“Vincent, girasoles contra el mundo”
Espectáculos martes 19, Nov 2019- Con gran éxito concluyó temporada en el Teatro Helénico
- El brillante artista Mario Iván Martínez repondrá la exitosa puesta en un nuevo escenario para el próximo año 2020
Claudia Arellano
Actor, escritor, creativo, amante de las letras, investigador, curioso de la vida misma, así es Mario Iván Martínez, quien con teatro lleno, se dio tiempo para platicar con DIARIO IMAGEN acerca de “Vincent, girasoles contra el mundo”, una puesta que concluyó temporada en el Teatro Helénico de la Ciudad de México; sin duda otro acierto en la vida actoral del histrión.
Como padrinos para esta emotiva función, Mario Iván Martínez contó con la presencia de dos grandes personalidades y entrañables amigos, de su madre Margarita Isabel (q.e.p.d.) los primeros actores Patricio Castillo y Luisa Huertas, quienes al final de la puesta recordaron a Mario Iván Martínez como un actor evolucionado y un profesional empedernido, además que le externaron el cariño que le guardan desde muy pequeño, cuando lo conocieron, mientras habitaba en un edificio llamado “La nave del olvido”, un lugar que fue bautizado con ese nombre debido al número de actores que vivían ahí.
“Tal vez pinto para gente que aún no ha nacido”, es una de las frases que abrazan al respetable que se mantuvo atado a su butaca durante las casi dos horas que dura la puesta que además de tener mensajes vigentes, agrega sin duda un certero mensaje de amor enloquecido, de uno de los seres más emblemáticos que ha pisado la tierra en el terreno del arte: Vincent Van Gogh.
Con un Mario Iván Martínez magnifico, ya que cada noche el actor desenterraba de la locura que lo llevó a la muerte a un personaje histórico que falleció sin saber el éxito que tuvo, el actor logra mostrar al Vincent amoroso y necesitado de cariño que buscaba en cualquier persona que parecía apreciarlo, retrata al Vincent que ama el color, que se cura con la noche de su nostalgia de sus enredos mentales y de la falta de amor de su padre.
“Vincent, girasoles contra el mundo”, nos ofrece los mejores trazos de la turbulenta vida del pintor holandés y el amor incondicional que Theo, su hermano tiene por el al punto de incluso “pagarle” “amistades” (como la del pintor Gauguin). En escena también se ve la maravillosa actuación de Fernando Memije quien da vida al pintor Paul Gauguin, Paula Comadurán quien también da muestra de lo que sabe hacer con sus diferentes papeles pero destacando con el de Johanna Bonger, esposa de Theo.
“El primer mérito de una obra de arte es que sea una fiesta para la vista”, solía decir Vincent quien por no avergonzar a su padre, un religioso extremista no firmaba sus primeros cuadros con su apellido. Sin duda esta frase muy acertada pues ver en movimiento la obra del holandés es una fiesta a todos los sentidos, es una celebración a la vida, al caos, y a lo que puede resultar más decadente en el ser humano, sin duda una pieza que eriza la piel con temáticas que orillaron a este artista a una de las tristezas y soledades jamás vistas. Su hospitalización en un psiquiátrico, donde pintó su famosa silla vacía, Los girasoles, La noche estrellada, Almendro en flor, Arles, vista desde los campos de trigo, entre otras, son muchas de las obras de las que se habla en escena y que logra reflejar una dulce locura aderezada de temores, soledad, necesidad de aceptación y todo lo que fue la vida de este poeta del pincel.
Finalmente la obra muestra cuando Vincent murió, se dice de suicidio, lo que enloqueció a su hermano Theo quien fue su mentor y protector durante sus 37 años de vida, aunque él siempre sospecho que no fue un suicidio sino homicidio lo que ocurrió, finalmente convergiendo con el público los actores muestran como finalmente el artista que se cotizó alto en la Casa de Subastas Christie’s de Londres estuvo como un astro en la noche estrellada.
“Querido Theo: no sé dónde estarás ni si leerás esta carta, ojala que el lugar donde te encuentres este lleno de lirios en flor de medio día; ese medio día que ofrece la pasión, la paciencia y la serenidad, ese medo día en el alma”, es así como Mario Iván comienza un corto pero colorido dialogo con este diario que asistió a la última noche de esta primera y exitosa temporada.
“‘Mediodía en el alma’ fue el título de pinceladas de un genio, proyecto con el cual inicio esta obra que hoy concluye. Vincent fue un pintor que vivió en la pobreza y la gran paradoja es que sus cuadros alcanzan millones y millones de dólares, esta distancia abstracta onírica comprende la ironía de su vida, de inicio en ese proyecto buscaban un locutor pero la magnitud del proyecto requería un actor ya que era necesario que la propuesta contemplara cada aspecto de su vida, finalmente el maestro Pedro Ochoa me entusiasmo tanto que se convirtió en algo mas grande”, indicó.
Mario Iván Marrtínez comentó que esta obra dirigida por Luly su prima, le ha dado una satisfacción enorme ya que Van Gogh se mantiene vigente y su obra resulta inspiradora “Voy de loco en loco y locas. Es que los locos son los más sabrosos e interesantes de interpretar, la gente se asusta cuando le dicen loco y debería ser un honor guardan grandes secretos y su mente es ágil y hermosa, todo depende de donde lo veas”, dijo Mario Iván.