México soberano
¬ Augusto Corro jueves 28, Nov 2019Punto por punto
Augusto Corro
El próximo domingo se cumplirá un año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin duda habrá un resumen de los logros y los tropiezos más importantes durante su administración.
Dos de los problemas se centran en la economía que no avanza y la inseguridad que tiene varios sexenios de aterrorizar a los mexicanos.
De este último tema van estas líneas, pues la violencia provocada por la delincuencia organizada alcanzó cifras espeluznantes de víctimas.
Para nadie es un secreto que en varias regiones del país, quienes fungen como autoridades son los cárteles de la droga. Las cifras señalan que el “narco” opera en 40% del país.
Y ningún gobierno es capaz de acabar con la espiral de violencia. Las actividades de la delincuencia cada vez son más osadas.
De los hechos recientes, podemos citar al fallido operativo para capturar a Ovidio Guzmán el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Culiacán.
La fuerza pública cometió errores que, afortunadamente, no provocaron una masacre entre la población.
Siguió la matanza de mormones en los límites de Sonora y Chihuahua. Seis niños y tres mujeres de la familia LeBarón fueron asesinados.
Los hechos violentos
Esos dos casos se sumaron a los actos violentos que se iniciaron cuando el entonces presidente de México, Felipe Calderón, le declaró la guerra a la delincuencia organizada, sin estrategia alguna.
Los resultados a partir de 2006 incluyeron miles de muertos, desaparecidos, desplazados, viudas y huérfanos.
En el sexenio del mandatario Enrique Peña Nieto continuó la lucha contra la delincuencia organizada.
No se logró derrotar a los narcotraficantes. Su mayor victoria fue poner a “El Chapo” Guzmán en manos de los jueces estadounidenses. En el vecino país, el sinaloense fue juzgado y condenado.
Durante el presente gobierno de Andrés Manuel López Obrador, continúa la ola de muertes derivadas de un plan contra la delincuencia, que aún no acaba de entenderse.
Por ejemplo, causó extrañezas la idea de no enfrentar a la violencia con violencia en el combate contra los narcotraficantes; de practicar la política de los abrazos y no de los balazos.
Ya se podrá imaginar lo que piensan de esto los familiares de las miles de víctimas de los narcotraficantes.
Si se trata de resolver el problema desde las causas que lo originan, llevara un tiempo indeterminado, que aprovecharan los criminales para el desarrollo de sus actividades ilegales.
Que cambie la estrategia
Un sinnúmero de voces le aconsejan al mandatario López Obrador que cambie la estrategia que lleva a cabo, por otra que brinde resultados inmediatos. No falta quien exija mayor participación de la Guardia Nacional en el combate a la narco-delincuencia.
Hay entidades donde los hechos delincuenciales son parte principal del pan da cada día. Territorios ocupados por los cárteles de la droga donde se les permite actuar a sus anchas.
Ahí están Tamaulipas, Michoacán, Guanajuato, Guerrero, etc., con su población aterrorizada por los diferentes estilos de actuar de los criminales, que incluyen las extorsiones, secuestros y asesinatos.
Ante ese panorama desolador que presenta México azotado por el “narco”, el presidente Donald Trump aprovecha la oportunidad para llevar agua a su molino.
El martes en la tarde el magnate de la construcción dijo, vía Twitter, que designará a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras por su papel en el tráfico de drogas y personas.
Reconoció que lleva trabajando en esa designación unos 90 días ya que “el proceso no es fácil”.
Claro que se presentarán innumerables dificultades al proyecto “trumpiano”, porque son muchas las diferencias entre una agrupación criminal, que busca satisfacciones económicas, y los terroristas que cumplen luchas sociales, religiosas, políticas, etc.
La amenaza reciente de Trump ya se esperaba, a pesar de que nuestro gobierno le cumple todos sus caprichos. Es notorio su odio a los mexicanos a quienes en diversas ocasiones los ha calificado de violadores y asesinos. También sigue aferrado a la construcción de un muro fronterizo en los límites de Estados Unidos y México.
En la reducción del flujo de migrantes que pasan por nuestro país, la administración de López Obrador hizo un excelente trabajo y fue felicitado por el propio presidente estadounidense.
Claro, México tuvo que ceder al plan de Trump para evitar el incremento a los aranceles en nuestros productos.
El nuevo acuerdo comercial T-MEC seguramente favoreció a Estados Unidos, pues de otra manera no se lo hubiera aceptado. Canadá y México tuvieron que bailar al son que le tocaron.
Aunque a la fecha no entra en vigor el mencionado tratado.
Al referirse al Tweet de Trump, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró que México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional.
Dijo el canciller mexicano que buscará tener “un encuentro de alto nivel a la brevedad posible” y que se comunicará con el secretario de Estado de Estados, Mike Pompeo, para discutir el tema.
La reelección de Trump
El presidente Donald Trump tiene que superar varios obstáculos para continuar con el poder. La amenaza de juicio político pende sobre su cabeza.
En la trama de Ucrania, el magnate de la construcción fue acusado de violar la ley, solicitando a un país extranjero su ayuda para incriminar al hijo de Joe Biden, uno de sus posibles contrincantes.
En noviembre del próximo año Trump buscará la reelección. En tanto, el acuerdo comercial T.MEC estará en el limbo.
En México el presidente López Obrador se pronunció por un sí a la cooperación México-Estados Unidos y un rotundo no al intervencionismo.
Seguramente, el próximo domingo, en su discurso, a un año asumir el poder, el mandatario mexicano exigirá a Estados Unidos y a su mandatario Trump un respeto total y absoluto a nuestra soberanía.