“El Pagliacho. El gracioso de la calle Relox” divierte y asombra
Espectáculos miércoles 4, Dic 2019- Conoce la historia del primer circo mexicano
- Se presenta en el Teatro del Bosque Julio Castillo
Arturo Arellano
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a través de la Coordinación Nacional de Teatro, ha estrenado “El Pagliacho. El gracioso de la calle del Relox”, una obra que surge de la idea original de Erick Murias y la dramaturgia de Fernando Hondall, que además cuenta con dirección del clown mexicano Raúl Zamora. La obra ofrece una temporada en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, que culminará el 15 de diciembre.
Raúl Zamora concedió una entrevista a DIARIOIMAGEN. “La premisa nace a partir de las controversias a las que se enfrentan los artistas para poder levantar el telón. Antes tenían las mismas problemáticas y los libros arrojan que nuestro personaje principal en la obra, Don José Soledad Aycardo, terminó en la indigencia por ser tan bondadoso con sus espectadores. Teníamos una necesidad de platicar las peripecias de los artistas y particularmente del empresario y quizá el gracioso mexicano más famoso del siglo XIX”.
Explicó que “Fernando Hondall con la colaboración de un dramaturgo mexicano obtuvieron mucha de la información que se usó para la dramaturgia de el libro ‘los payasos: poetas del pueblo’ de Armando de María y Campos, de la que incluso hay una nueva edición del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli”.
Refirió que “en escena tenemos a cinco payasos, cada uno con su estilo y peculiaridad. Pueden haber gags parecidos, pero cada uno tiene su modo y manera de vivirlo en escena. La estética estuvo a mi cargo, creo en la creación colectiva, pero no en la dirección colectiva, tenemos que seguir una dirección específica, porque si ves un cuadro pintado por varios artistas no lo verás un estilo definido, ya que hay varias manos involucradas”
Sobre los payasos mexicanos en el mundo refiere “hay influencia en Latinoamérica por payasos mexicanos. Todos eran parlanchines, hablaban demasiado y eso trascendió, esa tradición continua vigente, si vas a una plaza verás que los payasos son parlanchines. Los clowns ahora han copiado el estilo europeo, el que es más gesticular, pero la herencia del payaso mexicano es el parlanchín, el que era bailarín, titiritero, escritor e incluso fue de los primeros que adaptaron el Tenorio clásico al Tenorio cómico”.
Por lo anterior, asegura que “esta herencia fue no solamente a los payasos, sino al teatro, en esa época había tanto público que tenían que dividir su espectáculo en diferentes tandas para abarcar más espectadores”.
Concluye que “el espectáculo está dirigido a la familia, es un humor blanco durante una hora y cuarto. Ojalá que nos puedan visitar porque tuvimos que empeñar los zapatos de payaso para levantar el telón con esta obra (risas). El acercamiento con el espectador es diferente al de un actor de teatro formal. Involucramos las cuestiones circenses y es un plus que tiene el payaso frente al espectador. Queremos que niños y adultos se vayan con una bonita experiencia”.
La obra ofrece una temporada en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, que culminará el 15 de diciembre.