Discursos e inseguridad
¬ Augusto Corro jueves 19, Dic 2019Punto por punto
Augusto Corro
La piedra en el zapato del gobierno obradorista es la inseguridad y la violencia que provocan incertidumbre y desconfianza.
Las cifras de asesinatos y secuestros aterrorizan a una sociedad que se siente desprotegida ante la espiral de violencia.
¿De qué sirve tener los datos de las acciones criminales si éstas se practican en casi todo México?
¿Qué tipo de lucha libran las autoridades federales para abatir la pesadilla del narcotráfico?
A la fecha no se ven las medidas preventivas contra la delincuencia. Si existen sus resultados no se notarán en un futuro próximo.
De acuerdo con las estadísticas, 2019 fue el año más violento de la historia moderna. Y nada nos dice que la criminalidad desaparecerá.
Solo los discursos de los políticos contemplan disminución de la violencia. Pero la verborrea desaparece con nuevas masacres.
Con gran parte de nuestro territorio ocupado por la delincuencia organizada, la ley de la selva es la que predomina.
Por ejemplo Guanajuato, convertido en una de las entidades más peligrosas de México, su gobernador no tiene la menor idea de cómo recuperar la seguridad.
Y así, otras entidades se encuentran azotadas por criminalidad. Esas entidades llevan años de padecer la violencia. Entre ellas están Tamaulipas y Baja California.
Claro, la paz no regresará de un día para otro. Sin embargo, es importante que la sociedad empiece a percibir que retorna la seguridad.
Los discursos de los políticos para nada sirven. Es necesario ver resultados de esa guerra cruenta.
En la lucha contra delincuencia organizada se necesita una nueva estrategia del gobierno, que la sociedad note la diferencia, que no piense que es la misma táctica del presidente Felipe Calderón que sembró al país de miles de muertos, con su combate a los cárteles de la droga.
Garcia Luna y su destino
Como informamos en este espacio, el exsecretario de Seguridad Pública, Genero García Luna, será juzgado en una Corte del distrito este de Nueva York.
Será en las audiencias cuando empiece el viacrucis para el exfuncionario calderonista y quienes participaron como cómplices en los presuntos hechos ilícitos.
García Luna fue detenido en Dallas, Texas, acusado de sus vínculos con el Cártel de Sinaloa y por supuestos sobornos millonarios por parte de Joaquín El Chapo Guzmán.
El exfuncionario seguramente reflexionará sobre quienes de sus compinches serán alcanzados por sus declaraciones.
No será el expresidente Felipe Calderón el mejor librado de las acusaciones. Sólo basta con saber que García Luna fue su subordinado consentido.
La historia como funcionario público de García Luna empezó hace varios sexenios, pero en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón fue donde más “brillo”.
Como estratega para salvaguardar la seguridad pública, tendrá que explicar o aclarar un sinnúmero de hechos violentos. Muchos ilícitos de cometieron durante su administración.
Ya en otra ocasión hablamos de la acusación en contra de Felipe Calderón, García Luna, Joaquín “El Chapo” Guzmán y otros funcionarios por el delito de lesa humanidad, relacionados con la guerra contra el narcotráfico.
El expediente se encuentra en la Corte Penal Internacional con sede en La Haya.
Ni como distanciarse de su subordinado
Al conocer las acusaciones contra su subordinado García Luna, el expresidente Calderón dijo que no tenía conocimiento de lo que hacía su secretario.
Nadie aceptó la declaración del michoacano que quiere distanciarse de García Luna. ¿Lo logrará?
Supongo que son innumerables hechos llevados a cabo por el secretario de Seguridad Pública que necesariamente debían tener el aval de su jefe.
En el juicio al exfuncionario García Luna se conocerá a fondo la derrota de las autoridades frente a la delincuencia organizada.
El expresidente recibió la mala noticia cuando se vanagloriaba, junto con su esposa Margarita Zavala, de la realización de 200 asambleas, uno de los requisitos para obtener su registro como partido político “México Libre”.
De dimensiones insospechadas es el problema que amenaza con afectar las carreras políticas de Calderón y su esposa Margarita Zavala, ambiciosos incontenibles de poder.