Un cura en palacio
Alberto Vieyra G. miércoles 23, Oct 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El pasado jueves 17 de octubre quedará marcado en la historia de México como el día en que el presidente, Andrés Manuel López Obrador entrego el país a las bandas criminales.
La crisis de Culiacán no solamente dará tema de agrios debates, sino que hoy el alto número de encuestas revela que Culiacán será el Waterloo de AMLO, quien ante los mexicanos juro cumplir y hacer cumplir el Artículo 89 de la Constitución y hoy, justifica sus monumentales metidas de pata usando la Biblia, que dicho sea de paso es el libro más extraordinario que contiene la sabiduría divina, solo que él no le entiende y no solo suele violar la Carta Magna, sino también las normas divinas.
Al defender su decisión absurda de liberar a un presunto narcotraficante detenido para entregarlo a Estados Unidos y haber rendido al Ejército y a su Guardia Nacional ante el poder omnímodo armado de grupos criminales, como una “decisión muy difícil, pero muy humana”, el titular del Ejecutivo sostuvo que “la paz, la tranquilidad, no la discordia, no el odio, no la violencia, la hermandad, el amor al prójimo, esa es la filosofía, esa es la doctrina de este gobierno”. ¿Amor al prójimo? ¿De cuál fumaría el presidente? ¡Qué disparate tan brutal! ¿Se le hace a usted un estadista serio? ¿Los políticos conocerán el amor al prójimo? ¿No le parece a usted que AMLO se equivocó de Palacio y en lugar de estar en el Palacio Nacional debería estar en el Palacio de la Catedral Metropolitana como un abnegado cura con virtudes humanistas? ¿Es AMLO un humanista?:Categóricamente NO. ¿Entonces por qué usa el disfraz de humanista, será porque con esa máscara de humanista lucra políticamente con el “pueblo bueno y sabio” ?: Claro, se hace pasar como humanista, recurso que usa para tapar sus mentiras y hierros.
No AMLO no es un humanista, AMLO es un odiador de las instituciones, un hombre que por lo menos ha vivido los últimos 20 años en el filo de la navaja violando las leyes. La estrepitosa derrota de Culiacán fue una prueba inequívoca de como el Jefe de las Instituciones Nacionales, las denigra, particularmente en el caso del Ejército Mexicano. Pero ¿En qué cabeza cabe mandar dos o tres pelotones de soldados a enfrentar a un ejército armado hasta los dientes de aproximadamente 700 sicarios?
Todo el gabinete de seguridad habla mentiras de los hechos sangrientos en Culiacán, pero lo que queda claro es que AMLO no puede gobernar con el Estado de Derecho y con las Leyes, él quiere gobernar con sus convicciones, pero al mismo tiempo escudándose en la Biblia para sacarle al bulto. Algunos despistados, ya jura y perjuran que AMLO es un consumado “humanista y cristiano”.
Si viviese Nelson Mandela ya habría soltado estrepitosa carcajada a mandíbula batiente. Mandela si era un verdadero estudioso de la Biblia durante 20 años que estuvo en la cárcel y el mayor bagaje de sabiduría que poseía lo obtuvo de ese libro sagrado integrado por 66 libros. ¿Su acendrado “humanismo” llevara a López Obrador a capturar a los hijos del “chapo” por amor al prójimo? ¿De qué estamos hablando? ¿Ya le habrá explicado López Obrador a la bestia trumpiana, Donald Trump que en México se gobierna con “humanismo y por amor al prójimo, con abrazos y no con balazos”? ¿Sabrá que los principales capos capturados en los últimos 2 regímenes incluyendo el chapote ocurrieron científicamente bien ejecutados y sin soltar un solo tiro?
A los ojos de todo México está claro que, en Culiacán, AMLO fue a regar el tepache, poniendo a la nación azteca a merced de las mafias criminales y todo porque el señor cura de Palacio Nacional es humanista y por amor al prójimo, jamás aplicara la ley y el Estado de Derecho.