La lucha intestina en Morena
¬ Augusto Corro martes 22, Oct 2019Punto por punto
Augusto Corro
En los últimos días de noviembre se efectuará el cambio en la dirigencia nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Por esa razón se agitaron las aguas y se agudizó la pugna por el poder.
Entre los cuatro personajes que buscan la dirigencia se encuentran la presidenta interina Yeidckol Polevnsky, quien pretende continuar en el liderazgo.
Los otros aspirantes son: el diputado Mario Delgado, Bertha Luján y Alejandro Rojas Díaz Durán.
De acuerdo con las opiniones de los politólogos el legislador Delgado es el mejor posicionado para la presidencia morenista.
En las últimas fechas en Morena se pasó de la tranquilidad política a la lucha intestina, en la que Yeidckol Polevnsky resultó la más afectada.
La actual dirigente morenista fue exhibida y criticada como una de las contribuyentes beneficiadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que le perdonó el pago de 16 millones de pesos. Lo anterior ocurrió en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Yeidckol Polevnsky entró por la puerta grande a la lista de los personajes privilegiados por la condonación de miles de millones de pesos.
Por otra parte, en el partido se cayó en una apatía para poner en orden interno. El padrón de militantes no sirve. Son innumerables los morenistas que se quejaron por su exclusión del registro del partido con el fin de evitar que participen en la renovación de la dirigencia.
Sin duda los problemas internos son de una dimensión mayúscula. Eso lo saben muy bien los altos mandos de Morena, encabezados por Yeidckol Polevnsky. Por ejemplo, ella pidió, anteayer, posponer la elección interna del partido hasta los primeros meses de 2020.
Además solicitó a la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) de Morena interponer medidas cautelares para suspender el proceso de elección programado para noviembre.
Dijo que “el partido está en riesgo, el objetivo número uno es salvarlo y no permitir que gente con otras intenciones entre”.
También se quejó de los funcionarios y diputados que incurrieron en prácticas de “mapacheo”; y amenazó con denunciarlos ante la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Por su parte Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de ese partido, rechazó posponer el proceso y aseguró que sí hay condiciones para realizarlo.
Declaró la también aspirante a la presidencia morenista que la petición de cambiar la fecha de renovación del liderazgo esta fuera de tiempo.
Aún se discute la manera en que efectuará la contienda electoral morenista. ¿Será a través de una encuesta o por medio del voto directo? Hace varios, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió que se llevará a cabo con encuesta la elección partidista.
La pugna que viven los morenista no es nueva y ya se esperaba. Desde antes de su fundación como partido, Morena se convirtió en refugió de toda clase de políticos que en sus partidos de origen los despreciaban.
¿Cuántos experredistas llegaron a Morena con los vicios y ambiciones que practicaron durante muchos años? ¿A poco ya cambiaron su forma de hacer política? Lo dudo. ¿En la lucha partidista no deben participar ni funcionarios ni legisladores? Imposible.
En fin, algo no funciona bien en Morena que amenaza desestabilizarlo con el divisionismo; no olvidar el mensaje que envió Yeidckold Polevnsky: “El partido está en riesgo, el objetivo número uno es salvarlo y no permitir que gente con otras intenciones entre”.
Creo que llegó muy tarde la advertencia de la dirigente. Algo nos dice que se durmió en sus laureles.
Calderón y El Ministro
¿Qué tan grave es el abuso del poder? En nuestro país se practicó siempre y en todas partes.
Se dio por un hecho que los políticos buscaban el poder y el dinero. Nos acostumbramos a presenciar la conducta abusiva de los gobernantes.
El presidente de la República actuaba con un rey. Sus privilegios eran ilimitados. Algunos llegaban al poder golpeados por la pobreza y al final de su sexenio salían con sus problemas económicos resueltos para toda la vida.
Por eso no nos llamó tanto la atención el saber que el exmandatario Felipe Calderón fuese señalado como uno de los presidentes que aprovechó el cargo para presionar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El presidente de la (SCJN), Arturo Zaldívar, dijo que el expresidente Calderón lo presionó para resolver ciertos casos. Aclaró que no solo fue “testigo”, sino también “objeto de esto”.
Es decir que el asunto fue directo entre el michoacano y el entonces ministro Zaldívar, quién, quizás a toro pasado, dio a conocer la conducta abusiva de Calderón. No pasará nada. Se estilaba que el rey-presidente se despachara con la cuchara grande, pues para eso era el hombre más poderoso de México.
Estimado lector, tome el asunto como una anécdota de mal gusto.