“Pobre Pierrot”, de Émile Reynaud, padre del cine de animación
Opinión lunes 28, Oct 2019De la carpa a las letras
Arturo Arellano
Como hemos citado en este espacio, los payasos han sido motivo de inspiración para muchos artistas, tiene presencia en las pinturas de Botero, en canciones de grandes compositores y curiosamente en los inicios de la historia del cine de animación. Por ejemplo, Koko The Clown, caricatura invención de Max Fleischer, precursor de este formato por allá de 1919 y del que hoy les contaremos un payaso “Pierrot”, obra de Émile Reynaud padre del cine de animación, quien dibujo y animo al personaje incluso antes que Fleischer, pues Reynaud logro lo propio un día como hoy, 28 de octubre pero de 1892, cuando proyectó durante quince minutos seguidos sus diapositivas dibujadas a mano sobre una cinta flexible perforada en París.
Desde siempre la proyección y animación de imágenes tuvo un extraordinario potencial como espectáculo. A finales del siglo XVIII los animadores ambulantes cargaban con todo tipo de artilugios y juguetes ópticos, además de instrumentos musicales y sentido escénico para entretener a su público con historias animadas. Entre esos curiosos, revolucionarios e innovadores que impulsaron la evolución de la animación, figura el nombre de Émile Reynaud creador del Praxinoscopio y más tarde de la genialidad que fue su Teatro Óptico, que posteriormente sirvió de inspiración a Fleischer para su más sofisticado rotoscopio.
Pero lo que aquí nos atañe son “Las Pantomimas luminosas” de Reynaud, que fueron los primeros dibujos animados de la historia del cine y donde plasmó a través de diferentes clips animados algunas historias de las cuales solo se conservan dos, una de ellas “Pauvre Pierrot” realizada y estrenada en el año 1892. En la pieza se muestra a un arlequín que coquetea con una dama, posteriormente llegará el “Pobre Pierrot” un payaso cara blanca que será blanco de las bromas del inquieto arlequín y por si esto fuera poco, además es despreciado por la mujer.
Se puede apreciar en los poco más de cuatro minutos de duración del clip un clásico juego de payasos, en el que el arlequín en este caso tiene el rol del augusto y el Pierrot el cara blanca. Incluso se podría hablar de comedia física, dado que los personajes entran en un intercambio de inocentes golpes, claro esta el pobre pierrot sin tener idea de lo que esta pasando. El final no se los cuento porque me gustaría que pudieran verlo, dada la reconstrucción del filme, esta disponible en Youtube, incluso con la restauración de los colores y música clara.
Una verdadera obra de arte en el sentido del funcionamiento del Teatro Óptico de Reynaud, puesto que durante la función, debía ocuparse de la limpia circulación de las cintas sobre las que viajaban los dibujos en el aparato, y al mismo tiempo de que sonaran sus efectos especiales, fuera algún tambor para simular un golpe o la caída de alguno de los personajes o el mismo piano, con el que se ambientaba cada situación, en este caso una enternecedora historia de dos personajes en la lucha del amor de una mujer.
Reynaud nombró a sus películas animadas “Pantomimas Luminosas” pero esa luz no duró demasiado, puesto que el artista tuvo la mala suerte de lanzar su invento en la misma década en que los Lumiere inventaron el cinematógrafo. Así la siempre frágil capacidad de asombro de los humanos fueron dejando de a poco en el olvido el Teatro Óptico de Reynaud y sus dibujos quedaron en la sombra. De las Pantomimas Luminosas sólo se conservan hoy “Pauvre Pierrot” de 1892 y Autour d’une Cabine de 1894.