Violencia en ruta ascendente
¬ Augusto Corro jueves 7, Nov 2019Punto por punto
Augusto Corro
Siguen su ruta ascendente la violencia y la inseguridad.
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador continúan las masacres y los atentados a la población.
Los cárteles de la droga continúan con sus actividades con más empeño ante un gobierno que no encuentra la estrategia para combatirlos.
Con la idea del mandatario mexicano de que la violencia no se combate con la violencia, los capos del narco viven sin sobresaltos ni temores.
Entonces, ¿cuál es o será el plan para erradicar la violencia y la inseguridad?
A la fecha no se ven resultados positivos derivados de la actuación del gobierno contra la delincuencia organizada.
El día uno de noviembre el presidente López Obrador pidió un año de plazo para erradicar la violencia y provocar un cambio profundo en México.
Al paso que van las autoridades se ve difícil que para el 2020 tengan resuelta la complejísima problemática y canten victoria.
Cada vez surgen más acciones criminales que reflejan la barbarie de quienes las cometen, con la certidumbre de que no los alcanzará el brazo de la justicia.
Mientras, será interesante saber en qué grado se encuentra la paciencia de los mexicanos para apoyar a un gobierno que no ofrece resultados positivos.
La sociedad mexicana exige hechos que demuestren que el horror y el terror provocados por la delincuencia sí desaparecerán algún día.
¿Cuánto durará la paciencia? ¿Usted qué opina amable lector?
Los narcos
Sería interesante saber si las autoridades federales tienen servicios de inteligencia para prevenir tragedias, como las registradas en los últimos meses.
En Culiacán, se evitó un mayúsculo derramamiento de sangre que pudo ocurrir por la torpeza de la fuerza pública. Se trató de un operativo fallido en la detención del capo Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo.
Ese hecho y otros registrados con anterioridad solo reflejan que la narcodelincuencia se encuentra en su apogeo y que un año no será suficiente para conseguir la paz.
Las autoridades tendrán que multiplicar sus esfuerzos y trabajar sin descanso para conseguir sus propósitos.
En el caso de las familias mormonas, LeBarón y Langford, agredidas el lunes pasado, se repitió la historia de siempre.
Una vez más los cárteles de la droga asesinaron a personas inocentes como acostumbran hacerlo. Nueve estadounidenses-mexicanos (tres mujeres y seis niños) fueron alcanzados por las balas.
¿Las autoridades no sabían que en esa zona en los límites de Sonora y Chihuahua tienen se encuentran en franca guerra los cárteles La Línea (Cártel de Juárez) y Los Salazar (Cártel del Pacífico)?
La guerra entre los citados grupos se agudizó en fechas recientes. Como consecuencia de las disputas, se presume que sicarios de La Línea fueron señalados como autores materiales de la masacre de las familias LeBaron y Langford.
Las condiciones de inseguridad en la zona obligaban a las autoridades a brindar mayor atención a los habitantes. No fue así, pues los hechos nos dicen lo contrario.
¿Cuál acciones desarrollará del gobierno para regresar la seguridad y la paz en esa región de México?
Las “buenas relaciones”
A raíz del atentado a las familias LeBarón y Langford y debido a su ciudadanía estadounidense-mexicana, el presidente Donald Trump aprovechó la oportunidad para brindar apoyo militar al gobierno mexicano en la “guerra” contra el narcotráfico.
El presidente López Obrador agradeció la oferta del republicano, pero aclaró que no se puede enfrentar violencia con más violencia.
Por su parte, el senador estadounidense, Tom Cotton, criticó la política de abrazos y no balazos del mandatario mexicano, y afirmó que es buena “para un cuento de hadas”.
Luego, el legislador advirtió que si el gobierno de México no actúa de forma apropiada, tal vez sea momento de que Estados Unidos lo haga.
¿Qué tal si senador Tom Cotton se dedicara un rato a combatir la drogadicción en su país, que tiene el mercado de viciosos más grande del mundo? Ayudaría mucho a reducir la criminalidad en México.