¿Fueron buenos presidentes?
Ramón Zurita Sahagún martes 26, Nov 2019De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Como se puede evaluar si un Presidente de la República fue bueno, malo o regular, simplemente observando las reacciones ciudadanas al término de su mandato.
Queda claro que en funciones los mandatarios son calificados según sus seguidores, los que llegan a disculpar algunas de sus malas decisiones, aunque al concluir con su sexenio, los resultados son otros.
José López Porillo, Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto sintieron en carne propia el oprobio, las burlas, los gritos destemplados de ciudadanos inconformes con su accionar, al término de sus respectivos mandatos.
Los tres Ejecutivos federales vivieron momentos esplendorosos en el ejercicio público. López Portillo cuando pidió aprender a administrar la riqueza. Salinas de Gortari con su TLC y Peña Nieto con sus reformas estructurales.
Nunca se aprendió a administrar la riqueza y el país, principalmente los políticos, hicimos realidad la advertencia del propio JOLOPO, nos convertimos en un país de cínicos.
Salinas de Gortari enfrentó al final de su sexenio los asesinatos de políticos, la fuga de capitales y una economía sostenida con alfileres que se desplomó con el error de diciembre, que algunos le adjudican directamente a él.
Peña Nieto dejó en claro su escasa capacidad para gobernar y total desinterés para frenar la rapacidad de sus colaboradores y que la llamada reforma energética tendía a beneficiar a sus incondicionales.
Dos años antes del final de su mandato, la popularidad de esos presidentes era grande.
Otros mandatarios no tan populares como aquellos terminaron un poco mejor. Ernesto Zedillo Ponce de León fue increpado por sus compañeros de partido, los que le achacaban haber negociado para el triunfo de un partido opositor. Él prefirió emigrar al extranjero y con eso no ser pasto de mayores críticas.
Vicente Fox Quesada fue siempre ave de tempestades y al concluir su mandato creció el desprecio hacia su persona, dando mayor espacio a sus payasadas, por lo que es considerado por muchos como un bufón. Ya ha recibido el rechazo ciudadano al integrarse a marchas de protesta contra el actual gobierno.
Felipe Calderón Hinojosa está viviendo en la actualidad la evaluación de la población, la que lo rechaza abiertamente en sus prédicas políticas y en la búsqueda del registro para el partido que pretende fundar con su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo.
Apenas el fin de semana, los ciudadanos de Baja California negaron el respaldo a México Libre, al no poder juntarse el registro de 300 personas para avalar la formación del partido en un distrito de Tijuana. Ni siquiera las insistencias de Felipe para que trajeran a la familia, amigos o al que se encontraran en el camino sirvió para el quórum necesario.
No es la primera ocasión que eso le sucede, pero las asambleas le sirven de referéndum para constatar si la población tiene o no un buen recuerdo de él.
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En Baja California se reestructurará el Sistema Estatal Penitenciario, para solventar todas las irregularidades detectadas, según anunció el secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano.
Para tal efecto, mediante una reforma constitucional se aprobó que el Sistema Penitenciario pasara de la secretaría de Seguridad Pública a la de Gobierno, para profesionalizar el trabajo de los custodios, implementar nuevo protocolos y dignificar las cárceles que estuvieron muy descuidadas en la anterior administración.