No dan una
Armando Ríos Ruiz lunes 28, Oct 2019Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
- Nuestros gobernantes no dan una o no quieren
Cuando detuvieron a Elba Esther Gordillo, el juez dijo que era necesario retenerla, porque existía la posibilidad de que se fugara, debido a que tenía muchas casas fuera de México. Cuando detuvieron a Rosario Robles, el juez dijo lo mismo.
Hace unos meses, se habló de la posible detención de Carlos Romero Deschamps, de su esposa, de sus hijos y de otros familiares, por la comisión de diversos delitos. No hubo tal y el líder del sindicato petrolero continuó aparentemente campante, porque nada se hacía en su contra.
Hace unos días, se supo de su renuncia al sindicato y el sábado pasado se habló de su huida, para evitar el cumplimiento de una orden de aprehensión, por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Cuando transcurrieron unas horas, se habló también de que huyó con toda la familia.
Llama la atención que en este caso no existiera la intención de asegurar su permanencia en México, ante la posibilidad de que también escapara y fuera a parar a otras latitudes del planeta.
¿Lo dejaron ir? Sabemos que lo que sigue será iniciar una cacería a través de corporaciones internacionales, para capturarlo y devolverlo a nuestro país, en donde tendrá que ser juzgado, lo mismo que todos sus familiares, que presumieron y dispusieron de mucho dinero, a sabiendas de que era mal habido.
Mientras, los analistas harán elucubraciones del caso; transcurrirán los días, los meses y finalmente, lo atraparán.
Parece que nuestro gobierno pretende tender una nube de humo para desviar la atención de la Prensa hacia este suceso, probablemente para acallarla sobre lo acontecido en Sinaloa.
Cuando la maestra Elba Esther fue detenida en Toluca, Romero Deschamps puso sus barbas a remojar y huyó. Pensó que había llegado la hora de todos los líderes corruptos. Alguien que sabía en donde se encontraba, le avisó que no había nada en su contra y regresó.
¿Ahora que se conoce su nueva huida, realmente se trata de un olvido imperdonable no tomar las precauciones necesarias para evitarlo?
Si a eso hemos llegado, entonces habrá que pedir la renuncia de todo el gobierno, que se ha convertido en cómplice de los delincuentes que desean escapar de la justicia y en inventor de disculpas poco inteligentes para lo que ocurre, ya de manera recurrente.
Pésima memoria. ¿Acaso olvidaron que lo del Chapito es demasiado reciente? ¿Qué está y estará mucho tiempo en la memoria del mundo entero?
Obviamente, permitir la desaparición del hijo del Chapo y de Romero Deschamos, constituye un delito que no se paga con excusas.
El líder del sindicato petrolero es un personaje que ganó la repulsa del pueblo, por sus conductas de desprecio a la clase trabajadora.
Sus hijos coadyuvaron espléndidamente, para que se almacenara en los corazones de millones de mexicanos, un odio muy grande en contra de su familia.
La compra de ferraris, de departamentos de lujo fuera de nuestro país, los viajes con mascotas a las que se pagaron asientos de primera clase en vuelos a otros continentes, la exhibición de relojes que cuestan lo que una casa, construyeron una afrenta para quienes sólo tienen un empleo modesto y decente.
Las amenazas de muerte, las balaceras a líderes que pretendían el cargo, mantuvieron a Romero Deschamps en un sindicato convertido en ejemplo de corrupción, que era exhibida sin recato, sin asomo de vergüenza, como si se tratara de una cualidad que debía presumirse.