“El globero” de “Clavillazo”=“The Kid”, de Charlie Chaplin

Opinión domingo 24, Nov 2019

De la carpa a las letras

Arturo Arellano

 

 

Así es queridos lectores, las carpas no fueron, ni han sido exclusivas de los circos a lo largo de la historia del entretenimiento escénico en México, las carpas fueron famosas, por presentar en sus escenarios a lo mejor de la comedia y el teatro ambulante, pero sin la parafernalia del Circo. Una de sus más grandes estrellas fue el por todos conocido Mario Moreno “Cantinflas”, pero otro hay del que poco se habla y quizá injustamente, pues el hombre tiene en su haber, un gran acervo cinematográfico, se trata nada más que de Antonio Espino y Mora, mejor conocido como “Clavillazo”.

¿Por qué vino a mi mente este entrañable personaje?, primero porque falleció un 24 de noviembre en el año de 1993 y segundo, porque sus películas me traen recuerdos hermosos de mi infancia, particularmente uno que aquí les contaré. Aunque yo ya había nacido en el momento de su muerte, no tenía por nada uso de razón para enterarme, pero años más tarde lo conocí, cuando mi madre comenzó a ponerme películas cómicas del cine de oro de nuestro país, tenía unos cinco o seis años de edad cuando mirábamos juntos en nuestro pequeño televisor a personajes como “Viruta y Capulina”, “Manolin y Shilinsky” y por supuesto “Clavillazo”, de quien una de mis películas favoritas era “El Globero”.

De esta cinta les quiero hablar, en la trama “Clavillazo” encuentra a un bebe perdido y después de varios intentos fracasados para deshacerse de él, decide cuidarlo, al menos, hasta que -por azares del destino- su madre lo encuentra y reclama. ¿Dónde he visto eso? Mmmm… Gracias a la influencia de mis padres, quienes me mostraron a estos comediantes mexicanos, después por gusto propio me tope con Chaplin, era inevitable y nada más y nada menos que con su película “The Kid” de 1921. Sorprendido, noté muchísimas similitudes ambas peliculas, similitudes inobjetables, claro que la del actor mexicano, salió cuarenta años después en 1961.

Con lo anterior no quiero denunciar ningún tipo de plagio, puesto que este contexto de trama en el cine mundial ha sido explotado por muchos, no obstante en este caso el parecido trasciende a guión y escenas. Por ejemplo, en “The Kid”, Chaplin era un hombre pobre que se ganaba la vida reparando cristales de ventanales en las casas, no obstante, el trabajo era escaso y recurre a ayudarse del niño, quien a punta de “rocazos” se encargaba de romper una y otra vez los cristales para que su padre adoptivo pudiera repararlos. 

La misma escena se puede ver en “El Globero”, con la diferencia de que en este caso, el niño rompía los globos de otros infantes, para que su padre adoptivo pudiera vender más, al final en ambas escenas, padre e hijo salen huyendo de la policía hasta llegar a su hogar, donde las carencias son evidentes. Otra escena que incluso se podría montar una sobre la otra y encontrar que la única diferencia es que son diferentes actores, es una de las finales en ambas películas, cuando el niño es separado de su padre adoptivo y se funden en un abrazo cargado de dolor y lagrimas. Como las anteriores hay muchas otras similitudes evidentes, pero ninguna demerita a la otra, pues, con cuarenta años de diferencia entre ellas, la de “Clavillazo” se veía obligada a innovar, de entrada ya había diálogos, era una película audible y el talento del cómico mexicano no se pone en duda, pues acompañado de Cesáreo Quezadas (el niño), actor que se hizo popular por su papel de “Pulgarcito” en otras películas, logró conmover y divertir a todo un continente.

La gran diferencia fue precisamente esa, la presencia de “Clavillazo”, quien se alejó totalmente de lo hecho por “Chaplin” en cuestión histriónica, -Digo ¿quién se atrevería a imitarlo- y nos regaló alrededor de 80 películas con una esencia propia. “El Globero”, ¿adaptación de “The kid” para un público diferente?, no creo y si así fuere, es también una joyita del cine, desconozco si “Clavillazo” estaba consiente de lo que les acabo de contar, pero lo estuviera o no, su trabajo es extraordinario.

Dicen que uno viene a la vida para dejar huella, para no ser olvidado y qué mejor que esto consume por buenas razones. “Clavillazo” es uno de esos personajes que para mí, lo han logrado y hasta dónde esté, espero disfrute de estas líneas y del agradecimiento de los miles que reímos y lloramos con sus películas.

mercury_arturo@hotmail.com