“¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?”
¬ Edgar Gómez Flores lunes 28, Oct 2019Con mi mano izquierda…
Edgar Gómez Flores
La connotación de la expresión “¿a qué le tiras?”, que incluyó el compositor popular mexicano Salvador Flores Rivera “Chava Flores” en la canción de los años 50´s del siglo XX, puede traducirse como un ¿a qué aspiras?. Los mexicanos, nacidos en el mestizaje de la conquista tenemos la necesidad de soñar y en este sueño aspirar a un mundo mejor, muchas de las veces para evadir nuestra realidad. En estos sueños invocamos el juego de la creatividad que nos lleva a ser seres poderosos, seres indestructibles para, al despertar, regresar a nuestras oficinas, talleres o universidades y envolvernos en la rutina del día a día. En la primera frase de la canción se menciona “…A hacerte rico en loterías con un millón. Mejor trabaja, ya levántate temprano, con sueños de opio sólo pierdes el camión…”. El problema es que ni este sueño podremos cumplir, ya que el pasado 16 de octubre, con 392 votos a favor el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la eliminación de la Lotería Nacional para integrarse a los Pronósticos Deportivos.
Fuera de cada frase de esta canción, que podríamos analizar sobre la génesis de los sueños mexicanos, producto de nuestras frustraciones económicas y sociales, la canción de este gran cronista mexicano nos permite ver a este México, como el país de los grandes sueños y de las tristes realidades. Después de tres transformaciones, posteriores a la Colonia española, los mexicanos guardamos un cúmulo de pretextos para lograr describir nuestra realidad. En el colectivo popular surgen frases como: “si nos hubieran conquistado los ingleses, quizás hubiera sido distinto…”. Sin embargo, desde el poder, también surgen frases lapidarias a las aspiraciones ciudadanas. Resalta la frase del General Porfirio Díaz “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos” o recientemente la célebre frase del presidente Peña Nieto cuando afirmó: “para combatir la corrupción se debe partir de reconocer que es un asunto de orden cultural”. Como consecuencia, en nuestra conciencia colectiva, tenemos arraigado un futuro fatídico que solo los sueños nos permiten evadir.
En este ambiente del sueño y la aspiración, me tomé la libertad de leer la propuesta de la Secretaría de Hacienda sobre las bases económicas para elaborar el paquete económico 2020 y al leerlo se me reflejó una sonrisa. Esta mueca se formó al imaginar a nuestro secretario Arturo Herrera como uno de nosotros, un soñador. Pasé las páginas de la realidad 2019, porque esas sí parecen mentiras o verdades contadas a medias. Pero, al retomar el capítulo “PERSPECTIVAS ECONÓMICAS Y LINEAMIENTOS DE POLÍTICA FISCAL Y ECONÓMICA PARA 2020” me encontré con algunas aspiraciones. La primera se refiere al crecimiento económico del 2% y aquí tenemos dos vertientes de análisis; la primera es exigir una explicación sobre el crecimiento promedio del sexenio, el cual se estima (todavía) en 4%. Con la perspectiva de crecimiento “cero” en 2019 y de 2% en 2020 la única forma de cumplir la meta es con un crecimiento promedio 2021 – 2024 cercano al 6% y la segunda es conocer cuál será el motor de crecimiento. Porque, con una baja inversión gubernamental, un expectativa del consumidor disminuida y una industria de la construcción con un desplome anual del 10% difícilmente se identifica un engranaje económico que nos permita decir que, 2020 será un mejor año que el presente.
Por otro lado, gran parte del sustento de las finanzas públicas se basan en los ingresos petroleros. En este sentido, la perspectivas señaladas manifiestan un crecimiento en la producción del crudo en un 5.6% para llegar a 1.95 millones de barriles de petróleo por día. Este crecimiento solo puede lograrse con un impulso a las asociaciones público privadas que PEMEX pueda consolidar. Sin embargo, en el discurso de la cuarta transformación, estamos lejos a lograrlo en el mediano plazo.
En vísperas del siguiente año, con discursos en contra de los fifis (ahora de sangre azul), conservadores y adversarios políticos (donde se encuentran varios empresarios); la cuarta transformación, encabezada por su vocalista, Arturo Herrera, retoma el sonsonete de la canción de “Chava Flores” en su estructura económica 2020 y nos remata diciéndonos: “¿A qué le tiras cuando sueñas soñador?”