La flojera del Presidente
Alberto Vieyra G. jueves 21, Nov 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Tres defectos de carácter que sufre Andrés Manuel López Obrador lo convierten en una vil marioneta de sus emociones:
En primer lugar, el orgullo o soberbia, con el cual justifica todas sus “metidas de pata”, echándole la culpa a todo mundo. Pero jamás él reconocerá sus errores. Por ello, recurre permanentemente a la deshonestidad y la mentira.
En segundo lugar, está su defecto de la avaricia que lo convierte en un tacaño un gobernante miserable que solo le permite gastar nuestro dinero en lo que a él le interesa: Sus electoreros programas sociales, el país no le importa.
Y, en tercer lugar, López Obrador tiene un defecto que se llama pereza y ese maldito defecto lo equipara a esos animalitos llamados “perezosos”, cuya digestión tarda hasta un mes, pero en el caso de López Obrador, su digestión cerebral sobre los problemas torales de México, tardan mucho, mucho más.
Esa es la conclusión a la que llegan diversos estudiosos del carácter sobre la neurosis que hace trizas al Presidente de México. Sobre la pereza, el propio López Obrador acaba de relevar públicamente ese infame defecto de carácter cuando el pasado 18 de noviembre en la mañanera se descaro diciendo que: “Da flojera recibir a Sicilia”, después de que el poeta Javier Sicilia le solicitó hasta en tres respetuosas cartas una audiencia para exigirle que haya justicia en el caso de uno de sus hijos masacrado hace ya casi 10 años a manos de las mafias criminales. Estamos ante una frase la más desafortunada y que jamás se le ha escuchado en toda su historia de lucro político que refleja su falta de sensibilidad política, pero sobre todo falta de sensibilidad humana y amor al prójimo cuando en cuestiones humanistas se equipara a Nelson Mandela, Mahatma Gandhi o Jesucristo. ¿No le parece una bochornosa contradicción del Presidente de la República?…
Bueno, la cuestión es que esa metida de pata y el asilo político otorgado al dictador, delincuente electoral y líder cocalero o “cocaculero” en Bolivia, Evo Morales ha dado como resultado un desplome de poco más de 7 puntos en las preferencias de los mexicanos, sí, hacía un gobierno que ilusionó a millones, pero que ha resultado una total desilusión. AMLO va en un peligroso tobogán y no en balde, el Congreso Nacional Ciudadano ya convoca para el 24 de febrero del 2020 a un paro nacional, amén de exigir que la Cámara de Diputados ventile el juicio político contra AMLO por violación a mas de 20 artículos y un sin número de leyes secundarias.
El poeta Sicilia anuncia también que, a principios de enero próximo, realizará otra caravana de Cuernavaca a Ciudad Juárez y cualquier cantidad de organizaciones sociales, pero sobre todo víctimas de las mafias criminales, están listos para clamar ¡justicia!
Parece que AMLO no entiende ese humanismo tan simple. Su mente perezosa no procesa esas sensibles demandas de la población mexicana.
¿Qué ocurriría si algunos de los hijos de López Obrador fuese víctima de esta temible descomposición social por la que atraviesa la patria mexicana? ¿Estaría en Palacio Nacional con los brazos cruzados y la insensibilidad que hoy manifiesta como un Presidente con la flojera que acaba de manifestar? O ¿Será que ya se cansó y que dio todo lo que tenía que dar y lo mejor será que renuncie por qué no puede con el paquete? ¿De qué nos sirve a los mexicanos un presidente flojo como los perezosos? ¿Será que AMLO es perezoso a su conveniencia y que solamente recibe en su Palacio a sus adictos, pero no a los que piensan distinto de él? ¿Qué no gobierna para todos los mexicanos o el hecho que le digan sus verdades frente a frente representa para él una flojera?
En fin, los rancheros allá en mi tierra dicen que este presidente tuvo salida de caballo bueno y carrera de burro cansando.
Aquí entre nos, usted, ¿qué opina de la flojera del Presidente de México?