Voces de alerta
Armando Ríos Ruiz miércoles 18, Dic 2019Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
¿Por qué en nuestro país no se escuchan las voces que quieren prevenir males mayores? ¿Por qué raras veces se pone el remedio sólo cuando ya es tarde? ¿Por qué las autoridades tienden más la mamo a los delincuentes, principalmente cuando son políticos?
El sexenio pasado, el de Peña Nieto, el de todos los males, el de mayor crecimiento, pero de latrocinios, del narco, de asesinatos y en suma, de todos los actos de corrupción, las voces de alerta comenzaron temprano, a denunciar las bajezas de Javier Duarte, gobernador de Veracruz; de César Duarte, de Chihuahua; de Roberto Borge, de Quintana Roo; de Guillermo Padrés, de Sonora.
Denunciaron los excesos de Gerardo Ruiz Esparza; de Rosario Robles, de Odebrecht, la pervertidora de conciencias de América Latina y muchos más casos, pero siempre hubo una especie de sordera desde las más altas cumbres del poder. Entonces la gente comenzó a imaginarse que el todo poderoso en turno era cómplice y su rabia apareció en las urnas.
Pues hace ya algún tiempo que se habla muy mal, en contra de Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes, a quien no bajan de delincuente peligroso y sobre quien existe una orden de aprehensión que se giró cuando era candidato al cargo, por usar información privilegiada cuando era alcalde de la capital, para quedarse con un terreno.
Fue inhabilitado 14 años para volver a ocupar un cargo público y le fue negado el registro como aspirante al gobierno, pero luego le otorgaron la dispensa para contender y curiosamente ganó. Un juez de Distrito ordenó dejar sin efecto el auto der formal prisión.
El año pasado, un ladrón apodado “El Pepenador”, se introdujo a su casa y se apoderó de objetos con valor de tres millones de pesos. Misteriosamente, tres meses más tarde fue arrollado por una camioneta de la fiscalía local. Lo subieron al automóvil y lo condujeron a un lote baldío, en donde lo asesinaron a golpes.
El encargado de la investigación, Jaime Tejeda, fue detenido a principios del presente año y encarcelado para “tranquilizarlo”. Pedía a gritos que le avisaran a “Diamante”, nombre con el que las corporaciones policíacas denominan al Gobernador, pero parece que una orden cambio todo y los guardias informaron que el detenido se había suicidado.
La priista Norma Esparza Herrera acusó que, con Martín Orozco llegaron a Aguascalientes la inseguridad, los latrocinios, los asesinatos, la inseguridad, el narcotráfico y en suma, el retroceso.
Lo acusan de denunciar con recomendaciones a sus críticos, entre los que figuran, desde luego, periodistas de diferentes medios, quienes son enviados a la cárcel por tener la osadía de ventilar sus incapacidades y sus desatinos. Los jueces están dispuestos a servirlo y a actuar en contra de sus “enemigos”, sin importar un ápice la violación de las leyes.
El comunicador José Luis Morales fue detenido en dos ocasiones por el mismo juez, en atención a una demanda interpuesta por el mandatario estatal.
Hace unos días, José Luis expuso su temor de que Martín Orozco, “dé el siguiente paso”, que consistiría en mandarle a uno de sus matones a silenciarlo. Las amenazas en su contra han menudeado y por esa razón lo hizo públicamente responsable de lo que pudiera ocurrirle.
Por lo pronto, dijo, ha sido víctima de persecuciones, además de que el juez que lo hizo detener le advirtió que no volviera a hablar mal del gobernador. En su programa de radio ha abordado los temas que aquejan a Aguascalientes, como el incremento de la inseguridad, el evidente crecimiento de la corrupción y otros que son parte del comentario cotidiano de la misma población.
Todo apunta a que es intocable y que las autoridades arriba de él están para protegerlo y para soslayar sus abusos.