Si fue Dios, ¡Qué bien!, si no, también… ¡Feliz día del Payaso!
Opinión lunes 16, Dic 2019De la carpa a las letras
Arturo Arellano
Recién, el pasado 10 de diciembre, se celebró en México el Día del Payaso y como es típico del folclor, afecto y calor latinoamericano, muchos miembros de este gremio lo festejan en grande, compartiendo su talento, felicitaciones, alegría, como debiera ser… No obstante, este año noté particularmente un dejo de apatía, de constante renuencia a sentirse bien, dejarse abrazar, disfrutar del día, curiosamente de parte de los mismos payasos. ¿Qué carajo le está pasando al mundo?, me pregunto, si los dadores de alegría y creadores de mágicos momentos de risa, les está ganando la soberbia, la frivolidad del juicio, de la crítica que destruye.
Recuerdo a un colega decir: “Felicidades a los payasos de profesión, a los que se preparan y hacen suertes, desarrollan habilidades… a los demás espérense al día del animador”; también recuerdo a otro mencionar “Felicidades a los que no denigran la profesión de payaso”, uno más comentaba. “Felicidades a los payasos de verdad” y este último comentario me despertó la inquietud ¿qué o quién es un payaso de verdad?, ¿quién desde el juicio de este compañero merece llamarse payaso y quién no?, ¿Por qué no pueden todos celebrar este día provocando sonrisas, cada quien desde su trinchera?, sin miramientos, sin juzgar al que lo hace peor o mejor que tú.
Realmente me dio tristeza que muchos de mis conocidos no pudieran brindar una felicitación sincera y lo que es peor, ni siquiera recibirla… “¿don de Dios?, si ni gracia tienes”, leí en el muro de otro payaso, y con esta publicación una larga polémica de dimes y diretes, entre quienes creen que el talento lo desarrollas solo y con propio esfuerzo, y los que afirman que además de eso los payasos tienen un toque, un don que les brinda el ser supremo. Insultos, ofensas, argumentos vacíos, con el fin únicamente de tener la razón por encima del otro, por querer que el otro piense y sea como nosotros queremos que lo haga. Qué tristeza, qué decepción, ¿a dónde nos dirigimos si los hacedores de risa no pueden reír entre ellos?.
“Muy de payasos mexicanos”, escribió una colega extranjera, quien afirma que los payasos en México no son más que sujetos con la cara pintada y zapatones, pero con talento limitado y capaces solo de animar fiestas infantiles, como si esto último fuera indigno, como si las risas de niños y adultos en esos escenarios no valieran. Qué jodido pensamiento y lo digo porque a este servidor le ha tocado actuar incluso en terrenos baldíos frente a dos o tres niños en situación de calle y son las sonrisas que más guardo en el corazón.
Lo peor… payasos mexicanos aceptando la discriminación y comentando que “es verdad”. Algo es cierto, hay que prepararse, crecer, estudiar, aprender habilidades del clown, como la música, los malabares, equilibrio, monociclo, pero… por qué menospreciar a aquellos cuyo aprendizaje va más lento que el de los demás, ¿por qué someternos al pensamiento de los de afuera?, ¿por qué seguir creyendo y aceptando que los mexicanos no podemos y que lo extranjero es mejor, por el simple hecho de ser extranjero?
“Muy de payasos mexicanos”, yo diría “muy de mexicanos”, no solo payasos, que en vez de impulsarse, apoyarse, enseñarse, prefieren criticarse y destruirse. Como en todo hay gente con más talento que otros, médicos, abogados, periodistas, artistas, pero ¿por qué carajo no podemos ayudarnos unos a los otros?
Como dato de mexicano para mexicanos, muchos de los mejores payasos en los circos del mundo son mexicanos, citaré dos de ellos, vigentes y extraordinarios, uno “Chistirrín” que actualmente forma parte de las filas del Circo Roncalli, en Alemania, y el segundo, Alain Carlos, que ha recorrido el territorio mexicano con los circos más importantes del país, además en el extranjero. Entendamos que lo que hay, son estilos diferentes, caminos distintos para llegar al mismo fin, el de la risa, la reflexión, la alegría, para alimentar el alma. FELIZ DIA DEL PAYASO A TODOS Y FELICES FIESTAS!!!