¡Marihuana… marihuana¡
Freddy Sánchez martes 5, Nov 2019Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Que siempre sí, que siempre no. En el gobierno de Andrés Manuel se sigue deshojando “la amapola”, ( por no decir “la maragarita”), en son de incertidumbre sobre lo que pasará sobre la legalización en proceso de la yerba.
Al dar a conocer el programa nacional contra las adicciones, el propio jede del ejecutivo, afirmó que permitir el consumo legal de esta sustancia no se descarta.
Aunque, parece claro que algo influye para que no se concrete.
Quizás se abrió un prudente espacio en el tiempo para “madurar” la idea con una mejor planeación de acciones institucionales que acompañen la polémica aprobación legal para el consumo de la marihuana para el solaz y esparcimiento de sus consumidores.
El hecho incluso de que a la legalización se haya anticipado el programa oficial contra las adicciones, indica un acto sensato de prudencia del poder público.
Que ojalá conlleve el afán de de aplicar las inquietudes de quienes asumen como un grave error que se permita el uso libre de la marihuana, lo que a la postre puede traducirse en la incidencia en el consumo exponencial de drogas más destructivas.
Cosa que por supuesto rechazan los que partidarizan con el proyecto de legalización.
Y es que, justamente, uno de los puntos en los que se apoya la voluntad de los que ven con beneplácito la aprobación legal mencionada, es que a su sentir y parecer, (ampliamente alentado por ciertas investigaciones médicas), fumar “yerba”, no está relacionado con un hábito necesariamente mortal, puesto que incluso el alcoholismo y el tabaquismo tienen la mala fama de ser mucho más dañinos.
Bajo esta perspectiva, podría pensarse que la voluntad legislativa que se perfila en pro de una aprobación para el uso lúdico de la marihuana, no equivale a poner en un grave riesgo la salud publica, no más por lo menos de lo que implica el consumo legal del cigarro y la amplia gama de bebedizos alcohólicos, además incluso de diversos alimentos y bebidas que se sobra es sabido, los males que causan .
De ahí la importancia de la acción oficial anunciada contra las adicciones, lo que es de desear que en realidad se constituya en una campaña de amplio espectro, no limitada a la publicidad ni medidas de corta duración, como tampoco actos aislados y poco o nada efectivos para la prevención y la cura de las adicciones, lo que a esta nación le es más que urgente, no solo por lo que se refiere al consumo de drogas, sino también en lo concerniente a la dieta diaria alimentaria de la mayoría.
Porque, digámoslo con franqueza: en México jamás se ha puesto en marcha una acción gubernamental contra las adicciones con absoluta convicción de apoyo a la sociedad sin sobreponer una celosa custodia de los intereses económicos particulares.
Una reforma legal acompañada de medidas que le pongan puntual y efectivo remedio a los consumos que le causan tanto daño a la salud de los connacionales.
En materia de alimentos y bebidas, ( más allá de lo que deba de hacerse para la prevención y el combate de las secuelas mortales por el consumo de las drogas de cualquier clase) , es indispensable que igual se proceda a un gran despligue oficial para combatir las adicciones de aquello que atenta contra la salud y se ha convertido en tragedia nacional como es el caso de la obesidad con sus funestas secuelas de muerte.
Así que, evidentemente, mucho hace falta que haga el gobierno de Andrés Manuel, en el ánimo de demostrar que su lucha contra la corrupción abarcará también cuanto tenga que ver con la extrema permisidad oficial atribuible a ineptitud, insensibilidad o corrupción de quienes desde el gobierno permiten el mezquino de enriquecimiento de grandes empresas que venden lo que venden sin importar los daños que causan a la población.
De modo que esto hay que resolverlo en favor de los intereses colectivos, antes de seguir dando “alas” a los que se frotan las manos esperando hacer otro gran negocio multimillonario con la venta libre de la yerba y por lo mismo no dejan de “gritar a los cuatro vientos”, con un cínico regocijo codicioso: !marihuana…marihuana!