Semana difícil para diputados
¬ Augusto Corro lunes 11, Nov 2019Punto por punto
Augusto Corro
Por ley, el Presupuesto de Egresos de la Federación debe ser aprobado por los diputados a más tardar el próximo viernes.
Solo que aún quedan asuntos pendientes que resolver para dejar conformes a los beneficiados del reparto de dinero.
Durante los últimos meses gobernadores, presidentes municipales, maestros, campesinos, etc., acudieron a San Lázaro para demandar más recursos económicos.
Seguramente se les atendió conforme a sus solicitudes y ya no hicieron más ruido.
Otros, como los presidentes municipales y grupos de campesinos, exigirán mayor atención a sus demandas.
Hoy, en la Cámara de Diputados estarán las organizaciones afiliadas al Frente Auténtico del Campo, con un plantón indefinido, hasta que se cumplan sus peticiones.
También un sinnúmero de alcaldes estará presente en San Lázaro para pedir que no se les recorte el presupuesto.
El problema es que de esos recursos destinados a los municipios no todos son aprovechados debidamente.
Por ejemplo, la sociedad demanda seguridad y esta no llega. A las autoridades poco les preocupa tener una policía preparada que brinde protección.
Sin embargo, los munícipes pedirán más dinero para más uniformados municipales con mejor capacitación. De antemano sabemos que eso no ocurrirá y que los recursos económicos que les concede el gobierno federal lo utilizarán, como sucede, en propaganda para sus causas políticas.
O para satisfacer sus intereses personales. Tenemos el caso del alcalde de Fresnillo, Zacatecas, el morenista Saúl Monreal, hermano menor del senador Ricardo Monreal, que celebró los 15 años de su hija con fiesta en la que se gastó, según los conocedores, más de 70 mil dólares del erario.
Colonias peligrosas
En una metrópoli como la Ciudad de México la delincuencia se encuentra a sus anchas. Sin preocupación alguna.
La policía que viene de sexenios anteriores tiene vicios que tardarán en erradicarse. Mientras la población continuará indefensa ante los maleantes.
Quizás, usted amable lector, ya escuchó o leyó en algún periódico que el valle de México es un territorio donde se realiza todo tipo de delito.
Ante la impotencia de la policía para controlar a la delincuencia, esta aparece por todos los rumbos de la ciudad y sus zonas conurbadas.
No solo los criminales actúan en las alcaldías de la CDMX, sino también en los municipios aledaños.
Ahí están Ecatepec, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, etc., verdaderas zonas donde la espiral de violencia no cede.
De nada sirve saber dónde se encuentran los sitios más peligrosos para el ciudadano que ve cómo pasa el tiempo y los delincuentes siguen en sus mismas acciones.
Todos sabemos que Ecatepec desde hace varios años es una ciudad de muerte y violencia y no parece que alguien tenga el menor empeño de atender el problema de la delincuencia.
En la Ciudad de México se registró a siete colonias como más inseguras para tomar Uber o taxi.
Estas son: Polanco, Nápoles, Roma, Condesa, Santa Fe, Escandón y San Jerónimo.
En esas zonas ocurre el mayor número de ataques a mujeres solas que viajan en taxi o en vehículos controlados por plataformas digitales.
Ojala y esos datos le sirvan de algo para reforzar sus medidas preventivas contra la delincuencia.
Las “ferias” afectadas
Más de mil familias se encuentran afectadas en sus ingresos económicos por la falta de regulación en los juegos mecánicos.
Las ferias tradicionales en México se llevan a cabo con la instalación de estructuras metálicas como la rueda de la fortuna, las sillas voladoras, los caballitos, etc., para diversión de los parroquianos.
El pasado 28 de septiembre, dos personas perdieron la vida en la Feria de Chapultepec y esto provocó que en las alcaldías se tomarán medidas preventivas para evitar accidentes.
Y los alcaldes optaron por retirar cualquier permiso de funcionamiento de las citadas ferias, hecho que afectó a cientos de familias que obtienen sus ingresos económicos de esa actividad relacionada con la diversión.
Urge pues, que el gobierno capitalino intervenga para ayudar a esas personas que solo quieren trabajar honradamente.