Alto al contrabando de armas
¬ Augusto Corro miércoles 23, Oct 2019Punto por punto
Augusto Corro
Tras los acontecimientos violentos de Culiacán, los gobiernos de México y Estados Unidos (EU) acordaron detener el tráfico de armas de procedencia estadounidense.
El tema empezó a tratarse en una conversación telefónica entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el mandatario de EU, Donald Trump.
Anteayer, el embajador de EU en México, Christopher Landau, manifestó el compromiso de su gobierno de frenar el tráfico de armas que vienen del vecino país a nuestro territorio por la frontera común.
También se planteó la idea de “desburocratizar” las respuestas institucionales de Washington ante el problema del contrabando de armamento.
El diplomático expresó lo anterior luego de una reunión con los secretarios de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño; de la Defensa, general Luis Crescencio Sandoval González; de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
Se dan, pues, los primeros pasos para atacar el contrabando de armas que desde hace varios sexenios benefició a la delincuencia organizada, pues la dotó de los instrumentos necesarios para fortalecerse.
La idea de detener el tráfico de armas es, sin duda, urgente y obligada por parte de ambos países, pero, cabe preguntar: ¿realmente Donald Trump tomará en serio el compromiso?
De entrada surge la duda por una simple y sencilla razón, Trump se encuentra en plena campaña política y cualquier asunto relacionado con las armas provoca escozor en los seguidores del magnate.
Además, las armas no solo forman parte de la idiosincrasia del estadounidense promedio, sino que también representa a intereses poderosos de negocios en EU. No olvidar que es el primer país exportador global de armas.
En México, los cárteles de la droga se proveen de armamento bélico, incluidas las de calibre .50 y toda clase de pistolas y rifles de asalto, que usan en sus diferentes enfrentamientos mortales entre ellos mismos o contra los representantes de la ley.
Las armas de contrabando sirven de apoyo a la delincuencia organizada empeñada en mantener la espiral de violencia que mantiene aterrorizada a la sociedad mexicana. Detener el tráfico de armamento es urgente. Esperamos que el acuerdo se cumpla, aunque con Trump no hay mucha formalidad en sus tratos.
El PRI y su desmantelamiento
Dejaron cargos en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tres personajes que hacían las veces de pilares políticos.
Ellos son: Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato Petrolero; Joel Ayala, de la FSTSE y Arturo Zamora, de la CNOP.
Además, Carlos Aceves del Olmo no descarta dejar la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
La salida de los citados dirigentes de esos puestos importantes es parte del reacomodo de políticos en el tricolor que se encuentra en vías de extinción.
Quizás uno de los tres citados, el líder, Romero Deschamps, es el más conocido por sus privilegios comparados con los que disfrutan los jeques petroleros. Renunció como líder del Sindicato Petrolero investigado por diferentes delitos, entre otros el de enriquecimiento ilícito.
Joel Ayala se convirtió en un dictadorzuelo de la burocracia. Hasta que hace varios renunció al PRI. Se comentó que podría encabezar una nueva organización política.
Arturo Zamora de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares renunció al cargo en la CNOP, luego de afirmar que es “tiempo de renovar las dirigencias y cuadros del partido. Es el momento de brindar oportunidad a los jóvenes”.
El Revolucionario Institucional empezó a desmoronarse desde que fue derrotado por el PAN que llevó al poder a Vicente Fox. Le sucedió en la presidencia de la República el michoacano Felipe Calderón.
Fueron dos sexenios que el PRI aprovechó para remendarse. Ya en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el tricolor empezó a caer. Fue mayúscula la corrupción de los funcionarios emanados del citado partido, principalmente de los gobernadores.
La desorganización del tricolor y su dirigencia, encabezada por el presidente Peña Nieto, se acentuó en la contienda presidencial reciente, que se tuvo que nombrar a una persona ajena al partido como su abanderado. La responsabilidad cayó en José Meade, con los resultados que todo mundo conoce.
Como resultado de la corrupción y de su lucha interna, el Revolucionario Institucional se encuentra en el abismo.
También dirigentes importantes renunciaron a esa organización política, que ahora tiene como su presidente a Alejandro Moreno (a) “Alito” o “Amlito” que no sabe cómo resucitar a su instituto político.