Cozumel, mundo fascinante donde coexisten sin riña la cultura maya y la modernidad, a nuestro alcance por Volaris
Turismo viernes 22, Nov 2019De cinco estrellas
Victoria González Prado
III / III partes
Al dejar Pueblo del Maíz fuimos al Parque Punta Sur. Aquí respiras el aire fresco del mar y te relajas entre las maravillas ecológicas e históricas de la mayor reserva ecológica de Cozumel. Está lleno de aves, cocodrilos, tortugas e iguanas. Exploramos tupidos manglares, tranquilos humedales y sitios arqueológicos mayas. Descubrimos la rica historia de los marineros locales en el faro de Punta Celerain y el museo de la navegación.
En la Laguna Colombia encontramos manglares y plantas trepadoras y manigua costeras. Cada año, de mayo a octubre, llegan tortugas a estas playas a desovar.
Puedes sumergirte en las aguas del arrecife, son tranquilas y es lugar ideal para iniciar a los niños en snorkeling.
Hay formaciones rocosas y dunas de arena. Visitamos las ruinas mayas, paredes echas con caracoles en capas, de lo que se cree fue faro. Las conchas silban diferentes tonos según la dirección del viento. Cerca de ahí se yergue el faro más moderno con vista panorámica del parque, y museo fascinante.
Nos relajamos en hamaca con la brisa del mar y el sonido de las olas. Punta Sur está abierto todos los días, pero se paga por entrar.
Luego, ¡a comer!; fuimos a Anémona de Mar Beach Club. Siguiendo breve camino de terracería desde el Faro Celarain, llegamos a este lugar: playa con suave arena blanca, aguas cristalinas y restaurante con deliciosos platillos típicos y caribeños.
Lo mejor de todo es que conserva su esencia natural de exóticas aves y formaciones de corales, entorno exclusivo donde la naturaleza sigue siendo la principal atracción. Además de tomar el sol y disfrutar comida fantástica, algunos decidieron esnorquelear (www.cozumelparks.com).
Regresamos al hotel El Cozumeleño para descansar y prepararnos, pues por la noche nos esperaba cena en el restaurante “El Palomar”, ubicado en iconica casa construida en 1903, considerada Patrimonio Cultural de la Isla de Cozumel. Tiene exposiciones de arte, mixología y cocina de Isla. Toda una tradición frente al mar.
Además es famoso por los tacos de pescado, extraordinario ceviche y tostaditas caseras con guacamole. Para endulzar el paladar, nada mejor que el flan.
Al otro día visitamos la granja de ostras productoras de perlas. Es proyecto de investigación sustentable que comenzó en 2001 a iniciativa del ingeniero mexicano Francisco Caamaño. Lo apoyan sus hijos Isabel y Francisco. Atrae turistas.
Se encuentra en islote, entre el mar Caribe y la laguna de Bahía Ciega, al norte de la isla. Sólo puedes llegar en embarcación. Aquí se produce la Pinctada radiata, codiciada perla perfecta en tamaño y color. Para esta labor se montó campamento de investigación y zona donde puedes pasar la noche. Aunque no nos quedamos, Isabel nos mostró el laboratorio, dotado con sistemas innovadores, baños ecológicos y palafitos.
En 2012, nos compartió Isabel, “comenzamos a atraer turismo para ayudarnos a financiar el proyecto de investigación. Nos ha ido muy bien. Es otro tipo de actividad que complementa la estancia en Cozumel. Así que todos los días se organizan visitas guiadas para mostrar paso a paso el proceso de cultivo, cuidado de las ostras y producción de perlas.
El ecosistema de la granja es ideal para generar el alimento que necesitan las ostras. A tres kilómetros de la playa se instalaron los contenedores: rejas enormes sujetadas al suelo marino. Alojan charolas para las ostras.
Después de cierto tiempo los “granjeros” ayudan a la ostra a crear perla perfecta, para lo que le introducen grano de arena. Lo demás es obra gracia y obra de la ostra. La perla tarda entre año y medio y dos años en formarse totalmente.
A la par del proyecto de investigación hay pequeña joyería creada con perlas. La marca es Muschell, con modelos inspirados en la naturaleza. Estando ahí hay tiempo suficiente para esnorquelear. Si te atreves puedes sumergirte cinco metros hasta el piso marino, donde están los contenedores custodiados por virgen de tamaño real (www.cosumelpearlfarm.mx).
A la hora de la comida saciamos nuestro apetito con hamburguesa acompañada de cerveza fría; después, regresamos directo al aeropuerto a abordar avión de Volaris, y al aterrizar en la Ciudad de México volvimos a la realidad.
“El ángel de la fama tiene sus alas hechas de papel… periódico”.
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