Dependencia del extranjero
¬ Sócrates A. Campos Lemus miércoles 18, Dic 2019¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Con toda seguridad, muchos analistas no ven lo que significa el verdadero control y sumisión en un país: por supuesto que un país que depende del agua o de los alimentos del extranjero es brutalmente vulnerable y fácil de manipular y controlar. Un país que no tiene manejo de sus niveles de salud y depende de la industria trasnacional en los medicamentos, también es muy fácil de someter a los dictados de las grandes empresas, un país que deja que los grupos del narcotráfico se armen y controlen zonas importantes del país en su protección, producción y transporte de drogas, armas, gentes, dinero, pues está sometido a ser un país que fácilmente es manipulado en muchas zonas por la narco política, y con ello, puede penetrar los más importantes sistemas de seguridad nacional o estatal, así que en la medida de su control por regiones, pues puede controlar la vida política, la seguridad, la economía y por supuesto, explotar o robar los bienes y servicios públicos para su beneficio, generando un doble sistema de cobro de impuestos, con el llamado “derecho de piso”, y con ello, puede manipular los centros de comercio, los financieros y los de especulación, así, este sistema, controla con mejor eficiencia, por la parte del control paramilitar y de información directa de las zonas, muchas partes del país, que el mismo sistema a nivel nacional.
Ahora, nos dicen que las zonas de trasiego o de producción de drogas son vitales, pero también son importantes las del manejo de bienes y servicios públicos como el tráfico de minerales, el robo de combustibles, el manejo de los sistemas de producción agroalimentaria con productos de exportación como el café, aguacate, jitomate, productos cárnicos, materias primas, oro, plata, cobre, y por supuesto, litio, y así pues, el país, no pude planear adecuadamente su producción y su manejo fiscal y financiero.
Lo grave de la crisis en el sistema de salud es que no hay manera de lograr que se resuelvan los serios conflictos y problemas entre la atención, los costos y los sistemas y grupos empresariales en la salud con hospitales y sistemas de control de medicamentos con precios impuestos por el monopolio internacional. Si preguntaran realmente sobre los problemas a vencer y tratar de inmediato, pues además de la seguridad y el empleo, y los salarios estarían comentado sobre los enormes gastos y riesgos de salud que sufrimos millones de mexicanos que no tenemos oportunidad de contar con atención pública porque al final de cuentas es un verdadero desmadre todo el sistema y así pues las gentes caen en las garras de los comerciantes de la salud, en los médicos que solamente ven a los clientes, no a los enfermos y a los hospitales que también ven las ganancias, no la atención a los enfermos, por ello cuando se investigan los costos y gastos familiares en salud, atención y medicamentos, se puede comprobar que, cuando menos, hay un gasto por casa de los que no cuentan con atención social, de más del veinte por ciento de sus ingresos, y esto, en mi pueblo, se considera, una verdadera chingadera…
Vayan los políticos y los funcionarios a las zonas marginadas y verán el crecimiento de brujos, limpiadores, amarradores, hierberos que con magia y con cuenteretes, convencen a las gentes que su mal es por acciones de otros y se provocan, incluso, en las comunidades venganzas y conflictos, que llegan a los enfrentamientos armados, y así, los gastos, se van aumentando, porque en la realidad no hay cura ni verdadera atención, sino que se van complicando las enfermedades que padecen muchos pacientes, y cuando llegan a las consultas médicas, pues el mismo sistemita de considerar a los pacientes como clientes, por parte de médicos insensibles y corruptos, que solamente dan “mejoralitos” para mantener a los clientes cada día, en nuevas consultas, que les dejan sus ingresos multimillonarios, y si de casualidad son aceptados en los sistemas de salud pública pues terminan en los mismos problemas, porque los mismos médicos, que se emplean en esos sitios, les dan medicamentos que no existen en los hospitales, y por tanto, tienen que comprarse en las farmacias, donde ellos reciben comisiones por las recetas que mandan surtir, y piden a los pacientes que es mejor consultarlos en sus consultorios que resolverles el problema y no en el centro de salud o en el hospital, y así pues, utilizan los mecanismos hospitalarios y de atención de la salud social, para sus negocios particulares, y los jodidos son los ciudadanos, y los funcionarios y políticos nada más se la pasan chachalaqueando pero no resolviendo.
El consumo de drogas interno, comienza a aumentar mucho más, porque al final de cuentas, es la forma de evasión a los problemas diarios de la población, y es para muchos de ellos, mejor, consumir drogas para calmar sus dolores, que tratar de resolver el problema de raíz. En este mecanismo es que los jóvenes y los viejos se van incorporando a los grupos del control del narcotráfico, porque significan ingresos inmediatos y seguros, y además que se logran cuidados y protecciones adicionales que el mismo gobierno ya no puede proporcionar a las familias mexicanas, por ello, la distribución y el manejo de vigilancia en cada calle y colonia se ha convertido en la mejor forma de control de las zonas, así saben, exactamente, quién y cómo viven, qué consumen y les obligan a surtirse con ellos en combustibles y gas, se manejan las líneas de transporte por medio de los mototaxistas y se controla la entrada y salida de los vecinos, se conocen los sitios de empleo y los ingresos de cada familia y por ahí saben cómo cobrar el piso y cómo controlar a los grupos, desde esos sitios. ingresan al sistema los policías de barrio y los auxiliares comienzan a tener control directo con información confiable de operativos y líneas demando que les es fácil manipular y contornar ya que los mismos jefes de policía no cuentan con garantías de protección oficial .y ceden. ante las amenazas de los grupos de la delincuencia. aceptando servirles a cambio de la seguridad de sus familias y de ellos mismos, en fin, si el conflicto real es la dependencia extranjera, el control de los grupos en la delincuencia en cada calle y colonia del país es mucho mayor y más peligroso…