Morena, un estorbo
¬ Augusto Corro martes 19, Nov 2019Punto por punto
Augusto Corro
Será a mediados del próximo año cuando el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se encuentre en condiciones de elegir a sus dirigentes nacionales.
Así lo informó la presidenta de ese instituto político, Yeidckol Polevnsky. Añadió que la elección se efectuará una vez cumplidas las acciones ordenadas por los órganos electorales nacionales.
Ante el acuerdo de diferir las elecciones internas surgió la “tregua” entre los grupos que ambicionan el poder, quienes tendrán el tiempo suficiente para organizar su competencia partidista.
Se prevé que en la Sesión Extraordinaria del Nacional, el 30 de noviembre, se logre un cambio estatutario para incluir la elección de los líderes morenistas a través de encuestas, como lo sugirió eAndrés Manuel López Obrador.
Habrá, se supone, un ambiente de paz y tranquilidad en el interior del partido guinda en tiempos difíciles para el primer mandatario, quien durante su primer año de gobierno enfrenta el grave problema de la inseguridad.
Hechos violentos registrados en los últimos meses ponen en entredicho el funcionamiento del combate a la delincuencia organizada. A unos cuantos días del aniversario de arribo al poder, el gobierno federal no tiene resultados positivos en la reducción de la espiral de violencia.
A esos conflictos del nuevo gobierno, se suman los problemas surgidos en el interior del partido Morena, que obligaron a Yeidckol Polevnsky y a su adversaria, Bertha Luján, a controlar sus actuaciones rijosas para evitar mayores escándalos.
Trascendió que el fin de semana, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se reunió con las mencionadas dirigentes de Morena para exhortarlas a evitar los pleitos que reflejan un pésima imagen de su organismo político.
Ya Yeidckol Polevnsky logró sumar puntos negativos entre las filas morenistas debido a su falta de tacto político que empezó a empañarse con la condonación de 16 millones de pesos de impuestos, que obtuvo en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
También le deterioraron su imagen los constantes pleitos con distinguidos militantes de Morena. Su actuación al frente del partido la hace parecer como su dueña o patrona, aunque no tenga la posibilidad de que la obedezcan.
Su falta de autoridad moral se notó en las asambleas morenistas que fueron un desorden total, pues surgieron las mañas electorales de los priístas y panistas, como el padrón de militantes alterado y la violencia incontrolable.
Morena es un partido joven que no debería tener tantos conflictos internos tan pronto. Aunque se suponía que iba ser muy difícil controlar a militantes de diferente extracción política, como expriístas, expanistas, exverdes, excomunistas, experredistas, etc.
Meter en cintura a esos políticos de diversos orígenes no será fácil. Y si a lo anterior se le agrega una lista de personajes de la jerarquía política, se obtendrá un escenario conflictivo, de profundo divisionismo.
Morena es el reflejo de un partido político errático, un verdadero estorbo para el gobierno del presidente López Obrador. Y, por ahora, no se cuenta con el antídoto para erradicar el espíritu conflictivo de los morenistas.
Culiacan en paz
A un mes de la aprehensión fallida del “narco” Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Culiacán se encuentra en paz.
Quedó en el recuerdo aquel fatídico día que los representantes de la autoridad fueron humillados por la fuerza del Cártel de Sinaloa.
A partir de esa fecha se iniciaron las investigaciones del caso para deslindar responsabilidades. Se comentó que la captura del narco Ovidio estuvo llena de errores y que inclusive se registró un acto de traición.
¿Y que sigue después de ese alarde de fuerza de los narcos en Culiacán? ¿Ya se dejó el caso para el archivo? ¿No será capturado Ovidio ni extraditado a EU?
En fin, las autoridades tienen que agilizar las indagaciones para borrar esa imagen de impotencia que dejaron el día que capturaron a Ovidio y a las pocas horas lo dejaron en libertad.