Caso Sinaloa tumba pretensión a Alfonso Durazo para Sonora.
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 21, Oct 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Se recompone abanico de aspirantes a la gubernatura sonorense para 2021
Lo que es hacer mal las cosas. El jueves pasado el Secretario de Seguridad y protección Ciudadana, Alfonso Durazo, despertó como lo que había sido desde que formalmente fue notificado de su cargo en la administración de la llamada Cuarta Transformación (4T), como el hombre poderoso del gabinete presidencial y el aspirante más fuerte para competir por la gubernatura de su natal Sonora en las elecciones de 2021, así le amaneció el día, pero pasado el mediodía la realidad lo alcanzó y esa noche se fue a dormir como el integrante más débil de la 4T, y tal vez ya sin la posibilidad de querer ser gobernador.
No es para menos, lo sucedido en Sinaloa puso en evidencia a un secretario que dio muestras de no tener el control del área a su cargo, está desinformado, es propenso a mentir ante situaciones de crisis, le quedó grande el cargo y, lo peor, nadie le hace caso en la atención del problema número uno del país, que es la inseguridad, y todo ello se descubrió, desgraciadamente, con las horas de pánico que vivieron los sinaloenses.
Tiene razón el presidente cuando señala que el operativo mediante el cual se pretendía aprehender a Ovidio, hijo del narcotraficante conocido como “Chapo”, tuvo que abortar para no poner en mayor peligro a la población de la ciudad de Culiacán, Sinaloa. “No vale más la captura de un delincuente que la vida de muchas personas”, dijo el mandatario a manera de justificación de lo que sucedió el pasado jueves por la tarde en la referida entidad.
Tiene razón, si recordamos que en el sexenio del presidente Calderón ese tipo de operativos tuvo negros efectos entre los habitantes, es decir en esos tiempos las balas alcanzaron a mucha gente inocente por el solo hecho de vivir en el lugar, de trabajar o pasar por la zona, en un momento difícil o por la terrible circunstancia de esa realidad que se llama inseguridad y violencia. Los repetidos y nefastos resultados de entonces pronto empezaron a colocarse en el lenguaje cotidiano hasta ser parte del dominio popular y a esos muertos se les conoció como “efectos o daños colaterales”.
Entonces, por el hecho de haberse evitado un conflicto mayor, las palabras de López Obrador suenan razonables, pero en lo que no coincidimos con su razonamiento es que en esa delicada situación y de peligro para los de Culiacán fue la autoridad quien la provocó, porque en un mandato de cumplimiento de la ley no se procedió en consecuencia con estrategia, orden, comunicación, planeación y profesionalismo. Fueron errores del gabinete de seguridad los que pusieron en riesgo a la población.
El error o los errores dan como consecuencia una imagen de sumisión y humillación del Estado, pero si el operativo hubiera sido llevado con orden, estrategia e inteligencia hoy se estuviera hablando en todo el mundo por su éxito y no por su fracaso. Y en este fallido operativo mucha gente se pregunta ¿Dónde están aquellos grupos de elite del Ejército y Marina que en más de una ocasión han dado muestras de su eficiencia con resultados “sin muertos y sin balazos”, acaso fueron sustituidos por la nueva guardia nacional, y por eso los resultados?
Señor presidente, no hay duda, sus gobernados esperan más del gobierno de la 4T y en la parte más sensible del país, que es la inseguridad. Ya no hay tiempo como para querer prolongar la curva del aprendizaje entre sus colaboradores, entonces si como efecto colateral por lo sucedido en Culiacán alguien de sus colaboradores acepta un mea culpa, no lo piense, porque en este tema lo que se requiere es eficacia y no colaboradores que anden distraídos en menesteres políticos sin antes dar resultados.
Pago Por Ver.- El operativo fallido en Sinaloa, atribuido a Durazo Montaño, revivió las aspiraciones a la candidatura por el Gobierno de Sonora de la encargada del deporte nacional, la ex velocista Ana Gabriela Guevara, ya que hasta hace unas semanas sus cercanos aceptaban en corto que esa carrera política prácticamente la daban por perdida ante consensos que, poco a poco, se sumaban a favor del poderosísimo titular de la SSPyPC, pero las circunstancias del jueves pasado les cambió esa percepción.
No es definitivo, dicen, pero lo del operativo fallido en Sinaloa ha sido un duro golpe para las aspiraciones de Alfonso, quien, incluso, en conferencia por el sonado caso aceptó que “sin ningún inconveniente” aceptaría su remoción al cargo y hasta deslizó que él no buscó asumir la responsabilidad de la SSyPC. Lo que sonó como a un “cámbienme de cargo, para seguir soñando”.
No son los únicos aspirantes, pero hasta ahora son los más visibles para la carrera que está por llegar para los sonorense, y en este juego el que se distrae no llega, así es que vayan haciendo sus apuestas.
Va Mi Resto.- Si usted es universitario, tiene algún hijo o hija entre el alumnado, o conoce a algún trabajador o académico, y por necesidad decide incursionarse en el campus de la máxima casa de estudios de México, la UNAM, se dará cuenta que sus circuitos viales han sido invadidos por flotillas de taxis.
Los usuarios de los llamados pumabuses dicen que los recorridos de estas unidades son cada vez más tardados y espaciados en tiempo, por lo que los taxistas hacen su agosto a costa del bolsillo de la comunidad universitaria. Dicen que la tardanza del pumabus es a propósito, y les surge una pregunta ¿Acaso hay detrás de ello un gran negocio? Y se contestan, piensa mal y …, bueno eso opinan, y hasta ahí porque como veo doy.