social. Sólo es necesario que se tome la decisión de abrir las válvulas de los inmensos pozos productivos cerrados a lo largo del Golfo de México. Esos que los rateros de petróleo clausuraron para abrir las puertas a las empresas fantasma de las que son prestanombres.
Si se quiere alcanzar la meta de los tres millones diarios de producción, sólo bastaría recuperar el millón de barriles diarios que el cacicazgo sindical y los empresarios delincuentes que los apoyan se roban en la Sonda de Campeche y lo venden al mercado negro. Lo demás es realmente de burla ñoña.
El haber pactado con el cacicazgo sindical petrolero pasará más temprano que tarde una factura realmente impagable. El Estado retrocedió a la época neoliberal, abdicó de la obligación moral y ética de aplicar la justicia elemental, y en suma cavó su propia tumba ante los mexicanos y ante la historia.
Un «gobierno» que le ha entregado en charola de plata las mayores obras proyectadas para el sexenio con nuestro dinero de impuestos a los grandes delincuentes de la patria. Que no ceja en pasar a su peculio el manejo de la truculenta Bolsa de Valores, el monopolio telefónico que ya venció, el manejo de las partes sensibles de la inseguridad es y será catalogado como un gobierno falaz.
Un» gobierno» que no ha producido todavía un solo empleo formal, que está vacío en las arcas, que no recibe impuestos, salvo los de los causantes cautivos, que no ha jalado inversión privada, ni local, ni extranjera, no puede ufanarse de estar promoviendo y consiguiendo el desarrollo nacional. Menos, llamar a la unidad imposible. Sólo les faltaba dirigir el misil de la corrupción en contra de los noventa millones de electores.
Porque eso significa el estar urdiendo un plan electoral para burlar la voluntad de la población. El fraude que desde ahora se cocina en el INE, para fabricar una nueva credencial de elector con Veridos, una empresa favorecida por los “dio$es” desde el sexenio anterior, y que tiende a ser la mayor de las estafas, la que pegue en la línea de flotación del nuevo régimen de la dichosa Cuarta Transformación.
El haber elegido a Veridos, SA de CV para consumar el fraude es un asunto más delicado que cualquier otro, porque está destinado a reconocer, en la práctica, que el actual gobierno no tiene la mayoría que presume, que está presintiendo la derrota, y que no la quiere aceptar, pésele a quién le pese. No puede ponerse el destino de la Nación en manos del INE de Lorenzo Córdova.
Alguien tiene que ponerle un hasta aquí a ese personaje, apoyado por un grupito de indeseables inteletuales –por cuales– que comprometieron la firma de nuestra máxima Casa de Estudios para aprobar a una empresa fantasma que puede provocar el caos en nuestra incipiente paz colectiva.
No es posible que, habiendo tantas empresas de calidad internacional reconocida que han comprobado cumplir con las especificaciones de la convocatoria para la licitación del encargo, se haya escogido a la que no garantiza imprimir con tinta indeleble y con una mayor durabilidad una credencial de elector que resista el fraude, que refleje fielmente la voluntad de los votantes.
Jamás habíamos visto en México un plan así de descabellado. Un complot de ese tamaño que trata de esquivar el cumplimiento de las reglas mínimas para una elección. Nunca nos imaginamos que el régimen reivindicador de la democracia, acabara siendo su sepulturero. ¿Para eso querían llegar?, ¿para no irse?
Quitarle esa concesión a la empresa Veridos es la primera obligación de las autoridades anticorrupción y del sistema judicial. Antes de que otra cosa suceda, los partidos políticos representados en el INE le tienen que cerrar la puerta al gran fraude anunciado. Mañana sería demasiado tarde. No nos alcanzaría el tiempo para arrepentirnos de no haber actuado a tiempo.
Las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones internacionales de transparencia y de derechos humanos deben tomar cartas en el asunto. Los líderes de opinión, los periodistas independientes, los gobiernos de los Estados, los congresos federales y locales, los ciudadanos que luchan por la democracia, tienen en este asunto fétido una oportunidad inigualable para salir en defensa de México.
Si no lo hacen, todos saldremos perjudicados. Para qué le cuento lo que pasaría. Y ahí sí, ¡Adiós Nicanor!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Del dicho al hecho hay un gran trecho. En su comunicado del viernes 20 de septiembre de 2019, al que me referí ayer aquí, el INE sostiene falazmente que la compañía ganadora reúne la experiencia e innovación de los dos principales proveedores alemanes de tecnologías de alta seguridad para la protección de identidad, con lo que cubre toda la cadena de valor desde los sistemas de emisión, personalización y gestión de documentos de identificación segura. Se refiere a la participación conjunta de Veridos GMBH, Veridos Canadá LTD, Veridos América INC, Giesecke+Devrient GMBH, IECISA México, Seguridata Privada e Informática El Corte Inglés.
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