Perdón, a cambio de medicinas
Francisco Rodríguez lunes 28, Feb 2011Índice político
Francisco Rodríguez
“Importa ma… su salud”, dicen, es el significado de las siglas del IMSS. Lo mismo que las del ISSSTE: “Inútil solicitar servicio. Sólo tramitamos entierros”.
La vieja broma se convierte paulatinamente en realidad. A las autoridades sanitarias les viene valiendo… sombrilla la salud de las mayorías. Los encargados en esas áreas sirven para hacer negocios o, cual el reciente caso del ISSSTE, para financiar campañas electorales. Lo peor, empero, es que el señor Felipe Calderón se conduele ante las autoridades de la OMS de lo mucho que su fallida administración “gasta” en la atención de enfermedades derivadas de la obesidad, y hay quienes le “ayudan” interpretando que esos recursos deberían abonar las cuentas de la Defensa Nacional.
El caso actual del ISSSTE es más que ilustrativo. Inició el 2011 con un déficit de 4 mil millones de pesos. ¿A dónde se fueron esos recursos perdidos? ¿Quién los dilapidó? ¿Sufragaron la costosa y fallida -para no variar- campaña a la gubernatura de Veracruz del entonces “director con licencia” y, a un tiempo, candidato panista Miguel Ángel Yunes Linares?
Y un poco por carencia de dinero, pero también por maña, pospusieron las licitaciones para la compra de medicamentos necesarios para su derechohabiencia. Esperaron a que la situación fuese de verdadera emergencia para, entonces, no licitar sino adjudicar directamente a los laboratorios “amigo$”.
Ha habido así, en los últimos meses, dos adjudicaciones directas. Una por 1 mil 700 millones de pesos. Una adicional, por 400 milloncitos más.
Pero, ¿sabe usted qué es lo peor? Tales adjudicaciones fueron para medicamentos de patente, mucho más caros, exorbitantemente más caros, que los genéricos intercambiables que habitualmente se emplean en esa institución.
El resultado ha sido el desabasto de medicamentos. Pacientes que se van a sus casas sin sus medicinas con el consecuente descontrol metabólico de sus enfermedades, pero también cancelación de todo tipo de diálisis, de tratamientos oncológicos, de intervenciones quirúrgicas…
Hay delegaciones del ISSSTE en las que el desabasto ha alcanzado más del 50 por ciento, aunque las actuales autoridades digan que sólo asciende al 7%. Y ¿sabe usted cuál ha sido la respuesta del actual director de ese instituto -un ex empleado de la PGR y del Sistema Nacional de Seguridad Pública- Jesús Villalobos?
Ha pedido perdón. O mejor dicho: ha pedido disculpas a los derechohabientes, cuando es él quien está obligado a ofrecerlas.
¿Una disculpa vale tanto como un medicamento para combatir al cáncer?
Del negocio con los dineros públicos, mejor ni hablamos, ¿verdad señor Villalobos?
La salud de la población, en efecto, les vale madres.
El mismísimo ocupante de Los Pinos, el fin de la semana anterior, convirtió a la salud de los mexicanos en mera mercancía, monetarizándola porque “a él le cuesta” el 40% del total del presupuesto de la Secretaría de Salud. “Ningún sistema de salud puede sostener el tratamiento y la atención médica adecuados para un padecimiento generalizado de enfermedades cardiovasculares, o de cáncer; o generalizado, también, de diabetes. La necesidad de mantener y pagar hemodiálisis, tratamientos constantes, es simplemente impagable, por muy rica que sea una sociedad”, dijo Calderón a manera de justificación.
La salud de la población, vale repetirlo, no importa. Se puede negociar -otro ejemplo: la salida del comisionado de Cofepris, por presiones empresariales, luego de que proscribiera los “medicamentos milagro”-, propiciar la corrupción de quienes adquieren insumos o construyen y equipan instalaciones…
La salud de los mexicanos se “cuida” con disculpas.
Y todavía hablan de calidad y calidez de vida…
Cínicos, corruptos, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Sigamos pensando, al estilo Cordero y Calderón -por aquello de los 6 mil pesos- que las únicas enfermedades crónicas son la obesidad, diabetes, etc… Sigamos permitiendo que los teletones y las colectas de la Cruz Roja suplan las obligaciones del Estado… Sigamos aplaudiéndolos cada que inauguran un hospital -el del ISSSTE en Tultitlán-, sin médicos ni equipos… Sigamos cantándoles loas cuando hablan de los 90 millones de mexicanos inscritos en un sistema de salud pública y de que, para 2012, la cobertura será universal… De los médicos que cobran la consulta a 20 pesos otro día hablamos.